sábado, 30 de julio de 2016

La gran sede de la siderurgia española.- 1951

La gran sede de la siderurgia española.- 1951


   En un número de la revista como el presente encaminado a presentar el enorme potencial de la industria que nos es afín, la laboriosa tierra vizcaína, era de rigor que figurase en vanguardia, con la amplitud informativa que su importancia exige, una entidad como ALTOS HORNOS DE VIZCAYA, S.A., fiel exponente de nuestra industria pesada y de la capacidad siderúrgica nacional.

Vista de Altos Hornos de Vizcaya en Baracaldo.
Un poco de historia

   Esta entidad, cuya producción es superior a la mitad de la totalidad española, fue prácticamente fundada en Baracaldo, en el año 1854, en la confluencia de los ríos Nervión y Galindo por la casa Ibarra, que ya en 1847 había creado en Guriezo (provincia de Santander), La Fábrica de Hierros de Nuestra Señora de la Merced.

   En 1859 se instalaron en la fábrica de Baracaldo ocho hornos del sistema Chenot, para la obtención de la esponja metálica, que fueron abandonados en 1871. A partir de esta fecha, toman nuevo incremento estas instalaciones; en 1880, cuentan aquéllas con un horno alto de carbón vegetal y otros dos que utilizan el coque metalúrgico procedente de Inglaterra, disponiendo al tiempo de un buen número de hornos de pudelar y trenes de laminar.

   En 1882, este negocio de tipo familiar se convirtió en Sociedad Anónima, creándose la “Sociedad Altos Hornos y Fábrica de Hierro y Acero de Bilbao”, con un capital entonces de tanta cuantía como 12.500.000 pesetas. Los señores de Ibarra aportaron las instalaciones industriales y el contrato de suministro de minerales, sumándose a esta importante base la cooperación económica de grandes hombres de negocios.

   Paralelamente con esta honda transformación y con el auge de los procedimientos “Bessemer”  de fabricación de acero –tan indicado para minerales ricos en hierro y bajos de fósforo, especialmente en Vizcaya-, toma enormes vuelos la carrera industrial de la nueva Sociedad, al instalarse dos convertidores para la fabricación de acero tipo “Bessemer” y varios trenes de laminación.

   En septiembre de 1882  los señores Chávarri y Gandarias, con el concurso de varios mineros, crean en el pueblo de Sestao la Sociedad  “Metalúrgica y Construcciones Vizcaya”,  dotándola de nuevos hornos altos y de coque, e importantes trenes de laminación. Ya en 1900 se llega a producir al pie de cien mil toneladas de lingote de hierro y cincuenta mil de laminados.  

La fábrica de Baracaldo junto al rio Galindo y “La Punta” de Sestao.
Avance considerable en 1902

   A base de las dos Sociedades anteriores y de la “Compañía Iberia”, que fundaron en 1887 en Sestao, los señores Goitia y Echevarría, se constituyó definitivamente en 1902 la hoy poderosa Sociedad ALTOS HORNOS DE VIZCAYA, cuyo capital inicial fue de 32.750.000 pesetas.

   A partir de la creación de ALTOS HORNOS DE VIZCAYA, esta empresa va adquiriendo sucesivamente, a cuyo efecto va ampliando el capital social, en incremento y desarrollo de sus negocios siderúrgicos, entidades tan importantes como “Hulleras del Turón” (Asturias), “Fabrica de San Francisco”, de Desierto; “Compañía Minera de Dícido”. En 1940, adquiere la “Compañía Siderúrgica del Mediterráneo”, (Instalaciones de Sagunto), que en 1917 habían fundado elementos bilbaínos para explotar los yacimientos mineros de Ojos Negros (Teruel), contribuyendo al abastecimiento siderúrgico nacional. Recientemente ha adquirido la totalidad de las acciones de la “Compañía Orconera Iron Oree, Cº”, que explotaba las más importantes concesiones de hierro de Vizcaya y Santander. Y también está llevando a efecto, a través de su filial “Agua y Saltos del Zadorra”, la construcción de diversos saltos para el aprovechamiento del río Zadorra y sus afluentes, lo que, aparte de asegurar el suministro de energía eléctrica para las instalaciones vizcaínas, permitirá en su conexión con la red general, dadas las condiciones especiales de estos saltos, el contribuir a la solución del problema angustioso de escasez de energía, garantizando el abastecimiento de toda la zona industrial de Vizcaya y de Bilbao.

   Teniendo en cuenta el proceso de constitución de ALTOS HORNOS DE VIZCAYA y el desarrollo de sus múltiples negocios, cuenta con tres grandes núcleos de instalaciones fabriles: dos en Vizcaya (Baracaldo y Sestao), comunicados entre sí por tierra y por la ría, hasta el punto de constituir un solo e imponente centro de producción, y otro núcleo fabril en Sagunto, provincia de Valencia. En todos esos centros existen los más completos elementos de producción desde la fabricación de coque y lingote de hierro a la de laminados de todos tipos.

   ALTOS HORNOS DE VIZCAYA posee, finalmente, una flota propia para la carga de su tonelaje, disponiendo de enlaces ferroviarios y de muelles, dotados de todos los elementos para su más perfecta misión.

  Veamos ahora, siquiera someramente, las producciones y el utillaje de esta gran concentración industrial.

