viernes, 24 de abril de 2015

Puente movible entre Las Arenas y Portugalete.. - 1888

Puente movible entre Las Arenas y Portugalete (Bilbao). - 1888
 
   La gran importancia de la industria  minera en la cuenca del Nervión es bien conocida, pues la exportación a cuatro millones de toneladas por año; la población en dicha cuenca excede de cien mil habitantes; la vida y el movimiento de Bilbao en su relación con Portugalete y Las Arenas es extraordinaria.

   Estos dos pueblos aparecen situados a orillas del mar, a derecha e izquierda de la embocadura de la ría, donde se está construyendo un magnifico puerto presupuestado  en treinta millones de pesetas, y para trasladarse a ellos desde la Invicta Villa, existen cinco vías de comunicación: la fluvial, por la que pasan vapores pequeños o monitores dedicados exclusivamente a este servicio; un ferrocarril de vía ancha en la margen izquierda; un ferrocarril de vía estrecha por la margen derecha; y dos tranvías, uno por cada lado.

   La distancia que entre el puerto y la Villa es de 14 kilometros, y en tan largo trayecto no hay ningún lazo de unión entre ambas orillas, por la imposibilidad que ha habido hasta hoy, de construir un puente en condiciones tales que permita el trasbordo de pasajeros sin estorbar el paso constante de buques, cuyo movimiento es de tanta importancia que solo se comprende observando los datos contenidos en el cuadro siguiente:

BUQUES ENTRADOS EN LOS PRINCIPALES PUERTOS DE LA PENINSULA EN 1887.

En Bilbao ........................... 4.301
“   Cádiz ............................ 3.902
“   Barcelona ...................... 3.641
“   Cartagena  ..................... 2.339
“   Alicante ......................... 1.705
“   Gijón ............................. 1.651
“   Las Palmas ..................... 1.631
“   Hueva ........................... 1.517
“   Almería ......................... 1.300
“   Coruña .......................... 1.297
“   Algeciras .......................... 920

   Entran y salen de Bilbao, al año, 4.301 buques de diverso porte, y si se tiene en cuenta, no solo  el tiempo que cada uno demora en la ría esperando turno para la carga y descarga, sino también las múltiples maniobras que dan lugar estas operaciones, puede hacerse idea de las veces innumerables que los buques pasan a lo largo de la ría, cuya anchura media es a lo sumo de un centenar de metros; resultando, por lo tanto, que todo el trayecto de los 14 kilómetros que median entre el puerto y la población está sembrado, por decirlo así, de barcos anclados.

   Además, hay necesidad imperiosa de comunicarse de una orilla a la otra, porque la accidentada margen izquierda contiene la zona minera con sus industrias, y la derecha, por su vasta llanura, es la más a propósito para la instalación y desenvolvimiento progresivo de las poblaciones que allí se van     formando; y resulta que se hace constantemente el transbordo de de una a otra orilla por medio de multitud de barcas de todas dimensiones y de seguridad muy variable, ya por la fuerza de las corrientes y la agitación de las aguas en la parte más próxima al mar, ya por la gran dificultad de manejar una embarcación en semejantes circunstancias, al atravesar la ría, ocurriendo con frecuencia muchos encuentros y choques desgraciados entre las embarcaciones pequeñas y los grandes buques,  que ocasionan multitud de desgracias.

   Ejemplo sea, entre otros, lo acaecido el 13 de Octubre de 1887, en que un vapor embistió a una barca de pasajeros, haciéndola zozobrar, y tres de ellos perecieron ahogados.

   Para resolver este dificilísimo problema ha ideado el joven y distinguido arquitecto D.M. Alberto de Palacio un sistema de puente especial, por el que ha obtenido privilegios de invención en Europa y América, y cuya construcción empezará dentro de breve plazo
.

   Después de tantear las aplicaciones de los procedimientos conocidos hasta ahora, tales como la perforación de un túnel por debajo de la ría, un puente giratorio, un puente fijo superior, un puente con ascensores, etc., el Sr. Palacio formuló y presentó el proyecto  de establecer una vía férrea apoyada en el fondo de la ría, por la que circulara un bastidor metálico con sus ruedas correspondientes, y apoyada en el, sobre cuatro columnas arriostradas y sostenida fuera del agua, una gran plataforma donde cupieran la máquina de vapor y los pasajeros, que serían trasladados con facilidad y rapidez; de una a otra orilla; pero el temor de que las anclas de los buques ocasionaran algún desperfecto peligroso en la vía oculta, le obligo a abandonar esta idea, para venir a parar a la solución que representa nuestro grabado que vamos a describir con la mayor concisión posible.

Puente movible entre Las Arenas y Portugalete.
   Imagínense nuestros lectores una gran plataforma o gran barcaza suspendida, en la que pueden caber 150 o 200 personas, y un tranvía con su tiro, o bien una locomotora con un vagón, o una carretela cualquiera, etc., y que dicha plataforma se traslada por el aire (esta es la frase) y fuera del alcance de las olas (es decir, al nivel de los muelles de amabas márgenes) de una orilla a otra, en un minuto: ésta es la solución del problema.

   Y para lograrla, el Sr. Palacio ha proyectado un puente colgante, a 45 metros de altura, apoyado sobre cuatro torres metálicas que suben hasta 63 metros, dos en cada lado, sumamente ligeras, esbeltas, elegantes , que van arriostradas por cables de acero al terreno firme en las cuatro direcciones a fin de evitar toda desviación.

