LAS
MINAS DE SOMORROSTRO. I - 1882
A la invicta villa de Bilbao.
A la M. N. y M. L. provincia de Vizcaya.
Somorrostro 1898 |
Como dentro de este
espacio se alzan las cumbres de Triano, del Cadegal, de la Orconera y Matamoros,
de los Cobachos, Verdosa y el Campillo, ó sea el asiento y la zona de las
grandes minas de hierro de Vizcaya, justo es que la población modesta, la
patria del insigne guerrero y cronista Lope García de Salazar, cuyo palacio,
capilla y torre se ven aún en aquellos campos, que ha dado nombre al valle, lo
dé también á los criaderos de metal que en él se explotan.
SOMORROSTRO: Perspectiva de los grandes criaderos de La Orconera y Pueblo Nuevo de la Orconera. |
Tan grande como es hoy la fama de esta colosal industria era
ayer el olvido en que vivía el rutinario laboreo de sus pobres galerías de
extracción, e increíble cosa parece que, sonando ahora, como suena, su mérito
en los ámbitos todos de las naciones civilizadas, apenas le dedicaran cuatro
renglones, hace veinte años, los mejores tratados de geología y laboreo y
explotación de Europa, a pesar de ser tan vieja su historia y de haber
alimentado con sus venas la vida de centenares de ferrerías en el país
vascongado y en las vecinas provincias francesas.
Acerca de lo antiguo
de su renombre, se recuerda siempre que el sabio escritor romano Gayo Plinio
Segundo, gobernador de España, que murió en las playas de Pompeya, durante la
gran erupción del Vesubio, el año 79 de J.-C., cita la montaña de hierro en su
Historia Natural.
Vizcaya: Mina de Ortuella |
En
efecto, después de consignar en el libro IV, cap. XX, Citerior
Híspania, que :
«a
Pyrena per Oceanum vasco rerum saltus : Olarso, Vardulorum oppida Morosgi,
Menosca, Vesperies, Amanum portns, ubi nunc Flaviobriga colonia
civitatum IX; regio Cantabororum, flumen Sada, portsu Victoria'
Juliobrigensium …………………… Omnisque dicta regio a Pyrenao metallis referta
auris, argenti, plumbi nigri, albique»; .
Esto
es, que desde el Pirineo (están) por el Océano las selvas incultas de los
vascones, Fuenterrabía, los pueblos de los guipuzcoanos, San Sebastian, Bermeo,
el puerto de Castro, donde es ahora Flaviobriga, colonia de nueve ciudades, la
región de- los cántabros, el rio Sanga y el puerto de Santoña, de los
Juliobrigenses y que: «Toda la región dicha, desde el Pirineo (hasta el Aliño),
está llena de metales de oro, plata, hierro y
plomo negro (galena) y blanco (casiterita)».
Dice en el libro XXXIV, cap. XIX, titulado: De
ferro, et ferreis metallis et dijferentia ferri:
«Lapis hic in
Cantabria nascitur, non ille magnes verus caule continua, sed sparsa bubbatione
, ila apellant ………………. Metallorum
omniun vena ferri largissima est. Cantabria, marítima pars, quam Oceanus alluit,
mons prerupte altus, incredibile dlctu, totus ex ca materia est, ut in ambitu
oceani diximus».
Es decir, que «esta
piedra (semejante al hierro magnético) nace también en Cantabria, pero no
aquella piedra imán verdadera, con aspereza continuada, sino con esparcido
ampollamiento; así lo llaman …………
…….
La vena del hierro es más larga que la de todos los metales. A la parte
marítima de Cantabria, que es bañada por el Océano, hay un monte de grande
aspereza y altura, y, parece cosa increíble, que todo es de esta materia, como
dijimos tratando del circuito del Océano.»
También se refiere en su obra á los criaderos
de plomo de estas montañas, diciendo en el cap. XVI del citado libro, titulado:
Deplumbi metallis, et albo plumbo et nigro:
«Non
sit in Gallaecia nigrum, cum vicina Cantabria nigro tantum abundel: nec ex albo
argento, cum fiat ex nigro.»
«En
Galicia no se cria el plomo negro, mientras que es tan abundante en Cantabria:
del blanco no se saca plata, y sí del negro.»
