LAS MINAS DE SOMORROSTRO. IV - 1882
Ciertas pendientes que no han sido lavadas por
las aguas intensas
y por las que resbalaran las caidas de los surtidores ferríferos
hay mucha altura de rubio, pero debe tener escasa profundidad. De conformidad
con lo indicado, puede suponerse que las minas que dan rubio solo están lejos de los puntos de emergencia de
los geisers ó manantiales; que las que producen vena y rubio recibieron
el grueso de la caída de los surtidores, y que por las que presenta el campanil
y vena circularon y debieron salir las corrientes subterráneas, que con su
fuerza de impulsión lanzaron a grandes distancias las areniscas que las
cubrían, o dejaron al rededor de los cráteres intacto el suelo con su capa de
caliza arcillosa, que quedó entera y sin mineralizar debajo de la curva que
formaron los surtidores.
Tranvía aéreo al lavadero de Pobeña.
(Revista minera, metalúrgica y de ingeniería. 1912)
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Por último, en el seno de la vena y del campanil se hallan,
aunque en pequeña cantidad, algunos
ejemplares del primitivo carbonato de hierro ó hierro espático,
que indican que no toda la masa disuelta sufrió las trasformaciones
indicadas.
Tenemos, pues, que hay en Somorrostro, y demás criaderos,
estas clases de mineral: que contiene de 8o a 90 por 100 de óxido, y que da de
58 a 61 de hierro puro. El campanil, hematites roja, óxido férrico anhidro, con
73 a 84 de óxido, y que produce de 53 a 57 de metal limpio. Y el rubio,
hematites parda, óxido férrico hidratado, que contiene de 75 a 83 de oxido y de
54 a 56 de hierro.
La mina “Concha Nº 3”
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Además, según los análisis practicados
en la fábrica de los Sres. Ibarra, en la Escuela de Minas de París, y otros por
los Sres. Cock, Montgomerv, Krupp, Cockerill y Czyszkowski, que tengo á la
vista, esas diversas clases de mineral contienen también, en pequeñas y muy
variadas proporciones, ácido carbónico, agua, sílice, alúmina, cal, óxido de
manganeso, magnesia, fósforo y azufre, abundando, como es natural, la sílice y
el agua en el rubio, el manganeso en ciertas zonas del campanil, y la cal en la
vena. En muchas minas aparecen unidas dos clases distintas, y entonces el
producto explotado recibe el nombre de vena rabiada, rubio avenado ó campanil
avenado, según la proporción en que entren respectivamente.
Vizcaya: Mina de Ortuella
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En el lenguaje de los mineros, la vena se divide en dulce y
dura, ó en vena roja, negra y rojo-azulada, y
llaman toba al ocre amarillo; ollon, al óxido en forma de flores
ó granos ampulosos pedrisco, a la roca caliza un tanto mineralizada, y calon
a la arenisca ferruginosa. La masa de óxido de hierro que cubre toda la zona
minera parece estar distribuida de este modo : rubio, minas de Ollargan,
Bilbao, Iturrigorri, el Regato y Galdames; campanil, vena y rubio, minas
de Triano y Somorrostro ; vena y rubio, minas de Matamoros ; de
modo que la proporción existente viene á ser: rubio, 6/10; vena,8/10 y
campanil, 4/100; de cuya distribución detallada hablaré al tratar de las minas
en particular.
Diversos tipos de cargadores de mineral diseminados por las
costas de Vizcaya y Santander
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La forma en que está repartida la zona es muy irregular,
aunque en una especie de línea continuada. En las cercanías de Bilbao constituye cuatro manchones de
bastante extensión, en los altos de Ollargan, el Morro y Miravilla; después,
aparece muy poco intensa en Iturrigorri y Castrejana ; se amplía
considerablemente en Matamoros, en una superficie de más de 2.000 metros de
longitud por unos 700 de anchura en su parte más dilatada, y adquiere su mayor
desarrollo desde Triano al Cadegal y á Pucheta, espacio separado del anterior
por el barranco Granada, y que ocupa 4.000 metros de largo por i.ooo en su
máxima anchura, prolongándose por Torre-Moje y San Lorenzo, y estrechándose en
una faja de cerca de 200 metros de larga. E n las areniscas que se extienden en
los montes al O. de ambos grandes criaderos hay numerosas manchas pequeñas de
rubio, y, en fin , al O. de Somorrostro aparecen las abundantes zonas de Galdames,
como, casi en la costa misma, y en el límite de la provincia de Santander se
ven los yacimientos que surten al embarcadero de Pobeña. Solo los dos grandes
manchones de Matamoros y Triano comprenden una superficie de más de tres
millones de metros cuadrados, que contienen ciento sesenta millones de
toneladas de mineral, según quedó ya dicho. No se sabe, ni es fácil probar, hoy
por hoy, si estos montes sufrieron algún trastorno de posición, posterior á la
formación de los criaderos de hierro, aunque es de suponer que sí, ya que aun
se sucedieron en los continentes los levantamientos colosales de los terrenos terciarios,
y ya que los diluvios y las trepidaciones duraron largo tiempo, después de
surgir este macizo cretáceo.
Galdames: Cueva y mina de
“La Magdalena”
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En esos movimientos parciales, y en las denudaciones
que tanto han alterado la superiicie del globo, debió adquirir la cordillera de
Somorrostro su forma actual, y debieron formarse los barrancos que hoy vemos, y
en los cuales, el arrastre impetuoso de las aguas descompuso y barrió todo el
mineral de la
superficie existente en ellos, mientras que las corrientes subterráneas,
operaban el lento y secular trabajo de la descomposición del carbonato de
hierro, formaban el campanil y la vena y llenaban las cavernas de preciosas
estalactitas, que hoy son la admiración de los operarios, como en los primeros
tiempos de la emersión de los manantiales calientes se formaron en el seno de
las rocas esas preciosas geodas, en las que el hierro, casi en ebullición, ha
dejado sus burbujas en relieve, sus delicadísimas agujas ordenadamente agrupadas
y sus caprichosas flores de pyrolusita, y que excitan la curiosidad y causan el
encanto de los hombres instruidos.
RICARDO
BECERRO DE BENGOA
Publicado
el 22 de Diciembre de 1882 en la revista:
LA
ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA
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