domingo, 29 de noviembre de 2015

Los talleres Babcock & Wilcox.- 1924

Los talleres Babcock & Wilcox.- 1924

Figura 2ª.- Vista general de los talleres
   A pocos kilómetros de Bilbao y próximo a la desembocadura del Nervión, en el valle del río Galindo, último afluente de la margen izquierda de aquél, se levantan los grandes talleres que la Sociedad Española de Construcciones “Babcock & Wilcox” construyó para dedicarlos a la fabricación de las calderas que dan nombre a la Sociedad, tubos de acero estirado sin soldadura, locomotoras, construcciones metálicas en toda su extensión, calderería en general y fundición de hierro y bronce.

DESCRIPCIÓN GENERAL.

   Es el valle del Galindo, en la parte donde están situados los talleres, una gran marisma, con cota de unos 3 metros sobre las mareas bajas medias, que hubo necesidad de terraplenar con el fin de establecer el piso de las naves a una cota lo suficientemente elevada para evitar todo riesgo de inundación, pues ha de tenerse en cuenta que la carrera de marea en las rías que circundan los talleres pasa de 4 metros.

   Sobre este terraplén, asentado casi directamente sobre la capa de fango que forma el terreno de las marismas (capa de profundidad indefinida para los efectos de construcción), fue preciso establecer los cimientos de las naves y edificios anexos.

   Forman los talleres 15 pabellones, todos construidos con entramado de hormigón armado. Está constituido aquel entramado en 14 de las naves por robustos pilares y nervios que enlazan sus cabezas de forma tal que al mismo tiempo que los arriostran entre sí sirven de vigas sobre las que circulan las grúas-puente; esto por lo que se refiere a los pilares interiores. Los de fachada se enlazan por una serie de nervios horizontales formando entrepaños que van rellenados con muro de ladrillo, de un asta de espesor.

Los pilares, a partir del plano de las vías de las grúas-puente, se prolongan con menor sección, claro es, la necesaria únicamente para soportar la cubierta, compuesta de formas metálicas tipo inglés, con cubrimiento de uralita y teniendo en el centro de los faldones amplias claraboyas que permiten la iluminación de los interiores con luz cenital. Los pilares de cubierta van asimismo arriostrados en sus cabezas mediante nervios.

   Hay una nave, la destinada a taller de modelos, cuya construcción difiere de las demás; es también su estructura de hormigón, pero los pilares, de sólo 6 metros de altura, aunque van enlazados unos con otros en sus coronaciones por medio de nervios, no han de soportar grúas de ningún género, y en cuanto a la cubierta, en cielo raso, está formada por un forjado de hormigón.

   Para la cimentación del conjunto sobre terreno de tan pésimas condiciones hubo necesidad de emplear grandes basas, también de hormigón armado, que permitieron cargar al terreno con 0,4 kg. por cm2 tan sólo.

   Los 15 pabellones que integran la factoría están distribuidos tres grupos: una nave aislada, de 85 por 15 metros, que se destina a taller y almacén de modelos; un grupo de diez formando los talleres generales, de las que una, la destinada a fundición, tiene 200 por 20,90 metros, y las nueve restantes 100 por 20,90 metros, y otro grupo de cuatro, destinadas a la fabricación de tubos de acero estirado, con dimensiones de 95 por 20 metros.

   Todos los talleres están enlazados entre sí por un haz de vías, y que permite llevar los distintos materiales de uno a otro sin más que sencillas maniobras, de las que se encargan una locomotora Maffei de 4.350 kg. de esfuerzo de tracción, y dos grúas locomóviles, de cinco toneladas de carga, de la Babcock & Wilcox Ltd., de Londres-Renfrew.

   Pasemos una ligera revista a las distintas instalaciones auxiliares de la fábrica antes de entrar de lleno en la descripción de cada nave y de su utillaje correspondiente.

   La maquinaria de la factoría está movida eléctricamente por motores individuales para cada máquina en la mayoría de los casos, y sólo en algunos especiales sirviendo un motor, mediante la transmisión correspondiente a un grupo de ellas.

   La energía necesaria, recibida bajo la forma de corriente alterna trifásica a la tensión de 3.000 voltios, se transforma a 220 voltios, que es el voltaje que emplean casi todos los motores, grúas y alumbrado de talleres, y a 110 voltios para el alumbrado de oficinas y dependencias. Para dicha transformación hay dos centrales de las cuales una sirve a los talleres generales y la otra a la fábrica de tubos.