Y
tan antigua como es la cita de Plinio eran, hasta hace pocos años, la manera de
arrancar la vena de hierro, y su elaboración en las oleas ó ferrerías
vascongadas.
Así
lo indicó el entendido ingeniero belga M. Ch. Collette, en 1844, repitiéndolo
también el ilustre vizcaíno D. Martin de los Heros, en su descripción de
Valmaseda, en 1849. Aunque se ampliaron mucho las labores y su forma algunos
años después, hacíanse de un modo irregular, a juzgar por la afirmación que
apuntó el insigne geólogo Mr. de Verneuil, en 1858, en su estudio de estas
regiones:
«Le minerai est exploité en grand, a ciel
ouvert, sans beuicoup d'ordre ni de méthoden ………………. On l'extrait de cavités
irregulieres creusees dans les bancs calcaires redressés et qui les penetrent souvent
jusqu á une grande profondeur.»
El vapor “Albía”, de Sota y Aznar |
En
breve tiempo, sin embargo, desde que la diputación foral de Vizcaya construyó
el ferro-carril minero de Triano, y empezaron a metodizarse las labores para
arrancar todo el mineral que antes se despreciaba por no saberlo fundir; con la
supresión del gran impuesto que pesaba sobre la explotación, con el vuelo
inmenso que tomó la fabricación del acero Bessemer, y sobre todo, desde que
ilustrados propietarios hicieron conocer fuera de España estos hierros, y
respetables empresas extranjeras concurrieron al laboreo, trayendo capitales y
el admirable material de trabajo que se emplea en la minería de las naciones
más adelantadas, se operó en las alturas de Somorrostro una revolución asombrosa,
que puso al descubierto, ante los ojos del mundo civilizado, la maravillosa
riqueza de los criaderos vizcaínos.
A semejanza de todos los centros potentes de vida y de
fuerza, el gran foco de actividad de estas minas irradia los efluvios de su
movimiento á los horizontes que le rodean, comunicándoles inusitada y febril agitación,
difundiendo la riqueza y haciendo surgir, al impulso y al amparo de ella,
cuantos elementos caracterizan al progreso de los pueblos modernos.
El hierro que brota de las canteras de Triano, de los montes
de Somorrostro, refleja principalmente su poder en Bilbao y en su ria. La villa
invicta, que fué siempre metrópoli del comercio del Cantábrico, es ahora la
residencia burocrática de cuantos trabajan y comercian en grande con las minas
: a su lado viven centenares de familias, y con ellas se sostiene el creciente
desarrollo que en los negocios, en la edificación y en la importancia total de
tan afortunado pueblo se nota de dia en dia.
Bilbao: “Vista de la ría del Nervión” de Pablo Gonzalvo y Pérez – 1957 |
Bilbao
ya no cabe en el angosto espacio de sus glorias guerreras entre Begoña y Ripa,
entre Miravilla y San Agustín, y se la ve extender sus brazos por ambos lados
del Nervion, para ocupar en cuerpo y alma el amplio espacio del ensanche en
Abando, y la estrecha pero pintoresca y aristocrática zona del campo de Volantín
, cuajada de caprichosos y elegantes chalets.
Allí, en aquella animada ribera, desde Bidebarrieta á la acera de la
Estufa, están los escritorios del
comercio, de la minería y de la industria, que sostienen hondas relaciones
pecuniarias con las casas más afamadas de la banca de Europa y América, que
envían sus productos á todos los puertos del continente, y que ostentan
enarbolada la bandera de su matrícula do quiera que hay riqueza que demandar o recoger.
Bilbao: El puente nuevo y el viejo de San Antón. |
En los días ordinarios, tan tristes en otras
ciudades del interior, agítanse sin cesar los corredores marítimos, de
escritorio en escritorio y de almacén en almacén, en aquellos centros de vida mercantil,
donde al lado de los anuncios españoles se leen otros, que indican a armadores
y agentes de navegación; a los exportadores de vinos al por mayor; a los agentes
de minas de hierro y carbones, y á otros que, por sus costumbres, su actividad
y su tacto comercial, parecen haber implantado en plena Vizcaya el espíritu de
los ingleses, con sus emblemas exteriores y todo.