Producción de coque

   Existen para ello tres baterías en Vizcaya y una en Sagunto, de las cuales sólo una es de recuperación. De las cuatro baterías, tres se hallan en periodo de renovación y mejora, a causa de su agotamiento, y la cuarta en periodo de reconstrucción.

   Como subproductos se obtiene sulfato amónico, alquitranes y brea: benzoles, toluenos, aceites, creosotas, naftalina, etcétera.

Vista de Altos Hornos de Vizcaya en Sestao
Fabricación de lingote de hierro

   Seis hornos altos en grupos totalmente mecanizados, con una producción unitaria de 300 toneladas al día, en Baracaldo y Sestao, y un grupo de dos hornos altos, de igual capacidad unitaria, en Sagunto. En conjunto puede producirse de unas 1.500 a 1.700 toneladas diarias.

Producción de acero

   Dos talleres para la fabricación de acero Siemens en Vizcaya, preparados para una producción de 250.000 toneladas al año.
   En total: 4 hornos Siemens de 75 toneladas, y 5 de 250.
  Un taller Siemens con 5 hornos de 65 a 90 toneladas por colada y horno, en Sagunto, para producir unas 200.000 toneladas al año.
  Cuatro convertidores Bessemer de 15 toneladas cada uno por colada, capaces de sobrepasar una producción de 200.000 toneladas al año.
  Se dispone, además, de un horno eléctrico de 10 toneladas de capacidad por colada, y otro de 2,50 en Vizcaya. En Sagunto, un horno de dos toneladas para la fabricación de aceros especiales.

Laminación

   En las grandes factorías de Vizcaya cuenta la Empresa con numerosos y variados trenes de laminación. El más importante, el tren desbastador de Baracaldo, de 1.050 milímetros, con una producción horaria de 100 toneladas, y dos trenes acabadores, de 850 y 825 mm., con capacidades horarias hasta 50 y 35 toneladas respectivamente, según los perfiles, en los que se pueden fabricar vigas grandes hasta de 550 mm., y carriles “Phenix” y de tranvía, de 50 kilos por metro lineal.

   En la fábrica de Sestao, con un tren mayor, dos trenes semicontinuos y un tren mediano para laminar toda clase de perfiles de tipo comercial; un tren de chapa gruesa, en el que se laminan todos los espesores hasta de 35mm. Y un tren de alambre.

   En la fábrica de San Francisco cuenta con un tren mediano y un tren universal, para la fabricación de planos anchos.

   En la fábrica de Sagunto, un tren desbastador de características análogas al de Baracaldo, un tren estructural trío acabador de 750 y un tren comercial moderno, capaces para grandes producciones de vigas, carriles y perfiles comerciales. Y un tren de chapa gruesa, el más importante de España, en el que, igualmente, se pueden lograr las más grandes producciones. 

Maqueta de la instalación de preparación de minerales
Fabricación de Hojalata

   Este departamento, instalado en la fábrica de Sestao, dispone de doce trenes de laminación con todos los servicios complementarios para el decapado, recoció, estañado y pulimentado, con una capacidad para unas 30.000 toneladas al año de chapa negra y hojalata.

Forja y fundición

   En las fábricas de Vizcaya cuenta con un gran taller de forja, con una prensa de 2.000 toneladas y otra de 800. En Sagunto, también existe un importante taller de fundición.
   No hace mucho se instaló en Sestao un taller para acabado de elementos de cañón, dotado de maquinaria modernísima para el perforado y rayado de tubos.

Taller de construcción

   Tanto en Vizcaya como en Sagunto cuenta con importantísimos talleres, no sólo para las propias reparaciones de las fábricas, sino para toda clase de construcciones metálicas, estando capacitados los talleres para hacer obras de un tonelaje superior de las 18.000 toneladas al año.

Departamento eléctrico para producir energía

   En las instalaciones de Vizcaya se dispone de una central generadora, con 6 turboalternadores y una  potencia instalada de 21.000 Kw.
 Existe, además, una central grupo Ilgner, de gran potencia, para transformación y regularización de la energía destinada al accionamiento de los grandes trenes de la fábrica de Baracaldo.
 Cuenta, en Sagunto, con una central para la producción de energía equipada con 3 turboalternadores, con una potencia global instalada de 9.000 Kw.

Productos que se fabrican

  Los productos que la Sociedad fabrica, concretamente, son: lingote de hierro, lingote de acero, laminados de diversos perfiles – angulares, vigas, carriles, redondos -, chapa gruesa y fina, hojalata, grandes piezas de forja, elementos para cañones, coque metalúrgico y subproductos.
   Como cifras impresionantes que dan fiel idea de la envergadura de esta empresa española diremos que el consumo anual de carbón pasa del millón de toneladas, lo mismo que el consumo anual de mineral de hierro; los kilowatios-hora que consume pasan de 100 millones; el número de ingenieros a servicio de todas las instalaciones pasa de 65 y entre obreros y empleados se remontan la cifra de 16.000.

 Labor Social

   Callado queda dicho que una empresa de los vuelos de ALTOS HORNOS DE VIZCAYA tiene atendida su labor social de una manera celosa y amplia. Cooperativas de consumo, centros de enseñanza para los hijos de su personal, casas económicas, sanatorio quirúrgico, consultorios médicos para diversas especialidades, subvenciones a centros benéficos de enseñanza, comedores para obreros, Escuela de Aprendizaje para la formación profesional del personal y otras análogas creaciones forman la aureola generosa y humanitaria de esta prócer entidad, honra de España.
   Digamos también que en 1942 se inauguró el Edificio Social de Sestao, en el que están instalados los cuartos de aseo y comedores para los obreros.