   La primera central está constituida en esencia por tres transformadores de 400 kw. del tipo acorazado, en baño de aceite, con relación de transformación 3.000/220;dos grupos convertidores formado cada uno por un motor de 370 HP., 3.000 voltios y 50 períodos, acoplado a una dínamo de 250 kw. y 220 voltios para el servicio de los motores de corriente continua; un transformador para los instrumentos y dos transformadores de 7,5 kw., también en baño de aceite, y relaciones de transformación 3.000/220, 210,200 y 3.000/115,121,127.

   Desde luego existen en esta central los cuadros de alta y baja tensión necesarios para el servicio de todos los aparatos y talleres.

Figura 1ª.- Plano general de talleres y vías.
   La segunda central cuenta con el cuadro de alta tensión para los cuatro motores de la fábrica de tubos que trabajan a 3.000 voltios y toman la energía directamente de la línea; con dos transformadores, el de entrada e instrumentos, otros dos transformadores de 400kw. iguales a los de la otra central y un cuadro de baja tensión.

   La potencia disponible para toda la fábrica es en resumen: 1.710 k w. en la primera central y 800 kw.  en la segunda, más 895 kw. correspondientes a los cuatro motores que la toman directamente de la línea.

   Estas centrales ocupan pequeñas casetas adosadas a la fachada principal de los talleres.

   Para las distintas clases de trabajo que se efectúan se precisa disponer de fuerza hidráulica, neumática y de vapor, y a estos fines cuenta la factoría con una central de vapor, otra de fuerza hidráulica e instalación de compresores de aire. Consta la central de vapor de dos calderas Babcock & Wilcox de 170 m2 de superficie de calefacción cada una, provistas de cargadores automáticos, recalentadores de vapor, calentador de agua de alimentación, dos bombas “Weir” para la alimentación, purificador de agua, aparato indicador de CO2 y el caballito para el movimiento de los cargadores automáticos. Estas calderas suministran el vapor a los martillos-pilones de la nave de forja, tubos y a la central hidráulica. Para el servicio de las calderas hay una chimenea de acero, del tipo autoestable que construye la Sociedad, de 32, 4 6 metros de altura y 1.755 mm . de diámetro, que sirve así mismo a los hornos de recalentar, de forja y estampado.

   En la central hidráulica, que envía la presión de agua a las remachadoras y bancos de prueba de calderas y tubos, existe una bomba “Simpson” de triple expansión y doble efecto que impulsa el agua al acumulador hidráulico, que trabaja a una presión de 105 kg. por cm2. Dos grupos electrocentrífugos movidos por motores de 5,5 HP. alimentan de agua a la bomba principal.

Figura 3ª.- Una de las naves de la fábrica de tubos.
   La instalación de aire comprimido la componen tres grupos compresores de la “Fullerton, Hogart & Barclay Ltd.”, con una capacidad de 8.500 litros por minuto, a la presión de 7,75 kg. por cm2, accionados por tres motores de 65 HP. , uno para cada compresor. Las tuberías de escape de los compresores abocan a dos depósitos reguladores, de los que parten las tuberías de servicio con más de 600 metros de longitud, disponiéndose en ellas, a cada 5 metros, de bocas de toma, a las que se enchufan las mangueras flexibles que sirven el aire a los martillos, retacadoras, etc.

   Citaremos, por último, como otras instalaciones auxiliares los ¡generadores dé acetileno, uno fijo con capacidad de 11.300 litros y otro portátil de 500 litros, con la correspondiente tubería de distribución de aquel gas a los aparatos de soldadura y corte. La de soldadura eléctrica, compuesta por la máquina tipo “Alternac” con su transformador bifásico. La de forjar y templar herramientas con los elementos necesarios para templar con agua, aire y aceite. La de cementación con un horno para cajas hasta de 1.450 por 800 y el secadero de madera, tinglado que existe a continuación del taller de modelos.

   Descritos a grandes rasgos la ubicación de los talleres, la forma en que están construidos y las instalaciones auxiliares, pasemos revista a las diferentes naves que los forman.

FÁBRICA DE TUBOS.

   Empezaremos describiendo la fábrica de tubos, que es, sin género de duda, la más interesante de todas las especialidades a que se dedican estos talleres. La componen, como ya hemos dicho, cuatro pabellones de 95 por 20 metros, contándose en cada una de ellas con grúas-puente de potencias distintas, dos de 5 toneladas y las otras dos de 10 toneladas.