BILBAO: Nuevo puente de hierro de San Francisco, sobre la ría, en el emplazamiento del antiguo puente colgante. |
De aquellos escritorios parten las consignaciones
por miles y miles de toneladas de especiales productos, para los puertos de
ambos mundos, en proporción creciente así como las importaciones. El
comerciante moderno, como hombre de comodidad y de mundo, busca la vida
confortable en las horas y días que se dedican al descanso, y claro está que,
siendo la villa del Nervión tan rica en su movimiento comercial, ha de ser,
como foco de hombres de negocios del día, ostentosa y elegante en la vida del
hogar, que es donde el cerebro reposa para que se agite el corazón á sus
anchas. Así es, en efecto:
Bilbao tiene en lo antiguo magníficas viviendas, pero que no
pueden compararse á las que hace media docena de años se van levantando. Pasad
el puente del Arenal, hacia la zona del ensanche, y veréis, en tan amplio
espacio, donde se alzará la villa futura, en ambos lados de la gran avenida,
suntuosas edificaciones modernas, con exquisito gusto decoradas, amplias y
múltiples en sus dependencias, aisladas unas en medio de cortos jardines,
unidas otras en irreprochable línea, formando anchurosas calles, ayer
proyectadas y hoy en vías de cerrarse por ambos lados.
BILBAO: Puente del Arenal
|
Allí hay
aire, luz, horizonte, que faltan en la villa antigua ; y hacia el ensanche se
moverá instintivamente el vecindario, para ocuparlo, como las hojas y las
flores de las plantas, impulsadas por la fuerza de la propia conservación,
buscan en lo alto y en lo despejado los rayos del sol que agitan su organismo,
el gas que las nutre y fortifica, y el espacio libre en que moverse para
esparcir su aroma por el ambiente. Seguid en la orilla izquierda de la ria, más
allá de la calle de la Estufa, la linea del Campo de Volantín, antes tan
solitaria, y veréis que han brotado, como por encanto, cien edificios nuevos,
elegantes, distintos todos, verdadero álbum artístico de casas modernas á la
inglesa, para una sola familia opulenta cada una, y en cuya serie han agotado
los arquitectos los más caprichosos, bellos y raros modelos que la fantasía extranjera
ha concebido, sin sujeción á gusto arquitectónico ni á época alguna.
En la opuesta ribera, ante el barrio de Ripa,
los trenes cargan y descargan más allá
de las hondonadas de Abandoibarra, frente á la iglesia de la República de
Abando y cerca de la isleta de Uribitarte, cruzan los vaporcitos que llevan y
traen á los curiosos expedicionarios de la ria, y pasan numerosas barcas repletas
de géneros. No hacen ellos solos los
viajes hasta el puerto, pues mientras que por la ribera derecha corren veloces
los ómnibus del tranvía de las Arenas , atestados de gente, marchan también por
lo alto, sobre la ribera izquierda, los del tranvía de Santurce, al pié de las vías
de comunicación y arrastre de las minas, cuyas pertenencias, las de las
concesiones Arboleda, Olaveaga y Vitoria, por ejemplo,
llegan casi hasta la misma orilla. La caridad alzó en estos términos el suntuoso
hospicio de San Mames, que se destaca en el horizonte con su severa mole; y el
cariño de los extranjeros a su patria y á sus creencias propias escogió un
solitario y poético lugar, cubierto de frondosa vegetación, para cementerio en
aquella ribera, donde mansas las ondas vienen á tocar casi en las sepulturas, para
llevar hasta las lejanas costas las lágrimas de los que allí suspiran por los
que ya no las volverán á ver.
BILBAO: Muelles del Arenal y Sendeja.
|
En las
faldas de la montaña de enfrente se alza Deusto con su iglesia, rodeada también
de casas de campo, y en la misma gran revuelta que hace el rio se extiende el
animado y pintoresco caserío de Olaveaga, con su doble dilatada línea de
blancas edificaciones, mirándose en las aguas, con sus numerosos buques y su perpetua
animación. El horizonte parece que se estrecha al avanzar hacia la famosa montaña
de Banderas, donde la ría ha sufrido un corte desviación para rectificar su
curso, donde trabajan colosales dragas, y en cuya opuesta orilla el viajero
distingue y mira con curiosidad muy legítima la extraña forma y movimiento del
tranvía minero aéreo, que baja á la ribera desde la mina Primitiva, perteneciente
al sistema Hodgson, y de propiedad de la casa del mismo nombre. En aquel lado
están el barrio de Zorroza, la Cordelería y la notable fábrica de refinación de
petróleo de los Sres. Fourcade y Gurtubay. Por detras de esta última avanza el
rio Cadagua á unirse á la ria, frente al monte Cabras.