Instalación de hornos altos es Sestao
CAPITULO APARTE PARA LAS OBRAS DE MEJORA Y AMPLIACIÓN

   Por su elevación técnica, por el esfuerzo económico que requiere, por el afán de superación que representa bien merece capítulo aparte el plan de mejoras y ampliaciones desarrollado en el seno de ALTOS HORNOS DE VIZCAYA desde el año 1923 a nuestros días. Vamos a analizarle con brevedad que exige un trabajo informativo como el presente.

   Digamos que en 1923 inicia este enorme plan de mejoras de la sociedad, atemperándose progresivamente a las necesidades del momento y al ritmo creciente de su producción. Plan de mejoras en el que no ha cejado en estos 28 años transcurridos, y que se dispone a coronar en la etapa 1950-1956 con unas magníficas realizaciones.

   En 1923, instala una nueva batería de hornos de coque para una producción de 1.000 toneladas diarias; y los grandes trenes de desbastado y acabado de la fábrica de Baracaldo; y el grupo Ilgner para la regulación de la energía que ha de accionar aquellos trenes; y la batería de cuatro hornos de acero Siemens, de 75 toneladas de capacidad por colada y horno, en la fábrica de Baracaldo; y un espléndido laboratorio químico-metalográfico.

   Este plan ingente de mejoras se fue viendo interrumpido sucesivas veces a lo largo de su ejecución: primero, por la honda y excepcional crisis que para la siderurgia, como para toda la industria en general trajo apareada nuestra República, con sus fantasmas de inestabilidad. Huelgas, persecuciones, etc. Luego, sobrevino el Movimiento Nacional. Más tarde, la segunda guerra mundial. Pero después de nuestra Guerra de Liberación se inauguró la nueva instalación de los cuatro hornos altos con cargue mecánico en la fábrica de Sestao.

Batería de 1.000 toneladas de los hornos de coque de la fábrica de Sestao
   Ya en 1950, normalizada la situación y empezando a correr vientos de bonanza para España, la entidad, no satisfecha con el amplio y profundo plan de mejoras que antes hemos enunciado, formula uno nuevo que comprende la instalación de dos baterías de 15 hornos cada una en Sestao, a una de las cuales se dio fuego recientemente, y se dispone a emprender la reconstrucción de la batería de 60 hornos, con lo que podrá obtenerse una producción de coque de 1.500 toneladas diarias.

    Ya está en marcha también la construcción de las instalaciones de sinterización y preparación de minerales, lo que traerá como consecuencia una apreciable economía del consumo de coque y una utilización en mayor escala de los minerales de carbonato.

   También se ha instalado la depuración de gases de los hornos altos para emplear dichos gases en el calentamiento de las baterías de hornos de coque, suministrando el que éstos producen a “Sefanitro”, firma química de singular importancia, con la que ALTOS HORNOS tiene estrecha ligazón financiera.

   Está, asimismo, a punto de terminarse la instalación de un tren continuo de laminación destinado a fabricar palanquilla, con el fin de aligerar la tarea del tren desbastador y duplicar prácticamente la producción de éste. Igualmente, la reforma del tren de chapa gruesa de la fábrica de Sestao.

   Se prevé en el plan de mejoras la ampliación del taller de acero Bessemer; la instalación de un nuevo tren de 550 milímetros de diámetro, y la puesta en marcha de un tren de banda para laminar chapa fina y hojalata, que, aparte de aumentar la producción ha de mejorar sensiblemente la calidad del producto obtenido. Permitiendo, entre otras aplicaciones, la producción de chapas para la construcción de automóviles.

   Todo esto, por lo que se refiere al utillaje de Vizcaya. Por lo que concierne a Sagunto, también está comprendida dentro de este plan la instalación de dos grupos de baterías de hornos de coque, de un nuevo horno alto con los servicios complementarios indispensables y dos hornos de acero.

   Reduzcamos a cifras el importe presupuestado para todas las innovaciones y mejoras de que nos hemos venido ocupando. La elocuencia de los números nos impresionará más convincentemente que todas las palabras: 950 millones de pesetas.

   Las mejoras de Sagunto están incluidas en el préstamo de 6 millones de dólares concedidos a ALTOS HORNOS DE VIZCAYA por la importante entidad de crédito americana “Export-Import Bank”. Con ese capital se procederá a la construcción de la nueva fábrica de sulfato amónico en aquella sede industrial valenciana.

   Una vez terminado todo el nuevo plan de mejoras del que nos hemos venido ocupando, se espera, fundadamente, que para el año 1956 estarán duplicadas las actuales producciones de la Sociedad.

***

   Y nada más. Hemos analizado sucintamente los perfiles históricos más destacados, las inmensas realizaciones y la brillante ejecutoria de la más poderosa Empresa siderúrgica española, de conjunto industrial admirablemente situado y organizado.

   Las instalaciones de ALTOS HORNOS DE VIZCAYA, S.A., a lo largo del Nervión, recuerdan, para orgullo de nuestra patria, las fabulosas del Ruhr, de Westfalia. Hay quien denominó a esta empresa el Krupp español.
***

Publicado en 1951 en la revista METALÚRGIA Y ELECTRICIDAD.