   En este puente hay establecida una línea férrea de cuatro rails, dos a cada lado, de ocho metros de anchura total, sobre la cual circula un tren de rodillos acoplados que soportan la plataforma por medio de ingenioso y fácil sistema de suspensión,  que consiste en una viga armada y unos cables, cuya disposición es análoga a la arboladura de un buque, pero invertida, puesto que aquí la base está arriba y el vértice abajo unido a la plataforma.

   ¿Cuál es el objeto de disposición tan extraña?. El de evitar las oscilaciones que los fuertes vientos pudieran producir actuando sobre la plataforma, la cual dista, como queda indicado, 45 metros del punto de suspensión.

   El movimiento es producido por una máquina de vapor situada en una de las torres , que mueve un cable sin fin; este pasa a derecha e izquierda de la vía en la parte superior; el conductor desde abajo, y por medio de dos manubrios, aprieta el freno de la derecha o de la izqu¡erda, según quiere avanzar o retroceder, es decir, que haciendo la plataforma solidaria al cable motor, se mueve con él, y en el caso de no aplicar ningún freno al vehículo , éste queda inmóvil.

   Como los movimientos de la plataforma son rápidos e independientes del agua, aquélla avanza y retrocede con gran facilidad, y evita todo choque con las embarcaciones, cuyos movimientos son siempre bruscos é inciertos, como bruscos e inciertos  son los de las olas y las pode rosas corrientes del Nervión.

   El pasajero no experimenta fatiga alguna en el embarque y desembarque, puesto que ejecuta ambos actos al mismo nivel de los muelles por donde se pasea, sin subir ni bajar, y no sufre las molestias del movimiento de las embarcaciones, porque trasladándose en línea horizontal, encuentra un movimiento más cómodo que el de un carruaje de lujo de los mejores muelles; y por otra parte, para que la salida, la parada y una contramarcha cualquiera no produzca sacudidas, tiene el freno una disposición especial en virtud de la que, al oprimir el cable, se adhiere éste al freno, inmediatamente gira y va adquiriendo poco a poco el movimiento de traslación del cable a voluntad del conductor, con la ventaja de no desgastarse el cable por el roce.

   Esto no obstante, y en previsión de que un accidente hiciera saltar al cable motor, hay otro cable al lado con movimientos paralelos que sustituiría instantáneamente; al primero.

   El puente está calculado para poder trasbordar en cada viaje treinta mil kilogramos, y, por consiguiente, pueden pasar las locomotoras de vía ancha,  los vagones con una carga máxima de diez mil kilogramos, los carros, los carruajes, etc.: un carruaje de lujo, por ejemplo, atravesará la ría sin desenganchar los caballos ni apearse las personas que le ocupasen.

Sección transversal del puente movible.
   Haremos notar a los lectores una particularidad importantísima del proyecto del Sr. Palacio: el puente es amovible  es decir, que puede sustituirse en todo tiempo (sin entorpecer paira nada su servicio) una pieza cualquiera que, por efecto de la oxidación u otro motivo, estuviese en mal estado. Fácilmente se comprende que si todas las piezas están atornilladas podrán desatornillarse y sustituirse;  pero los cables, que sostienen todo el peso, presentaba suma dificultad para esta operación, y el Sr. Palacio ha empleado con este objeto un procedimiento sencillísimo , al que se refiere la anterior figura que representa la sección transversal del puente, y en la que se ven los rails de cada uno de los lados de la vía, las ruedas que se apoyan en ellos , y la estructura de la suspensión; los cables, sujetos por unos estribos atornillados, que sostienen los tirantes y éstos al puente.

   En vez de poner sólo dos cables de gran sección, uno a cada lado, se han puesto ocho, cuatro a cada lado, y como quiera que con la mitad bastaría para sostener el peso, mientras se sustituye uno cualquiera de ellos, resisten desahogadamente los demás y el sistema no sufre alteración alguna.

   Por este procedimiento, sustituyendo periódicamente algunas piezas al cabo de un número determinado de años (diez, por ejemplo) todo el puente ha sido renovado, y resulta un puente nuevo, en vez de  ruinoso, y sin dejar de prestar servicio un solo día.

   ¡Cuántos puentes destruidos por la acción del tiempo, unos completamente arruinados, otros reconstruidos a costa de nuevos y grandes sacrificios, podrían haberse salvado con este sencillo y fácil procedimiento.!

   Finalmente, para dar clara idea de la importancia y atrevimiento de esta obra, diremos que el coloso de los puentes colgantes, el que une a New York con Brooklyn, que tiene medio kilómetro de longitud de un solo tramo, mide 41 metros 20 centímetros de altura sobre la pleamar equinoccial, y el proyectado por el Sr. Palacio alcanza sobre la misma a 45 metros, o sea 3 metros 80 centímetros más que el anterior.

   El presupuesto total de la obra, puesto en estado de perfecta explotación, asciende a 370.903 pesetas; los gastos anuales de explotación, entretenimiento y conservación, terminado que sea el puente, sumaran 20.000 pesetas; el producto liquido anuales está calculado, sin exageración de ningún concepto, en la cantidad de 46.000 pesetas.

   Felicitamos al distinguido arquitecto D. M.  Alberto de Palacio por su atrevido proyecto, que tendremos la satisfacción de ver pronto realizado, asegurando un paso constante, rápido y  seguro entre Las Arenas y Portugalete, a través del Nervión.

Publicado el 30 de Julio de 1888 en

La Ilustración Española y Americana.



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