Luchana: Puente de Luchana y el monte Banderas
|
Al hallarse en este punto el viajero, lucha sin
querer entre dos emociones : entre el recuerdo que evocan aquellas ásperas
rocas alzadas sobre el histórico puente de Luchana, testigo de los titánicos
combates sostenidos por Espartero y sus tropas, para la liberación de Bilbao,
en la primera guerra civil, y la contemplación del admirable movimiento que la
industria minera ha implantado en la ribera izquierda, con los
muelles-cargaderos, las vías férreas y las fábricas de fundición. Al pasar la
revuelta del monte Cabras os creeríais en las cercanías de Liverpool ó de Baltimore.
El humo que despiden las colosales chimeneas de los altos hornos de la fábrica
de fundición de Nuestra Señora del Carmen, propiedad de los señores Ibarra
Hermanos, y la de San Francisco del Desierto, del Sr. Marqués de Múdela,
separadas por el rio Galindo y por una montañita cubierta de hermosa vegetación,
inunda el horizonte y pasa y se confunde por entre un centenar de mástiles y
gallardetes, con los blancos penachos de vapor que dejan escapar los buques á
la carga, y con los que despiden las locomotoras, asomadas á los terraplenes ó
vías, que conducen a los elevados y oscuros cargaderos, donde se recibe el rico
y abundantísimo envío de las minas de hierro.
LUCHANA: Cargaderos de la “Sociedad Orconera |
Pasado el rio Galindo, se ven los cinco
cargaderos de la Sociedad Orconera Iron Ore, perpendiculares al curso de
la ria, construidos de madera y con sus puentes ó avances levadizos, que se
alzan para que entren á la carga los vapores respectivos. Comprenden entre
todos una línea de ribera de 418 pies ingleses, y sus plataformas están á 20 pies
y 2 pulgadas de altura sobre el nivel de la pleamar.
A unos 300
metros más adelante de esta instalación se ven los cargaderos de la Sociedad
Franco-Belga, donde termina su ferro-carril de Las Conchas. Son
tres, perpendiculares también á la ria, de los cuales funcionan dos; ocupan una línea de 275 pies ingleses, y
sus plataformas se alzan á 11 metros del nivel medio de las aguas. Entre estos
cargaderos y los anteriores está el de El Regato, que no funciona.
BARACALDO: Fábrica de El Carmen de la Sociedad
de Altos Hornos de Hierros y Aceros.
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La gran fábrica del Carmen, que describiré después,
ha constituido en torno suyo un verdadero pueblo, para la vida y servicio de
los 800 obreros que sostiene. Ni de la histórica torre de Luchana, célebre
mansión de los Condestables Velascos de Burgos en las pasadas centurias, ni del
convento de San Nicolás del Desierto, que con burlona musa describió,
desterrado en él, el insigne fabulista Samaniego, se acuerda ya nadie en estos
sitios, al hallarse envuelto en tan febril movimiento industrial, vivo reflejo
de la incomparable vida de paz y de trabajo, que tanta grandeza da a las
naciones modernas. Después de la del Carmen se ve la de San Francisco, con gran
actividad también y con gran producción, y allí mismo se distinguen los
cargaderos del ferro-carril de Triano, en los que los vagones no se abren
por el fondo, sino por el lado de la ría, y que constituyen el sistema más
sencillo y de mejores resultados de todos. Los cargaderos son cinco, de ellos tres
viejos y dos nuevos, de una altura de 6 metros sobre el nivel medio de las
aguas.