Obra original perteneciente a los fonos bibliográficos de la Fundación Sancho el Sabio Fundazioa. (Vitoria-Gazteiz).

http://hdl.handle.net/10357/8529

sábado, 23 de julio de 2016

La formación Profesional en Altos Hornos de Vizcaya.- 1951

La formación Profesional en Altos Hornos de Vizcaya.- 1951

   La técnica moderna exige cada día con más apremio la especialización en el trabajo, cambiando por completo el molde de los oficios tradicionales. Las profesiones se ramifican en especialidades y aparecen infinidad de modalidades nuevas del trabajo.  

   Junto a esto se intensifica la calidad y precisión del trabajo, lo que, materializado en las piezas mecánicas, quiere decir, que éstas deben quedar terminadas cada vez con más exactitud de dimensiones y mejor aspecto acabado. Surgen los problemas de “tolerancias” en los ajustes y trazados, tan reducidos a veces, que es preciso que las máquinas para realizar tales trabajos se hallen en salas dotadas de acondicionamientos de aire a temperatura constante de 15º C. a fin de evitar que las dilataciones térmicas modifiquen las tolerancias de dimensiones.

   Al mismo tiempo las calidades de acero de las herramientas se multiplican, requiriendo cada tipo su tratamiento térmico adecuado; y las máquinas de trabajo, dentro de su especialización, se complican. Esto se traduce en que el operario que en tales labores interviene debe estar cada vez más preparado. Hay talleres en que se exige hoy al Oficial de tercera más precisión y conocimientos que al Oficial de primera de hace años.

   Para resolver este problema, la Sociedad “Altos Hornos de Vizcaya”, creó en el año 1941 su Escuela de Aprendices de Sestao, siguiendo con ello, además, las normas dictadas por los Organismos oficiales.

   Su finalidad es la de seleccionar, orientar profesionalmente y formar oficiales en las profesiones básicas de la siderurgia y metalurgia. Se destina preferentemente a los hijos de sus empleados y obreros, admitiendo anualmente hasta un 25 por 100 de personal no afecto a la empresa.

Escuela de Aprendices y comedores en Sestao.

EDIFICIOS Y LOCALES

   En el llamado “Edificio de Servicios Sociales”, emplazado en la calle Chávarri, se destinan tres de sus plantas a la Escuela de Aprendices. Cada una es de 78 X 18m., con alturas de techo de 3,425 m,. salvo la del Taller, más alta; por condiciones locales y de luz natural, el Taller se halla en la planta superior.

   La planta I se distribuye en cuatro aulas iguales, un ropero, dos cuartos de aseo, una sala de duchas y un gran pasillo; sus paredes van revestías de baldosín amarillo.

   Las aulas, de 12 X 8m.,capaces cada una para 50 alumnos, se destinan a las clases teórico-prácticas; la destinada a Física y Química, dispone de una cubeta de porcelana con agua corriente, fría y caliente, tomas de energía eléctrica, etc., y, adosada a la pared existente, una campana de evacuación de gases, cerrada con cristales.

   La gran cantidad de luz que entra por los ventanales de una perfecta visibilidad; las paredes van revestidas de estucado de color.

   Todo el mueblaje de la Escuela es de roble, de formas sencillas, habiéndose estudiado especialmente las sillas, para llegar a crear un tipo indeformable, capaz de resistir, incluso, el trato violento a que pudieran llegar a estar sometidas; se decidió instalar sillas y no bancos, para darles a los Aprendices más sensación de haber dejado la Escuela Primaria y para acostumbrarlos a familiarizarse en el trato correcto, sin producir ruidos, ni sacarlas de las alineaciones, etc.

   Hay dos salas de aseo, con una batería de 29 lavabos, espejos y una fuente aislada para beber, de pedal y chorro central, que evita toda clase de contagios, para los Aprendices; la otra se destina a los Oficiales Instructores del Taller.

   La sala de duchas dispone de una batería de 26 individuales con sus correspondientes celdas, separadas por un pasillo, donde los Aprendices diariamente tienen que ducharse, por ser esto obligatorio en el régimen de la Escuela.

   La Planta II se halla al nivel de la calle. Se distribuye en 3 aulas, una gran Sala de Dibujo, Un salón de Actos y Proyecciones, una Sala de Psicotecnia y un cuarto de aseo; además de la Secretaría, Dirección, Sala de Visitas y Conserjería.

   La sala Médico-Psicotécnica está dotada de los aparatos necesarios para el examen médico de los Aprendices, y de los que existen en el campo de la Psicotecnia. El Salón de Actos tiene cabida para unas 250 personas y está dotado de 4 puertas dobles de urgencia para desalojarlo en medio minuto. Dispone de un epidiáscopo para proyecciones fijas, y un aparato cinematográfico sonoro; la cabida, de modernísima instalación, está dotada de todos los elementos necesarios para la preparación de programas cinematográficos, mesa gramofónica, aparato de radio, micrófono para conferencias, etc.

   El Taller ocupa toda la planta III, sin más tabique de separación, de cristales, que los de las Secciones de Soldadura, Fundición y Forja, por los gases que desprenden. El suelo es de baldosa, con la finalidad de que el aprendiz no se acostumbre a tirar al suelo las piezas o el herramental y por el contrario, las trate con sumo cuidado.

Una sala de la Escuela de Aprendices.
   En el Taller pueden iniciarse en los nueve oficios principales de la fábrica (a excepción de albañilería y pintura), no disponiendo de gran número de maquinas, sobre todo grandes, puesto que para trabajar en tales máquinas bajan los Aprendices a los talleres de la fábrica.