   Creemos interesante decir algo acerca de estas grúas, todas construidas por la casa matriz de la Sociedad: por la Babcock & Wilcox Ltd., de Londres. Cada grúa dispone para sus movimientos de tres motores, uno para la traslación del puente, otro para la del carro portador del gancho, y un tercero destinado a la elevación de la carga. En las grúas de 5 toneladas las potencias de estos motores son, respectivamente, de 8,4 y10HP., siendo estas potencias para las de 10 toneladas 18,8 y 18 HP.

   Hay en total en la fábrica de tubos 45 motores eléctricos con potencias diversas, alcanzando éstas en algunos de ellos a 450 HP.

   La fabricación en esencia se reduce a perforar el redondo de acero, previamente calentado al rojo, en perforadores ad hoc, y a su laminación en laminadores de rodillos de perfil especial. El tubo ya laminado pasa a los trenes de estirar, que pueden trabajarse bien frío o bien caliente.

   Se dispone de trenes para tubos de 51 mm. y de 102 mm. de diámetros exteriores, siendo esta última la máxima dimensión que se construye.

   El tren grande de laminación ocupa la nave segunda del grupo, contando en dirección Norte a Sur, y en esa misma nave, que dispone de una de las grúas de 10 toneladas, están las máquinas para centrar los redondos de acero, los hornos para calentar las bocas de los tubos, las máquinas encargadas de aplastar dichas bocas con el fin de que las mordazas de los bancos de estirar agarren bien los tubos, y otras varias, como la máquina de prueba, la encargada de cortar, un compresor de aire, otra máquina para enderezar tubos, etc., etc.

   En esta nave hay también uno de los bancos de estirar en caliente con su correspondiente horno, donde es caldeado el tubo previamente laminado.

   El tren pequeño de perforación y laminación ocupa la última nave del grupo, la situada más al Sur, trabajándose en ella los tubos hasta de 51 mm. de diámetro exterior. Asimismo hay en ella dos bancos de estirar en caliente. En la figura 3ª, que es una vista de este pabellón, se distinguen perfectamente, al fondo, los hornos de calentar los redondos; a la derecha, en último término, el perforador; a la izquierda, también en último término, el tren de laminar propiamente dicho, y a derecha e izquierda, delante de aquéllos, los dos bancos de estirar en caliente con sus correspondientes hornos.

   Esta nave tiene una de las grúas-puente de 5 toneladas, y como instalaciones auxiliares, las máquinas de centrar, mandrinar, abocardar y cortar tubos, sierras en caliente, etc., etc.

   Los tres bancos dobles de estirar en frio ocupan la nave Norte del grupo. En ellos, el tubo laminado, con una de sus bocas aplastadas, es pasado en frío a través de las hileras. Como partes necesarias a esta forma de fabricación tiene esta nave los hornos para recocer los tubos, y la instalación de decapado de los mismos. Se cuenta también en este pabellón con máquinas de roscar, afiladoras, etc., y como parte esencial de la fábrica, la instalación de galvanizado.

   La nave tercera se dedica exclusivamente a la maquinaria que se precisa para preparar todos los elementos necesarios a perforadores, laminadores y bancos de estirar y en ella cuatro martillos-pilones, fresadoras para trabajar los rodillos de los laminadores, fraguas, yunques, etc., y el banco donde se prueban los tubos a presión hidráulica, pudiendo alcanzarse presiones hasta de 105 kg. por cm2. En esta nave se dispone de una de las grúas-puente de 5 toneladas.

   Los hornos son caldeados por gas, y para su obtención hay cuatro gasógenos que ocupan un tinglado a espaldas de los pabellones. Una red de tuberías con sus válvulas y puertas de explosión conducen el fluido hasta los hornos, y en la figura 3ª se ven perfectamente esas tuberías. Para el servicio de los hornos cuenta la fábrica de tubos con siete chimeneas de chapa de acero, de distintas alturas y diámetro.


TALLERES GENERALES.

   La parte de la factoría, que hemos llamado talleres generales y que está formada por las once naves restantes, comprende los pabellones destinados a fabricación de modelos y su almacenaje, nave E, de la figura 1ª, y de la que la figura 4ª representa una vista; fundición de hierro, nave A y figura 5ª; montajes y fundición de bronce, nave M; construcciones metálicas en general y montaje de ellas, naves B y C y figuras 6ª y 7ª; ajuste y maquinaria de locomotoras, naves D y E; al fondo de estas naves están los talleres de herramientas, y en un piso sobre éste el taller de bronces y cobres; montaje de locomotoras, nave F y figuras 8ª, 9ª y 10; calderería y montaje de calderas, naves H y J, figuras 11 y 12, y, por último, la destinada a forja y estampado, nave K y figura 13.

