Vizcaya, falla la
infraestructura.- 1975
Cuando en estos
momentos de crisis económica generalizada, tanto a nivel mundial como nacional,
se examina la economía de Vizcaya, dentro del conjunto de su cada vez más
extensa zona de Influencia, extendida ya no sólo a las Vascongadas y Navarra, sino a
una gran parte de las provincias de Santander, Burgos y Logroño, sorprende
comprobar que los problemas que afectan a otras zonas son aquí diferentes y en
líneas generales menos graves que en la mayor parte del país. Lo que no resulta tan fácil es
examinar las causas de estas diferencias.
Actividad de en la ría del Nervión a la altura de Sestao. |
Conviene recordar primeramente
que, según
los estudios realizados por el Banco de Bilbao, la renta por habitante de las tres provincias que
integran el País Vasco es la más elevada de todo el país. Por delante, desde
luego, de Madrid y Barcelona. Es la consecuencia de una importante
industrialización, en primer término, acompañada de una agricultura poco brillante, pero muy
rentable, y un sector servicios de primera fila: Banca, seguros, transporte
marítimo.
Tal vez por ello, por ser bastante diversificada y por
no haber resultado afectado ninguno de sus sectores clave por la actual
crisis es por lo que se aprecia menos el parón general de la economía y
especialmente el aspecto más lamentable del mismo, que es el paro obrero.
Sectores y
paro.
Fundamentalmente,
los sectores más afectados por la actual recesión a nivel nacional son el textil, la construcción, el automóvil y -el año
pasado pero parece que no el actual - el turismo. Ninguno de estos sectores
tiene importancia grande en el País Vasco, salvo el de la construcción, en el
que se han dado determinadas circunstancias especiales, como son la
construcción del superpuerto y la central nuclear de Lemoniz, que han aliviado
sensiblemente los problemas del mismo.
No existe en
Vizcaya industria textil alguna. Tampoco la confección reviste
importancia. Por lo que hace referencia a
la industria del automóvil, es evidente que la industria auxiliar del mismo
había experimentado en otras ocasiones de crisis graves dificultades, que ahora
no se han producido como consecuencia fundamentalmente de una cierta
diversificación de producciones en muchos de los talleres y, por otra parte,
porque el impacto no ha sido brusco, sino relativamente lento y, sobre todo, esperado. En
consecuencia, se pudieron suavizar los efectos inevitables.
El turismo en
toda esta región es local, cuando no nacional. Los extranjeros no son
excesivamente numerosos, y en aquellas zonas próximas, como Santander, no son
clientes de hoteles, sino, por regla general, propietarios de apartamentos
desde hace años. En consecuencia, han continuado viniendo, porque el costo en
España es normalmente inferior que en el extranjero, especialmente en Francia.
No ha habido, en consecuencia, paro. Los periódicos continúan
publicando anuncios pidiendo personal, tanto cualificado como peonaje. Es esta
la mejor muestra de que la actividad económica general mantiene un ritmo relativamente
normal.
La inflación
El problema más
grave, como en todos los aspectos de la economía, es el de la inflación, que
viene a ser idéntica a las de las otras zonas del país. Ahora bien, la consecuencia de esta Inflación ha sido un endurecimiento a la hora de
negociar los convenios colectivos. Diciembre y enero han
sido, a este respecto, meses muy conflictivos. Sin embargo,
y a pesar de que las huelgas han sido muchas, no se ha producido ningún
conflicto realmente grave y sobre todo excesivamente duradero, como fue en su
día el de Laminación de Bandas. Finalizado
el periodo de contratación colectiva, la conflictividad puede decirse que
ha desaparecido, aunque existe un gran Interés sobre las normas concretas recientemente
aprobadas sobre la regulación de la huelga.
La entrada en
vigor simultáneamente de centenares de convenios colectivos, en los que como
mínimo se recogía la mejora salarial que suponía el aumento del coste de la vida, ha producido bruscamente un Incremento en la
capacidad
adquisitiva de la gran masa de la población que ha hecho que en los
primeros meses del año haya persistido la
tensión inflacionista. Incluso
no han disminuido las compras de determinados artículos de uso duradero como son automóviles y
electrodomésticos. Sin embargo, a medida que van transcurriendo los meses, la situación tiende a normalizarse y el peso de los cada vez más elevados precios, incide
sobre el público.
Un fenómeno interesante es el de la demanda de pisos y apartamentos' ya 'construidos que se mantiene firme, pero sin excesivas alegrías, ya que
los precios de los mismos se aquilatan al céntimo.
El sector siderúrgico
Tal vez una de
las principales razones por las cuales el impacto de la crisis en Vizcaya no ha
sido muy grande ha sido la situación del sector siderometalúrgico, que representa un 60 por
100, aproximadamente, de la actividad industrial. Mientras que determinadas
ramas y especialmente la de electrodomésticos sufren los efectos de la
recesión, otras muchas y especialmente todas las relacionadas· con el petróleo, como fábricas de
tubos accesorios y derivados, tienen trabajo asegurado para tres o cuatro veces
sus posibilidades.
Los astilleros,
que tienen un futuro un tanto difícil, ofrecen en estos momentos una actividad intensa. Y con ellos la industria auxiliar. Y, por otra parte, la exportación, cada
vez más importante en esta zona, está sufriendo dificultades del mercado nacional.
En definitiva, no
existen problemas especiales, porque el de la inflación y las alzas de precios no son
exclusivos de esta provincia.
Cara al futuro, donde las dificultades van a ser
mayores será en lo relativo a la infraestructura.
El Estado ha dejado de realizar
muchas obras fundamenta1es; que ha hecho suyas la iniciativa privada. El
superpuerto y las autopistas son los ejemplos más claros. Pero en los años venideros se
apreciará claramente lo
que se
ha dejado de hacer. Especialmente
en acceso, en atenciones
hospitalarias, en
enseñanza, etcétera.
El problema del
aeropuerto es un problema vivo y diario que todos .padecemos. El laberinto
y las dificultades del tráfico son probablemente los
más intensos de España. Las nuevas autopistas de
acceso a la Meseta y enlace con Cataluña y las otras provincias del Cantábrico facilitarán la comunicación “a larga distancia” pero aumentarán los problemas de los accesos y del
tráfico interior. Y lo mismo sucederá con el superpuerto, el mayor de España y el peor comunicado.
Estos problemas
son los que han de resolverse en los
próximos meses, no años, porque si se espera a los años no es probable que tengan solución.
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Publicado el 27 de Mayo de
1975 por Fernando Barrena en la revista CAMBIO 16
Obra original
perteneciente a los fondos bibliográficos de la Fundación Sancho el Sabio
Fundazioa. (Vitoria-Gazteiz).
http://hdl.handle.net/10357/13591
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