SECCIÓN DE CARPINTERÍA Y MODELOS.- Dispone de bancos de aprendiz, tornos para la ejecución de modelos, una sierra mecánica, piedra de arena, etc.

SECCIÓN DE AJUSTE.- Es la que ocupa más espacio, y está dotada de 16 bancos con 5 tornillos de ajuste cada uno.

SECCIÓN DE SOLDADURA ELÉCTRICA Y AUTÓGENA.- Dispone de máquinas eléctricas por arco de corriente alterna trifásica, con su transformador, y para la soldadura autógena hay un generador automático de acetileno, si bien normalmente se trabaja con botellas a presión, en los equipos de soldadura para cortar y soldar.

SECCIÓN DE MOLDEO Y FUNDICIÓN.- Dispone de cajas de moldeo y arenas de diversas clases, gran número de modelos y todo el utillaje necesario; hay un pequeño horno eléctrico para la fundición de hierro, acero y aleaciones.

SECCIÓN DE FORJA Y HERRERÍA.- Con suelo de baldosa metálica embutida en cemento, dispone de yunques de distintas dimensiones, martillo pilón accionado por motor eléctrico, fraguas, etcétera.

SECCIÓN DE HOJALATERÍA, FONTANERÍA Y PLOMEROS.- Con una mesa de trazado, bancos con tornillos, máquina universal para moldura de trabajos, taladro a mano y todo el herramental apropiado de tranchas, bigornias, etc.

SECCIÓN DE CALDERERÍA.- Tiene una gran mesa de trazado, una cizalla a motor para chapa de hasta 5 mm., punzonadora, taladro, etcétera.

SECCIÓN DE TORNOS Y TALLER MECÁNICO.- Se subdivide en; una sección de 12 tornos de aprendizaje a mano, sin husillo, accionado por motor independiente, y otra con tornos de desbastar, tornos de caja Norton, de 1.000 y 1.300 mm. entre puntos, y 230 mm. de altura, fresa Universal (445 mm. entre puntos y 125 mm. a la bancada), torno revólver, cepillo, rectificadora de cuchillas y brochas, sierra mecánica, un taladro de columna, una esmeril, etc.

SECCIÓN ELÉCTRICA.- Dispone para el aprendizaje de conexiones y montajes sencillos, de dos cuadros, en los que se pueden hacer toda clase de combinaciones de lámparas, timbres, llaves, teléfonos, etc., según el esquema que el Instructor dibuja en el encerado central. Hay un gran cuadro de tomas de corriente; la alterna de la red de la fábrica, y la continua es suministrada por un grupo motor-dinamo, que, a la vez de servir de estudio, suministra corriente a la cabina de proyecciones. Existe otro cuadro con una batería de acumuladores, lámparas de carga y descarga, etc. En todos estos cuadros se han montado los aparatos de medida necesarios (amperímetros, voltímetros, watímetros, etc), y todas las seguridades precisas. Mas la sección de bobinados.

   Toda la maquinaria del taller está accionada con motores independientes, a fin de evitar las transmisiones, y está dotada de cuantos medios de protección se conocen, incluso pantallas de vidrio desplazables, para los tornos y piedra esmeril, a fin de evitar accidentes; para esto hay también por las paredes bastantes cuadros gráficos sobre Prevención de Accidentes.

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ORGANIZACIÓN

   No se ha establecido un plan rígido; con unas directrices generales se sigue e momento, un plan elástico, a fin e ir adaptándolo a los resultaos que se van obteniendo y a las propias necesidades.

    Interesa seleccionar, no a los más destacados por sus conocimientos teóricos, sino a los más aptos e inteligentes para el trabajo manual. Para esto, después del reconocimiento médico, se hace un examen cultural (sobre cálculo, Geometría y habilidad para dibujar), cuya criba pone a los alumnos al mismo nivel; y entonces se realizan una pruebas psicotécnicas. Estas se hacen: por medio de “test” que se dan a cada chico en cuadernillo impreso, limitándoles el tiempo; y de algunos aparatos.

   Un examen psicotécnico posterior, con más detalle, se realiza a lo largo de todo el curso.

   La edad de entrada es de 14 a 16 años. Los candidatos aprobados pasan al PRIMER GRADO de Orientación y Pre-aprendizaje, que consta de dos cursos, de 9 meses de duración cada uno.

   En el Primer curso, de “Orientación” (y lo mismo en el Segundo año), toda la enseñanza teórica, de Dibujo, y de Taller, se da íntegramente en la Escuela, siendo gratuita y no teniendo los alumnos asignación de ninguna clase. En el Taller, practica el aprendiz los 9 oficios fundamentales, durante un mes cada uno, a fin de despertar las aptitudes en potencia que pueda haber en él, lo que permite, a fin de curso, junto con el informe psicotécnico, con sus preferencias e inclinaciones naturales y con su carácter temperamental, clasificar al aprendiz, no como una pieza mecánica, sino atendiendo también a su cualidad de ser humano.

   Las puntuaciones del Taller son siempre por calidad y tiempo de ejecución.

   En el Segundo curso de “Pre-aprendizaje”, practican, durante los 9 meses, un solo oficio: aquél en que se haya decidido su orientación, si bien puede haber rectificaciones en el caso de duda o error. 