TALLER DE MODELOS Y FUNDICIÓN.

Figura 4ª.- Taller de modelos.
   En el taller de modelos cabe considerar como partes constitutivas de él la destinada a almacenaje y secadero de madera, la instalación de aserrar, el taller propiamente dicho y el almacén de modelos.

   La instalación de, aserrar y el taller de modelos comprenden cinco sierras, de las cuales hay una vertical con varias hojas y con longitud de carro de 9 metros, una de cinta, dos circulares y una de péndulo para hojas de 600 mm. de diámetro.

   Cuenta asimismo este taller con un cepillo para planear, otro para poner a grueso; tres tornos, de los cuales dos son de bancada fija y el tercero con ella movible, con distancias entre puntos variables de 900 mm. A 4.000 mm. de unos a otros; tres taladros para madera con brocas hasta de 50 mm., seis guillotinas, seis escopladoras para ensamblajes y dos lijadoras, una para lijar círculos interiores y la otra para los modelos en general.

   En el almacén se conservan perfectamente clasificados todos los modelos una vez que son devueltos por fundición.

   En la nave de fundición aparecen perfectamente marcados los diferentes grupos de máquinas o instalaciones precisas para la fabricación; y hemos de considerar primero el grupo destinado a preparación de arenas y carbón formado por los tres molinos, dos mezcladoras y seis cribadoras de arena y una trituradora de carbón; de estas máquinas, las cribadoras son accionadas por aire comprimido y las mezcladoras y molinos por un motor eléctrico de 25 HP. mediante la correspondiente transmisión.

   Otro grupo, que aparece claramente diferenciado, es el que forman las máquinas o instalaciones encargadas de preparar machos y moldes, y dentro de este grupo este taller cuenta con trenzadoras de cuerda para machos cilíndricos; macheras; máquinas moldeadoras, de las que tres son neumáticas y tres hidráulicas, y tres estufas de secar machos, de amplias dimensiones, con sus vías y plataformas de servicio.

Figura 5ª.- Vista general de taller de fundición.
   Como medios auxiliares para el transporte y elevación de materiales hay en esta nave dos grúas-puente de 20 metros de luz y de 5 y 15 toneladas de potencia, de idénticas características que las de la fábrica de tubos ya mencionadas; una grúa de pescante con movimiento a mano y cinco grúas también de pescante de dos toneladas, aunque éstas accionadas hidráulicamente.

   La instalación base de este taller la componen dos cubilotes con producción horaria de 5 y 10 toneladas respectivamente. Están provistos de antecrisol, y para la maniobra de cargarlos hay un montacargas hidráulico de 2.500 kg. de capacidad, que asciende los materiales, carbón, lingote o chatarra, desde la vía de servicio que corre a lo largo de la fachada del taller, hasta la plataforma de carga de los cubilotes. Se dispone para el servicio de éstos de una serie de cucharas con capacidades crecientes desde 25 kg. a 10 toneladas, y para insuflar el aire necesario dos grupos electro-ventiladores con capacidad de 198.240 litros por minuto a la presión de 838 mm. de columna de agua con motores de 65 HP., uno por grupo.

   Las piezas fundidas, una vez terminado el desmoldeo han de prepararse, quitándoles la rebaba y mazarotas. En las piezas grandes se efectúan estas operaciones a mano o con útiles neumáticos en ciertas ocasiones; en cambio, en las piezas pequeñas se efectúa el rebarbado y su esmerilado a máquina, y a este fin el taller que describimos cuenta con cinco tambores giratorios para rebarbar y seis esmeriladoras dobles con la correspondiente aspiración de polvo. Estas máquinas son movidas por una transmisión accionada por un motor de 40 HP.

Figura 6ª.- Taller de montaje general.
NAVE DE MONTAJES.

   Poco hemos de decir de la nave de montajes, a cuyo fondo, ocupando un espacio de 25 por 20,90 metros, está la fundición de bronce en comunicación con la general de fundición.
   Siendo este pabellón el lugar donde se presentan los cargadores automáticos para las calderas Babcock & Wilcox y donde se montan las apisonadoras de vapor y gasolina cuenta, aparte de los bancos de ajustar, con dos grúas hidráulicas de pescante de 2.000 kg. de potencia y 6 metros de radio y una grúa-puente de 20 metros de luz y 10 toneladas de potencia.

Figura 7ª.- Vista parcial del taller de montaje de grúas.
FUNDICIÓN DEL BRONCE.

