Sociedad de Altos Hornos.- 1900
Fábricas de hierro y acero.
Vista general de Altos Hornos. |
La Sociedad Altos Hornos, uno de los dos mayores establecimientos
siderúrgicos de España, tiene su origen en la fábrica de hierro denominada del
«Carmen», emplazada en Baracaldo, en la confluencia de los ríos Nervión y
Galindo, a ocho kilómetros de Bilbao, pues si bien adquirió igualmente en un
principio la conocida con el nombre de la «Merced», situada en Guriezo,
provincia de Santander, hubieron de prescindir de ella por su poca importancia.
Se constituyó esta Sociedad el 2 de Diciembre de 1882, con un capital de 12.500.000 pesetas en 25.000 acciones
de 500 pesetas cada una, emitiendo al propio tiempo 25.000 obligaciones por un
valor nominal de pesetas 12.500.000, con 3 por 100 de interés, al precio de 60 por
100, amortizables en cincuenta años. Comprende esta fábrica una extensión de
116.500 metros cuadrados, con 400 metros lineales de muelle de su propiedad, y
otros 400 en la dársena de Portu, en los cuales se hacen las descargas de cok y
carbón con gran facilidad por medio de cinco grúas hidráulicas y de unas
estacadas fijas y andamios movibles, sobre los que corren unos
calderos-volquetes que se cargan en las bodegas de los buques, elevándose luego
para colocarlos en las mesillas y depositarse al pie de los hornos altos o en
donde convenga.
La Compañía
Orconera surte a esta fábrica del mineral necesario, transportando directamente
las primeras materias por ferrocarril desde sus minas a la fábrica; emplea el cok
inglés con el de Savero y el producido en la misma.
Vista de Altos Hornos desde la ría.
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Son tres los hornos
altos que se hallan funcionando y que pueden producir 300 toneladas de lingote
diarias. Para su servicio hay tres máquinas verticales soplantes y una horizontal,
que representan una fuerza de 2.000 caballos. Las estufas para calentar el
viento son del sistema Cowper, hallándose distribuidas tres en el horno núm. 3 y
cuatro en los hornos núms. I y 2, construyéndose en la actualidad una
quinta estufa de mayor altura, parecida a las que empezaron a usar los
americanos. Los gases de los hornos calientan estas estufas, y sirven de
combustible a 26 calderas, que pueden desarrollar una fuerza de 3.000 caballos.
Junto a los hornos altos se hallan emplazados ocho hornos de pudelar, con dos
martinetes y tren de desbaste, cuya producción está llamada a desaparecer por
sustituirse hoy con ventaja esta clase de material por el acero Martín-Siemens.
Se ha construido recientemente una batería de 25 hornos de cok, que se
completarán con otras dos más.
Desde hace poco más
de un año se halla al frente de los hornos altos el ingeniero inglés Mr. Harry Worton, y Mr. Boulaud, de nacionalidad belga, dirige los
hornos de cok.
Altos Hornos.- Batería de calderas.
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El taller Bessemer
se halla instalado en un espacioso tinglado, bajo el cual se cobijan dos
convertidores, capaces de convertir cada uno de 9 a 10 toneladas de hierro en
acero Bessemer por operación, haciéndose un término medio de 20 al día. Estos
convertidores pueden dar la vuelta completa, practicándose la operación por
medio de unas máquinas de vapor adheridas a los mismos apoyos en que están
montados, inyectándose el viento en los convertidores por medio de dos máquinas
soplantes. Para cargar los convertidores con el metal fundido que se recibe de
los hornos altos, verter éste en las lingoteras y cargar los lingotes se emplea
la fuerza hidráulica, que se compone de dos elevadores y tres grúas, cuyos
movimientos, así como los de las máquinas de vapor para voltear, se regulan
desde una estación central llamada “Púlpito”.
Bajo este mismo
tinglado se halla instalado un horno Siemens-Martín, capaz de producir 12
toneladas en cada operación. A la altura de los convertidores existen tres
cubilotes para fundir hierro, que, mezclándolo con la cantidad necesaria de
ferromanganeso, se obtiene la clase de acero Bessemer que se desee. Tiene esta
sección sus depósitos y demás dependencias secundarias. Desde hace seis años se
halla al frente de estos importantes talleres el distinguido e ilustrado
ingeniero de minas, modelo de laboriosidad, D. Fernando Molina García, que
desde que terminó sus estudios en la Escuela de Madrid se halla al servicio de
la fábrica.
Altos Hornos.- Tres desbastador
reversible.