  Siendo la finalidad de la Escuela el formar buenos Oficiales, deben tener una larga permanencia en el Taller, que es donde en rigor se forjan los obreros. Siempre trabajan sobre croquis o planos. Las enseñanzas teóricas, nunca lo son en el sentido puramente teórico; por el contrario, todas las disciplinas se dan a base de muchos ejercicios prácticos y problemas. En este primer grado estudian: Aritmética, Geometría, Nociones de Algebra, Ciencias Naturales y Fundamentos de Física y Química, con un máximo diario de dos horas teóricas; se incluye en ello, también, una hora semanal de Religión y Moral, otra de Cultura general y otras de Deberes cívicos. Al dibujo se dedica hora y media, diariamente, quedando tres cuartos de hora para Educación Física e Instrucción premilitar, a cargo de Frente de Juventudes.

   La enseñanza es común para los aprendices de este “grado”; tan sólo se subdividen en grupos, a fin de que nunca un Profesor tenga más de cuarenta alumnos.

   “El segundo grado” de “Aprendizaje” se compone de dos cursos. Los aprendices seleccionados en el grado anterior, practican todo el año en los Talleres de la fábrica; después de 6 horas de jornada, acuden durante 9 meses a la Escuela, otras 2 horas, a recibir la enseñanza teórica (abonándoseles el jornal de 8 horas correspondientes al tercero o cuarto año de aprendizaje). Esta es distinta y se da por separado a cada uno de los grupos: Electricistas, Trazadores y Mecánicos. Se estudia la Geometría Descriptiva, Mecánica, Resistencia y Conocimiento de Materiales, Siderurgia, Electricidad y las Tecnologías de los oficios respectivos.

   El grupo I, de Mecánicos, comprende los oficios de tornero, ajustador, forjador y moldeador; 
el grupo II, de Trazadores, comprende los oficios de: calderero, hojalatero-plomero, soldador y carpintero-modelista, y el grupo III, de Electricistas, incluye a los Electricistas en general (bobinador, montador, etc,).

   Una vez iniciados en el Dibujo geométrico, comienzan los aprendices el croquizado elemental, es decir, trabajo directo en los cuadernos correspondientes, con explicación detallada por los Profesores, para ser luego ejecutado, a escala, sobre lámina; éste en un trabajo muy importante desde todos los puntos de vista, puesto que el dominio completo del croquizado facilita el trabajo del Taller y el aprendiz llega a darse perfecta cuenta de lo que significa el plano de una pieza cualquiera. Con esto se pretende que todos los obreros aprendan a croquizar y a interpretar planos, para que puedan luego trabajar en los talleres sobre plano. Según el oficio de cada uno, se dibujan desarrollos y plantillas de calderería, hojalatería, carpintería, forja, devanados eléctricos, etc. Más adelante hacen trabajos de croquizar máquinas completas, con los conjuntos y despieces. La puntuación en el Dibujo se hace también por calidad y tiempo de ejecución.

   Entre los seleccionados de Dibujo se han formado algunos cursillos para delineantes.

   Tanto los trabajos de Taller, como los de Dibujo, y demás actividades de la Escuela, se orientan, según las normas DIN, tolerancias de dimensiones, etc.

   “El tercer grado”, de formación del “Maestro de Taller”, no es obligatorio, y a él acudirán los seleccionados por la Escuela, entre los que hayan terminado con aprovechamiento el grado anterior.

    Complemento es la formación cultural, cívica y patriótica, constituida por las lecciones o conferencias  que los jueves por la tarde, terminada la jornada, se les da a los aprendices de todos los grados, en la Sala de Proyecciones, sobre temas muy variados, profesionales, de Higiene y Previsión de Accidentes, históricos, de exaltación patriótica, etc., acomodados a las circunstancias de fechas destacadas, con una duración aproximada de media hora y a cargo, en muchas ocasiones, de personas ajenas a la Empresa. A continuación, se proyecta en la pantalla una cinta cultural y otra cómica, de otra media hora de duración.

   De cada alumno se lleva en Secretaría una ficha general, con los resultados de todos los cursos y detalle de las clases teóricas, Dibujo y Taller. Aparte, en la Sala de Psicotecnia se llevan las fichas médico-psicotécnicas y en el Taller las de todos los oficios.

   Mensualmente se envían a sus casas las calificaciones y faltas, según cómputo que se hace en Secretaría con los partes que entregan diariamente los Profesores y el Jefe de taller.

   A fin de curso se entregan diplomas y premios en metálico; estos últimos, previa oposición. Y también becas para el estudio de Peritaje o Facultativo de Minas. Se ha concedido también una beca para el estudio de Ingeniero Industrial.

   La plantilla de Profesores está integrada por 3 Ingenieros, 2 Peritos mecánico-electricista, 1 Maestro Nacional, 1 Facultativo de Minas, 4 Delineantes, 1 Capellán, 1 Médico-psicotécnico y 12 Maestros Instructores de Taller.

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ADAPTACIÓN A LAS NECESIDADES DE LA EMPRESA

   De nada serviría cultivar anualmente la vocación y aptitud de 50 presuntos torneros, si la demanda media de la Empresa es tan sólo de 10, por ejemplo, al año. Crearíamos de esta forma unos Profesionales condenados desde su iniciación a un paro forzoso, cosa que hay que evitar.

   En la Escuela de “Altos Hornos de Vizcaya”, esto se tiene en cuenta, ya que al pasar el curso de “Pre-aprendizaje”, y así sucede que no sólo no se clasifica a cada cual según su deseo, sino que muchas veces, ni aun de acuerdo con su aptitud más definida, so pena de quedar sin colocación.