   Para la fundición del bronce se dispone de una batería de hornos crisoles con capacidades hasta de 300 kilogramos, con sus ventiladores movidos por un motor de 5 HP. Hay, además, como maquinaria auxiliar, una trituradora de cok, un molino, una máquina magnética y tambor de rebarbar, movidas todas por un motor de 15 HP. También este taller tiene su cribadora neumática de arena, varias estufas portátiles para secar machos, así como una serie de bancos de moldear.

Figura 8ª.- Vista general de la nave de montaje de locomotoras.
TALLERES DE CONSTRUCCIONES METÁLICAS DE TODO GÉNERO.

   Una rama muy interesante de la fabricación es la construcción de grúas eléctricas, transportadores para toda clase de áridos y construcciones metálicas de todo género. Dos naves completas se destinan a estos fines y para el servicio de cada uno de ellos una grúa-puente de 10 toneladas.

   Las diversas operaciones que hay que verificar para la construcción de estructuras metálicas pueden resumirse en las siguientes: trazado; corte de plantillas y marcado de chapas y perfiles; corte de éstos bien a tijera o sierra, bien con los aparatos oxiacetilénicos; cepillado de cantos de chapas, barrenado o punzonado; escarpado, curvado, las de armar y remachar; y por último, el retacado en las construcciones que así lo exijan.

   En esta clase de talleres ha de disponerse por de pronto de un amplio espacio para el trazado de las monteas, y en los que describimos se dedica a este fin un piso situado encima de la sala de herramientas, existiendo en el taller una máquina guillotina para la preparación de plantillas. El grupo de las herramientas destinadas a cortar chapas y perfiles lo integran las dos sierras de cinta y de disco, y las tres tijeras para chapas y perfiles, siendo una de ellas universal, y aparte, claro es, la batería de corte con oxiacetileno.

   Hay para el cepillado de cantos una cepilladora con una carrera útil de 5 metros, movida por su motor de 10 HP.

   El barrenado verificase en la batería de seis taladros radiales de 2.438 mm. de radio con motores independientes de 7,5 HP. cada uno, provistos de sus plataformas sobre vías que permiten el desplazamiento transversal de ellas, y en el taladro horizontal con motor propio de 10 HP. La operación de punzonar corre a cargo de una punzonadora para agujeros hasta de 25 mm. En chapas de 20 mm. como máximo, movida por un motor de 7,5 HP., y de una de las tijeras antes citadas que permite punzonar chapas de 22 mm. con agujeros también de 25 mm.

   Hay necesidad para escarpar las chapas de caldearlas en sus esquinas, y a este fin dedícanse dos fraguas con su electroventilador de 4 HP. y varias otras fraguas de ladrillo.

   Disponiéndose en otro de los talleres de un rodillo para curvar y enderezar chapas más potentes, sólo se hace uso en este taller de uno “Craig” para chapas hasta de 12 mm. de espesor, con largos de 1.500, accionado por un motor de 18 HP., y otro “Bertands” para chapas hasta 15 mm. de espesor, con su motor de 20 HP. El curvado de perfiles corre a cargo de dos máquinas, una de ellas con motor de 20 HP.

   Con la ayuda eficaz de las grúas-puente se arman todas las estructuras, y para remacharlas, aparte de los martillos neumáticos, existe una batería de remachadoras hidráulicas de pescante, y para servicio de ellas, plataformas que corren sobre vías dispuestas para el caso.

   El retacado se efectúa siempre con los útiles neumáticos. Para el servicio de este taller se cuenta con varios bancos de ajustadores, hornos para remaches, un martillo-pilón neumático, dos esmeriladoras, una doble y sencilla la otra, una máquina de roscar, varias mesas para enderezado de chapas, y por último, y para el montaje de grandes estructuras que por su tamaño no quepan en el taller, una grúa tipo pescante para 4 toneladas de carga, con radio de 12 metros y altura del gancho de 23 metros, adosada a la fachada de estas dos naves.

   Como también se reparan y construyen ténders de locomotora hay necesidad de las vías necesarias de acceso y fosos de visita y montaje.

Figura 9ª.-  Montaje de locomotoras.
Fresadora universal de largueros de bastidores.
TALLER DE AJUSTE.

   También el taller de ajuste ocupa dos naves, y también para el servicio de cada una de ellas hay una grúa-puente de 20 metros de luz y 10 toneladas de carga.

   Tiene este taller en total 40 motores con una potencia aproximada de 700 HP., habiendo sólo 8 que muevan transmisiones, siendo los restantes particulares para cada máquina.