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El taller de
laminado de grandes dimensiones, de acero está situado bajo tres espaciosas
naves que comprenden: tres hornos de recalentar, que trabajan a tiro forzado, y
un horno básico para hacer los extradulces. En la nave del centro se hallan
instaladas dos máquinas de vapor, reversibles, para el movimiento de los
trenes: la primera puede desarrollar hasta 2.000 caballos de fuerza para el tren
desbastador, y la otra de 8.000 caballos, la mayor montada en España, da por un
lado movimiento a los trenes preparador y acabador de perfiles ordinarios, y
por el otro a los de la misma clase para el laminado de planchas, pudiendo
producirlas hasta de dos toneladas de peso.
Tienen también
estos trenes su servicio de grúas, tijeras, tornos, sierra, prensas y demás
máquinas de cepillar, fresar y punzonar necesarias para el acabado de carriles.
Desde hace un año se halla al frente de este taller Mr. Francisco Linard.
Á continuación de
los hornos de pudelar se hallan cinco trenes de laminación: uno pequeño para
hierros comerciales; otro llamado universal y para chapa delgada; el mayor, que
en la actualidad se está reformando; el mediano, y, por último, el pequeño de
serpentaje, todos con sus hornos de recalentar e instalaciones accesorias.
Tiene la Sociedad
sus talleres complementarios de forja; de fundición, en el que se han hecho
piezas hasta de 25 toneladas; ajustaje, en el que se han construido máquinas, herramientas,
y de vapor, y en la actualidad una máquina soplante de 800 caballos, y el
taller de calderería, a cuyo frente se halla el joven ingeniero D. Joaquín
Urigüen, de cuyo taller han salido tramos metálicos instalados en carreteras y
ferrocarriles y cubiertas para edificios públicos de gran importancia, dedicándose
también a la construcción de calderas de vapor fijas.
Altos Hornos.- Muelles para carga y
descarga.
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Al frente de los
talleres de ajustaje y fundición se hallan, respectivamente, Mr. Yenkinss Lewis
y D. Babilés Sáez.
Tiene también la
fábrica un edificio destinado a pruebas y ensayos, y en su planta baja un
taller para proporcionar el alumbrado eléctrico de todas las dependencias; en la
planta superior del mismo se halla igualmente establecido un completo
laboratorio químico, a cuyo frente se halla el ingeniero D. Manuel Sánchez
Octavio.
Dirige la fábrica
desde hace siete años D. Carlos Mendizábal, procedente del cuerpo de Ingenieros
militares.
El personal obrero
asciende de 3.000 á 3.500 hombres.
La fábrica de Altos
Hornos ha consumido durante el año 1899, 146.800 toneladas de mineral de
hierro; ha producido 75.353 toneladas de lingote, 46.367 toneladas de lingote
Bessemer, 8.020 toneladas de lingote Siemens-Martín, 4.365 toneladas de hierro
pudelado basto y 56.277 toneladas de hierros y aceros laminados y martillados, y
ha elaborado y vendido 8.115 toneladas de hierros y aceros comerciales
(redondos), cuadrados, flejes, ángulos, tes, etc.
Sus acciones se
cotizan hoy a 967,50 pesetas.
Componen el Consejo
de administración D. Tomás de Zubiria, Presidente; D. Jaime Girona,
Vicepresidente; don Ramón de Ibarra, D. Juan Barat, Marqués de Urquijo, don
Braulio de Uriguen, D. Faustino Rodríguez San Pedro, D. Mariano Vilallonga,
Conde de Eleta, D. Pablo de Alzóla y D. Francisco Astarain. Gerente, D.
Fernando Molina y Brotóns.
Altos Hornos.- Taller de calderas.
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Bajo el patronato
de la Sociedad de Altos Hornos hay instalada una sociedad de socorros que
atiende a los obreros enfermos y costea el sostenimiento de escuelas para los
hijos de los mismos; una caja de ahorros, una sociedad cooperativa y una
escuela de artes y oficios, bajo los auspicios de la Excma. Diputación de
Vizcaya y el Ayuntamiento de Baracaldo, de cuyo centro de enseñanza es Director,
así como Presidente de la cooperativa, el ingeniero D. Fernando Molina García.
Finalmente, existe
una capilla para el servicio religioso, y un hospital para heridos graves
perfectamente instalado y atendido por tres facultativos que turnan el
servicio, religiosas, enfermeros, etc.
La Sociedad concede
pensiones á los empleados y obreros por antigüedad o inutilidad en el trabajo.
Publicado por Vicente Maruri el 10 de Marzo de 1900
En la revista El Mundo Naval Ilustrado
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