   Al principio y final del curso de “Orientación” se pide a los alumnos una indicación por escrito, del oficio a que prefieren ser destinados y a la razón del por qué eligen tal oficio. Si la petición final no coincide con el oficio pedido al principio, deberán exponer las causas que les han obligado a cambiar de pensamiento; en la petición final deben señalar el orden de preferencia de oficios a que desean ser destinados.

   En números redondos el 95 por 100 de aprendices, piden como primer oficio el de electricista, y luego el de tornero y ajustador; los oficios de forja, calderería y soldadura, sobre todo, no los solicita casi nadie, hasta tal punto que ha habido necesidad de reducir el tiempo de aprendizaje de estos oficios para crearles siquiera un estímulo económico.

RESULTADOS OBTENIDOS

   En el cuadro adjunto se resume el movimiento habido de alumnos hasta la última promoción.


   Los resultados obtenidos hasta ahora por la primera promoción, salidos de la Escuela en el año 1946, no pueden ser mejores. Claro que debe decirse que en esta primera promoción hubo que hacer en el ingreso una selección muy rigurosa, pues de unas 700 solicitudes (hacía tres años que no se admitían aprendices en los diferentes Talleres de la Empresa, esperando la apertura de la Escuela), la primera criba, de edad, los redujo a 314; el examen cultural y médico a 170; finalmente las pruebas psicotécnicas a los 94 ingresados. La situación actual de éstos es la siguiente:

   1 Perito electricista, con beca de A.H.V., se prepara para Ingeniero Industrial, con beca de A.H.V.
   1 Perito químico, núm. 1 de su promoción; beca de A.H.V.
   2 Peritos electricistas; beca de A.H.V.
   6 Facultativos de Minas.
   7 Delineantes (uno Proyectista y dos de primera).
   3 Maquinistas navales.
   2 Analistas de Laboratorio Químico.
 10 Oficiales de primera (uno estudia Perito Electricista; otro es Maestro en la Escuela de Aprendices).
   29 Oficiales de segunda.
   22 Oficiales de tercera (uno trabaja por cuenta propia.

   Se retiraron, por motivos particulares, 4, y 7 fallecieron.

   De estos 83 que terminaron, 21 se han marchado de la Empresa a otros talleres y factorías, lo que representa más de 25 por 100. Aun cuando lesivo para la factoría, va en provecho del interés general.


Publicado en 1951 en la revista METALÚRGIA Y ELECTRICIDAD.

Por Francisco Millán, Ingeniero Industrial. Director de la Escuela de Aprendices de A.H.V. 


Obra original perteneciente a los fondos bibliográficos de la Fundación Sancho el Sabio Fundazioa. (Vitoria-Gazteiz).

http://hdl.handle.net/10357/8528


sábado, 9 de julio de 2016

Hombres de hierro en tierra de hierro.- 1951

Hombres de hierro en tierra de hierro.- 1951

   Desde los primeros siglos de nuestra era se viene utilizando el mineral para la fabricación de hierro en Vizcaya. Comenzó esta fabricación arrancando el mineral y transportándolo a las ferrerías emplazadas en los montes junto a los bosques, por las ventajas de un carboneo fácil para la alimentación de los rudimentarios hornos en que se fundía el mineral, como lo atestiguan los montones de escoria que aun se ven en las montañas de Somorrostro, Durango, Marquina, Berriz y otros lugares de la provincia. La operación, no muy complicada, era lenta; el mineral, desmenuzado en pequeños trozos, se mezclaba con arcilla y cal, para hacer una bola que se colocaba en el horno, rodeada de carbón vegetal, fundiéndose en pequeñas masas que hábilmente batidas sirvieron para forjar las primeras piezas precursoras de la poderosa siderurgia vizcaína. Todos los trabajos se realizan a mano, lo mismo el soplado que el maceado o batido.


   Más tarde, las ferrerías se situaron en los valles junto a los ríos, buscando la corriente de agua para suplir por fuerza natural el trabajo del hombre, viviendo así largos años, hasta que los progresos industriales del siglo XIX convirtieron el penoso arañar en el filón de la mina en técnica explotación a cielo abierto, y el trabajoso acarreo del mineral en poderosos medios de transporte, surgiendo así la moderna industria minero-siderúrgica.

Interior de la antigua ferrería de Lebario, en Abadiano (Vizcaya), desaparecida en el año 1927.
   Las ferrerías situadas en los montes se llamaban “agarrolas”, y las movidas por agua “cearrolas”, palabras eúscaras que pueden traducirse en el sentido de la fábrica en sito seco y fábrica en sito de agua.

   Existieron dos clases de ferrerías: las “mayores” y las “menores”, con misión propia cada una. En las primeras se fundía la masa mineral utilizando el carbón vegetal con el impulso del aire que daban los fuelles o barquines a través de una tobera.

   Las masas de hierro que se fabricaban eran de doce a dieciséis arrobas, y con cada una se hacían cuatro tochos de una vara de largo cada uno.

    Estos tochos pasaban a las ferrerías “menores” o “tiraderas”, en donde adelgazaban y convertían en barras, herrajes, arados, etc. Para el forjado se servían de un martillo de seis a ocho quintales, que golpeaba sobre un yunque metido en tierra. 