   Agrupemos las máquinas-herramientas que se precisan en un taller de ajuste, aparte de los bancos y tornillos para el ajuste a mano, en los grupos siguientes: 1º, máquinas dedicadas a operaciones de cepillado; 2º, las de tornear; 3º, de mandrinar; 4º, de rectificar; 5º, de fresar; 6º, de taladrar; 7º, de roscar; 8º de limar, y 9º, las de aserrar, y enumeremos las distintas clases de máquinas con arreglo a esta división.

   Encontramos que en este taller se dispone, como máquinas pertenecientes al grupo 1º, de cuatro cepilladoras horizontales con capacidades máximas de 4.500 milímetros de longitud por 1.500 mm. de anchura y 1.500 milímetros de altura, con una carrera de 4.000 mm. Y tres cepilladoras verticales destinadas al trabajo de cigüeñales, sectores, etc.

   La batería de tornos, máquinas que entran de lleno en las agrupadas en la partida núm. 2, la componen veinticinco tornos horizontales, los mayores de 460 milímetros de altura de puntos y 5.000 mm. de distancia entre ellos; dedícanse las máquinas de este grupo especialmente al trabajo de ejes, muñequillas, tapas de cilindros, émbolos, sus vástagos, segmentos, etc., etc. Los ejes montado  se trabajan en dos tornos especiales y un torno al aire; aquéllos permitiendo el trabajo en ruedas hasta de 2.000 mm. y este último, potentísimo, para diámetros hasta de 3.700 mm. con bancada de 3.700 mm. Y servido por dos portaherramientas. Los bandajes se trabajan en un torno vertical para diámetros hasta de 2.150 mm.

   Cuatro mandrinadoras horizontales universales son las máquinas representantes del grupo 3.°; son de los últimos modelos construidos y se dedican especialmente al trabajo de cilindros de locomotoras, pues en ellas se barrenan, refrentan, taladran y roscan dichas piezas. Tienen como características 1.000 mm. de altura de centros, 860 mm. de diámetro de plato y 2.700 milímetros de luz libre.

   Interesantísimo es el grupo que forman las distintas máquinas rectificadoras, y merecen especial mención entre ellas dos verticales, una de ellas con movimiento planetario, dedicada a rectificar taladros en bielas y mecanismos, y la otra, radial, en la que se rectifican sectores, una vertical de disco y otra tipo “Norton”, dedicada al trabajo en ejes, bielas, vástagos y crucetas.

   El grupo dedicado a operaciones de fresar está representado por varias máquinas interesantes en grado sumo, descollando entre ellas una con fresa sin fin para el fresado de engranajes, tres fresadoras verticales y cuatro horizontales, todas ellas máquinas potentes y modernas.

   Todas las operaciones de taladrar que en este taller se efectúan corren a cargo de una batería de seis taladros radiales y dos horizontales; las primeras máquinas, dignas de especial mención por su potencia y por ser del último modelo en su género, tienen un radio útil de trabajo de 2.400 mm. con altura máxima del brazo de 1.700 mm.; en cuanto a las segundas, puede juzgarse de su importancia teniendo en cuenta que su capacidad máxima alcanza a 2.700 por 2.700 mm. Con una altura del portaherramientas de 1.500 mm. Las divisiones 7, 8 y 9 están integradas por dos máquinas de roscar, cinco limadoras de varios tamaños y dos sierras, existiendo otra dedicada a taladrar y cortar chaveteros en vástagos, bielas y crucetas.


Figura 10ª.- Detalle del montaje de locomotoras.
SALA DE HERRAMIENTAS.

Hemos dicho que la denominada sala de herramientas ocupa un espacio al final de los dos pabellones de ajuste. En ella se agrupan una serie de máquinas accesorias a las que forman el ajuste, y como núcleo el más importante destaca el grupo de veinticinco tornos automáticos, en uno de los cuales se estalonan toda clase de herramientas, siendo otro de ellos especial para roscar, taladrar y cortar virotillos para las calderas de locomotoras.
    También en esta sala se dispone de dos cepilladoras, dos fresadoras horizontales y diez rectificadoras de distintas capacidades y para distintos usos, dedicándose una de ellas a la fabricación de herramientas.

   Existen otras máquinas de aplicación inmediata en una sala de herramientas, y entre ellas, destacando, cuatro esmeriladoras, una pulidora, una sierra en frío, así como una máquina de roscar de cuatro husillos que se emplea para la fabricación de tuercas, y otra máquina también muy interesante es la destinada a soldar las sierras de cinta.

Figura 11ª.- Taller de calderería general.
CALDERERÍA.