BARACALDO: Fabrica de
Hierros del Excmo. Marqués de Mudela, en El Desierto.
|
Ante la vega
del Desierto se alza, en la orilla derecha, la curiosa roca traquítica de Axpe,
con sus canteras y su fortín en la cima. También aquí la ria se rectifica,
formando frente á Sestao y á su concurrida playa, el muelle de la Venerita,
donde hay anclados siempre numerosos buques extranjeros, que esperan turno para
llenarse de hierro. Tan abrupto como es el paisaje al pié de Axpe, es
pintoresco y rico de color y vida en la opuesta ribera, donde, detrás de los
grupos de mástiles, se extienden las arboledas y caseríos de Sestao, las
alturas de Baracaldo y los vallecitos del Galindo, punto en que estaban antes los
pobres embarcaderos de la vena de Somorrostro. Más allá de Sestao se ven los
del ferro-carril de Galdames, de la Compañía Bilbao Iron Ore, consistentes
en un muelle de 902 pies de longitud, paralelo á la ría, con cuatro muelles ó
cargaderos salientes, de 10 metros de altura.
SESTAO: Vista de la fábrica “La Vizcaya”
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Pasando
el peñasco del Fraile y el arroyo de Urondo ó de Udia, se abre en la ribera
derecha la vega de Lamiaco; al pié de las colinas de Lejona y ya frente á
Portugalete y á los altos de San Roque "y de Campanzar, á un paso del
anchuroso Océano y de la peligrosa y combatida barra, se extienden las Arenas, con
sus bonitos y múltiples edificios, con su animación característica, con sus
muelles azotados por las olas, y con los elegantes palacios, chalets de
los señores Solaegui y García, desde donde la línea de la playa, al terminar la
ría con una anchura de 160 metros por 8 de fondo, cambia hacia el NE. por el arenal
de Güecho hacia la punta de Begoña y el pueblo de Algorta.
La Playa de Las Arenas. - 1885
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Ved cómo ostenta Portugalete la vieja el
moderno boulevard-muelle, verdadera avenida de hermosos palacios, entre los cuales
descuellan los que se deben á la opulencia de la Sra. Viuda de Epalza. El
viajero que se detenga en aquella elegante azotea marítima verá entrar, en las
horas oportunas, una extensa fila de buques de todas las naciones, que vienen á
rendir tributo á las minas de hierro de Vizcaya para sostener la riqueza de sus
puertos y fábricas respectivas, y que han hecho de Bilbao el primer puerto de
España, por el número de toneladas que suman las embarcaciones en él ancladas
durante un año. Este número crecerá, sin duda, en cuanto se terminen las
grandes obras de la barra, cuyos avances se contemplan desde Portugalete.
Portugalete: El muelle de Hierro en construcción. - 1882
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RICARDO BECERRO DE BENGOA.
Publicado el 15 de Noviembre de 1882 en la
revista:
LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA
Y AMERICANA
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Obra original
perteneciente a los fondos bibliográficos de la Biblioteca Nacional de España.
Buenos días,
ResponderEliminargran blog, muy ilustrativo y trabajado.
Tan sólo una pequeña apreciación en relación con la segunda imagen que se muestra. Se corresponde con una panorámica tomada desde Janeo, mirando hacia el Montaño, durante la última guerra carlista. El original se encuentra en la revista Europea y Americana AñOXVIII-NºXI-PAG 165, bajo el título "Vista panorámica de las principales posiciones en la linea de Batalla" y en ella consta que la localización que se ha asignado a "Barakaldo" se corresponde con San Pedro de Abanto. Es una pequeña imprecisión.
Felicidades por blog que no lo conocía.
Un cordial saludo,
mikelatz.blogspot.com
Hola amigo.
EliminarEfectivamente, llevas razón en tu apreciación en la segunda imagen. Ya he corregido el error, seguramente habré cometido algunos mas en otras ilustraciones o textos.
Gracias por tu valoración con respecto a este blog. Trabajando en ello estoy aprendiendo mucho y seguro que aprenderé mas con aportaciones como la tuya. He visitado tu blog y me ha parecido muy interesante. Lo visitaré a menudo, me estoy aficionando a la historia de nuestro terruño y me agrada mucho encontrar nuevas historias y hechos que nos aporta tanto.
Recibe un cordial saludo.
Buenas noches,
Eliminarsi no te importa voy a añadir tu dirección al listado de "páginas de interés" que se muestra en mi blog.
un cordial saludo,
Mikelatz.blogspot.com
Hola.
EliminarGracias por añadir este blog a tu listado. Yo haré lo mismo con el tuyo.
Un cordial saludo.
Me gusta mucho el blog, es la primera vez que lo veo. Como anécdota, cecir que yo fuy una de las últimas mineras que trabajé en las minas de Bizkaia. Mi foto tiene unos cuantos años.
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