   Vizcaya fue aumentando sus ferrerías, que pasaron de 80, a principio del siglo XVI, a 109 mayores y 70 menores, en el siglo XVII, con una producción de 7.500 toneladas al año, no obstante la sensible decadencia que experimentó España en este periodo. El objeto principal de sus actividades eran los útiles para la agricultura, las anclas, cadenas, clavazón y herrajes para la obra naval, tan potente en la costa vasca, y la fabricación de armas blancas templadas por los ferrones de Tavira – hoy Durango -, en aguas del Ibaizabal.

   El hierro de Vizcaya fue muy conocido y apreciado allende los mares. En las mazmorras de la Torre de Londres se exhiben los hierros que sirvieron de prisión y de tortura, nominándolos “hierros de Bilbao”. Shakespeare, alude en dos de sus famosas obras o trabajos de hierro de Bilbao, llamando, en Hamlet, “bilboes” a los grilletes empleados para los marineros que se amotinaban a bordo de los barcos  y en The Merry Wives of Windsor, “bilbos” a las espadas labradas con hierros de Bilbao.

Ferrería de Poval, en Somorrostro (Vizcaya).
   Una de las ferrerías de Vizcaya que más importancia tuvo en el siglo XVII fue la de Lebario, sita en Abadiano, y que hasta 1927 estuvo en buen estado de conservación, siendo destruida en aquella fecha para construir en su lugar una central hidroeléctrica. La del Poval, en Somorrostro, se ha conservado admirablemente hasta época reciente.

   Siempre se trabajó con gran entusiasmo en esta región por el fomento y desarrollo de la industria del hierro. La Real Sociedad Vascongada de Amigos del País, trató de asuntos siderúrgicos en una junta celebrada en Bilbao, en 1772. Después de dar cuenta uno de los socios de sus visitas a las fábricas de Suecia, Austria y otros países, la Comisión de Ferrones propuso se hicieran nuevos estudios para mejorar la calidad de los productos, así como su abaratamiento, ofreciendo premios a los ferrones o particulares que con sus nuevos procedimientos o maquinaria consiguieran resultados prácticos en ese sentido.

   El primer horno alto levantado en Vizcaya se instaló en Bolueta, por la Sociedad “Santa Ana de Bolueta”, en el año 1848. Unos años más tarde, en 1854, se instaló otro horno alto en la fábrica “Nuestra Señora del Carmen”, en Baracaldo, por los señores Ibarra Hermanos, y la tradición cuenta que el encendido de este horno se hizo con fuego que se llevó de la ferrería el Poval, en Somorrostro, que a la sazón pertenecía también a los señores Ibarra.  

   La fábrica de “Nuestra Señora del Carmen” obtuvo la Medalla de Oro en la Exposición Universal de París en 1855, por la calidad extremadamente dulce de sus hierros. Esta fábrica y “La Vizcaya”, que se montó en Sestao en 1882, constituyeron la base de la formación, en 1902, de la Sociedad “Altos Hornos de Vizcaya”.

Publicidad de 1951.
   Existieron también en aquella época fábricas de hierro en Astepe (Amorebieta), Miravalles, Usánsolo y Santa Agueda.

   Don Federico Echevarria, en el año 1876, fue el iniciador de una fundición que, en desarrollo y progreso continuos, dio lugar a la constitución, en 1920, de la “Sociedad Anónima Echevarria”, con sus tres fábricas en Recalde, Santa Agueda y Castrejana, En 1892 se funda la “Compañía Anónima Basconia”, para fabricar hojalata en su fábrica de Basauri, Dos Caminos, instalando posteriormente hornos de acero y trenes de laminación. Y en 1902 se crea la “Sociedad Altos Hornos de Vizcaya” S.A., por la fusión de “Altos Hornos y Fábrica de Hierro y Acero de Bilbao”, “Sociedad Metalúrgica y Construcciones de Vizcaya” y la “Compañía Anónima Iberia”.

   Así nació y creció, fundamentalmente en las antiguas ferrerías, la actual industria siderúrgica vizcaína, que representa aproximadamente, en el total de la producción nacional, del 60 al 70 por 100, en la de lingote de hierro, y del 50 al 60 por 100 en la de acero.

   Cuando mayor incremento adquirió la siderurgia en Vizcaya, así como en el resto de España, fue en el periodo comprendido entre 1923 y 1929. Durante esta época se modernizaron y ampliaron las industrias siderúrgicas. En 1924 se puso en marcha una nueva instalación en Sagunto (Valencia), para utilizar los minerales de Sierra Menera de las provincias de Teruel y Guadalajara.

    Levantada por la “Compañía Siderúrgica del Mediterráneo” con capital vizcaíno, pasó más tarde a ser propiedad de “Altos Hornos de Vizcaya”, S.A.

Publicidad de 1951
   Toda clase de respeto y admiración merecen aquellos antiguos ferrones de Vizcaya, que con su laboriosidad llegaron a conseguir la fabricación de un hierro que hizo famoso en todo el mundo el nombre de España, y es justo que en esta ocasión les rindamos un emocionado recuerdo, como asimismo a tantos y tantos ilustres vizcaínos, que en los tiempos modernos continúan la trayectoria marcada por sus mayores laborando en pro de la industria de Vizcaya, que es lo mismo que decir industria nacional.



Publicado en 1951 en la revista METALÚRGIA Y ELECTRICIDAD.

Obra original perteneciente a los fondos bibliográficos de la Fundación Sancho el Sabio Fundazioa. (Vitoria-Gazteiz).

http://hdl.handle.net/10357/8536