   La calderería, que después describiremos, y el ajuste envían las diferentes partes de las locomotoras a la nave destinada a su montaje, cuyas dimensiones son como todas las del grupo. Gracias a las dos grúas-puente, de 40 toneladas de carga cada una, las maniobras del montaje se facilitan extraordinariamente. Son estas grúas de 20 metros de luz y tienen, además del mecanismo para la elevación de las 40 toneladas, uno auxiliar para 10 toneladas. Las potencias de los motores que las mueven son: 20 HP. para la traslación del puente, 8 HP. para la del carro y 15-20 HP. los motores de elevación de las cargas; la altura máxima que pueden alcanzar los ganchos es 9 , 5 0 metros.

   Para mayor facilidad del montaje de las locomotoras y reconocimiento de las que entran a reparar se emplean tres fosos de 75 metros de longitud cada uno, el central con vías anchas y de un metro, y disponiéndose en todos ellos de tomas de corriente, conexiones de aire comprimido y alumbrado.

   Cuenta este taller con diversas herramientas portátiles, como mandrinadoras para cilindros, fresas, taladradoras y rectificadoras eléctricas y neumáticas, y con una potentísima fresadora de largueros de bastidores representada en la figura 9, con mesa de 1,5 por 2 metros, carro portátil para fresa vertical accionado por un motor de 25 HP.; con movimientos de traslación a lo largo de la mesa y transversalmente a ella, y dos taladros radiales de 2.896 mm. de radio movidos por motores independientes de 7,5 HP. y 4 HP., los primeros para el trabajo y los segundos para su traslación a lo largo de la mesa, captando la corriente mediante los correspondientes “trolleys”. Esta máquina termina a la vez y con una sola maniobra de colocación cinco largueros de bastidor con espesor cada uno de 32 mm.

   No dejaremos de mencionar los bancos de ajustadores, la sección dedicada a la preparación de la tubería de cobre, así como la prensa hidráulica horizontal de calar ejes, muñequillas, manivelas, etc., con una potencia de 350 toneladas y presión de trabajo de 105 kilogramos por centímetro cuadrado, adscrita a este taller, no obstante estar en el de maquinaria de locomotoras.

   De las dos naves que ocupa la calderería, una se dedica a la construcción de ellas, reservándose la otra para su montaje. Es la primera una nave de 110 por 20,90 metros, siendo la segunda de las mismas dimensiones que todas las demás, es decir, 100 por 20,90 metros.

   Siguiendo la marcha que señalamos en el estudio de los talleres de estructuras cabe también en éste considerar las operaciones que allí indicábamos y los grupos de máquinas que a ellas se dedican.

   Siendo las piezas que en estas naves han de trazarse de dimensiones relativamente reducidas para esta operación se emplean varias mesas de trazado y caballetes y no una sala especial.

   En cambio, la instalación de corte de perfiles y chapas precisa aquí más elementos y más poderosos que en estructuras; por eso se destinan a estos fines una  sierra circular de 762 mm. de diámetro para cortar en frío, una sierra de cinta, una máquina especial para serrar los fondos estampados de las calderas de locomotoras, una tijera para chapas hasta de 25 mm. de espesor movida por un motor de 15 HP. y otra máquina para el corte de piezas con oxiacetileno, de novísimo modelo. Como los demás, cuenta también este taller para el corte con las instalaciones para oxhídrico y oxiacetileno.

Cepíllanse los cantos de las chapas en una máquina que cuenta con una serie de pistones hidráulicos para fijación de ellas y que puede trabajar hasta 5 metros de longitud; recibe el movimiento de un motor de 25 HP. 

Figura 12ª.- Taller de calderería.

   Otra operación que ha de hacerse en las piezas de calderería es el biselado de sus cantos, habiendo necesidad de disponer de una máquina especial para ello, que no es más que una fresadora apta para aquel trabajo.

   Ejecutan las operaciones de taladrado una batería de cuatro taladros universales con motores independientes de 10 HP. de potencia, colocándose los materiales a taladrar en mesillas que pueden correr a lo largo de una vía de maniobra; otra batería de cuatro taladros radiales con radios máximos de trabajo de 2,50 metros, movidos por motores independientes de 8 HP; un taladro horizontal múltiple de 6 husillos, con motor de 25 HP., y otro taladro horizontal para tambores de calderas Babcock, con mesa giratoria de 1.855 mm. de diámetro y 3 metros de altura, movido por motor de 10 HP.

   Otra clase de trabajo que hay necesidad de efectuar en todo taller de calderería es el curvado y enderezado de chapas, y a este objeto, en los que describimos se destina un poderoso rodillo capaz de efectuar aquellas operaciones en chapas de 4.572 mm. de ancho y 30 mm. De espesor, siendo accionado por dos motores.

   La instalación para remachar es completísima, pues además de que puede hacerse neumáticamente, hay una serie de remachadoras hidráulicas que efectúan este trabajo a perfección. Creemos interesante mencionar una remachadora hidráulica de pozo con altura útil de 3.800 mm. y otra del mismo tipo, pero de menores dimensiones, ya que su capacidad máxima es 1.866 milímetros. Para servicio exclusivo de ellas se cuenta con una grúa-puente de 15 toneladas de carga con tres motores de 45, 12 y 5 HP.; el primero, para la elevación de la carga; el segundo, para la traslación del puente,
y para la del carro el tercero; la altura máxima que puede alcanzar el gancho es 14 metros, permitiendo, por tanto, el remachado de las mayores calderas. Otras dos remachadoras portátiles completan la instalación, de las que una cuenta con cinco mesillas para la presentación de las chapas y la otra con un pescante para dos toneladas.

   Suelen presentarse casos de tener que pestañear en frío las chapas, y este trabajo está encomendado a una prensa hidráulica de pestañear.

   Claro es que para que sean completos estos dos talleres han de tenerse secciones dedicadas a las pruebas hidráulicas y de vapor de las calderas, y para este objeto parte de la nave de montaje de calderas está dedicada exclusivamente a esas operaciones.

   Sólo nos falta, para completar el estudio del taller de calderería, hacer mención de las tres grúas-puentes de 10 toneladas, idénticas a las de otras naves, y la de 30 toneladas, estando dos de 10 toneladas adscritas al pabellón de construcción y una de 10 y la de 30 al de montaje.

   La potencia de los motores que tienen estos dos talleres llega a 455 HP.

Figura 13ª.- Taller de forja y estampado.
TALLER DE HERRERÍA y FORJA.

   Terminemos la descripción de esta gran factoría dedicando algunas líneas al taller de herrería, forja y estampado, última nave del grupo de diez que forman los llamados talleres generales.

   Comprende la sección primera doce fraguas con sus tuberías de refrigeración, de ventilación y aspiración de humos. Él agua necesaria para la primera se toma de un depósito elevado que hay en la parte exterior del taller. Un electroventilador con motor de 10 HP. verifica la segunda operación, mientras que un aspirador movido por motor de 4,5 HP. se encarga de la aspiración de humos.

   Dedicadas a caldear las piezas grandes que hayan de forjarse, hay ocho fraguas que reciben el viento necesario de dos grupos electroventiladores con motores de 5 HP.

   La forja, propiamente dicha, cuenta con cuatro martillos-pilones de vapor; uno de 225 kg., otro de 381 kilogramos, contando para las maniobras con un pescante hidráulico de dos toneladas; otro más de 763 kg., también con su pescante de idéntica potencia que el anterior, y, por último, otro de 1.527 kg., servido asimismo por su correspondiente pescante.

   En la sección de estampado se cuenta con dos prensas hidráulicas, una de 170 toneladas y otra de 500 toneladas; ambas trabajan a 105 kg. por cm2 y se destinan al estampado de fondos, domos, etc., etc.

   Para el servicio de las prensas y martillos-pilones existen tres hornos de recalentar, uno de ellos de 5,20 por 4 metros para el caldeo de chapas grandes.

   Esta nave cuenta también con su grúa-puente de 10 toneladas y una pequeña máquina de hacer remaches con su horno correspondiente.

OTRAS INSTALACIONES.

Plano general de talleres y terrenos.
Tiene además la factoría un pequeño laboratorio químico, otro de prueba de materiales y un botiquín, y para los servicios de oficinas, un amplio edificio de tres pisos y sótano.

   La red de vías que sirve a los talleres se enlaza con las del ferrocarril de Triano, que por ser de vía ancha permite el paso sin transbordo de todos los materiales que se fabrican, y como dicho ferrocarril está enlazado con el de Bilbao a Portugalete y éste con el del Norte de España en Bilbao y con los de La Robla y Santander a, Bilbao, se tienen grandes facilidades para el envío de mercancías a toda la Península, y esto sin contar que estando rodeados los talleres por las rías del Galindo se facilita aún más la expedición de mercancías usando dichas vías fluviales, que desembocan en la ría de Bilbao, a poca distancia del puerto exterior.


Publicado en Noviembre de 1.924

Por E. Pérez Villamil en INGENIERIA Y CONSTRUCCIÓN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario