sábado, 16 de abril de 2016

La fábrica de aviones de Baracaldo.- 1935


El vuelo Vitoria-Buenos Aires, hazaña que prepara el piloto español
 don Jesús Martínez San Vicente.

Será el cuarto “raid" trasatlántico entre España y América, y

 el primero realizado por un aviador español, solo, a bordo de su aparato.

Gráfico donde aparece, en linea maciza, el itinerario Vitoria-Oakar-Natal-Buenos Aires, que se propone recorrer en 
su próximo vuelo trasatlántico el piloto señor Martínez San Vicente. En líneas quebradas, los itinerarios seguidos,
en sus vuelos trasatlánticos, por Franco y sus compañeros y por Barberán y Collar.
   Qué nos brinda el otro lado del Atlántico para que aun soñemos con la aventura de saltar sobre la cresta de sus olas?.

   Nos tienta América, como en los tiempos heroicos de su conquista y de su parcelación entre las coronas europeas. Franco y los suyos, siguiendo la ruta de Colón, saltaron en 1926 desde el mismísimo Palos de Moguer a Buenos Aires, emulando la hazaña de Gago Coutinho y Sacadura Cabral, que fueron los primeros, cinco años antes, en cruzar el Atlántico sur. Después de la proeza de Franco y sus compañeros, España inscribe en su libro de gloria la feliz travesía trasatlántica de Jiménez e Iglesias, y años más tarde, otra gesta heroica: la de Barberán y Collar, que remataron su brillante página con un trágico garabato que les costó la vida y que aun no ha sido descifrado.

   En estos días ha salido a la luz pública el proyecto de otro salto trasatlántico, entre Vitoria y Buenos Aires, por la ruta de Dakar y Natal.
 
  ¿Objeto?. Verán ustedes: ya no se pueden hacer las cosas para epatar. Ya estamos epatados todos y nos duele la boca de abrirla en gesto de asombro y se fatigan los ojos con el brillo de las hazañas deslumbrantes. Tan cierto es esto, que hemos llegado ya al momento mismo en que estamos dispuestos a asombrarnos por todo y a no asombrarnos por nada; no por la cuantía, importancia o novedad de las cosas en sí, sino por el humor de que nos coja.

Por eso, el propósito de Jesús Martínez San Vicente de meterse sólito en un avión comercial y llegarse a Buenos Aires, no tiene un móvil aparatoso de hacerse una fama y tener pendiente de su peripecia a irnos millones de pobladores del Globo terrestre o de obligar a que los rotativos gasten tinta, plomo y cinc en su alabanza. La cosa es mucho más sencilla. Va nada más que a ver si se puede llegar.

   Entendámonos: a ver si se puede llegar con un avión comercial, un aparato de los que se usan para todo trote. Con un avión expresamente fabricado para uno: de estos saltos, ya sabemos de antemano que se llega.
   Pero eso no vale. Es que detrás de Franco, de Coutinho y de San Vicente estamos muchos ciudadanos que no hemos atravesado el Atlántico sur por vía aérea, y nadie nos negara el derecho.

   Se trata de medir el grado de posibilidad del establecimiento de una línea regular de servicio aéreo  entre España y la Argentina, con fines comerciales, y es obvio que para servir una línea comercial no se pueden utilizar los costosos «pura sangre», los modelos alquitarados que se construyen expresamente para un raid con miras al éxito espectacular y guiado por móviles publicitarios.

   El avión que se está haciendo para este intente es, dentro de los últimos adelantos logrados en la construcción aérea, un modelo destinado a la fabricación en serie. Si su construcción aislada, que se calcula estará ultimada para dentro de mes y medio, cuesta unas trescientas mil pesetas, su fabricación en serie llegará a conseguir un precio unitario de cincuenta mil o sesenta mil.

Vista de Retuerto (Baracaldo-Vizcaya), y de la fábrica de aviones donde se está construyendo el aparato comercial
que utilizará el piloto español don Jesús Martínez San Vicente para efectuar su proyectado vuelo trasatlántico desde
Vitoria a Buenos Aires.
   Hemos visitado la fábrica de aviones de Retuerto, en Baracaldo, a unos quince kilómetros de Bilbao.

   Uno no puede, cuando entra en las naves donde la fabricación tiene lugar, evitar una comparación macabra: parece un, cementerio lleno de esqueletos de aviones. Peor aún: parece un osario lleno de huesos y costillas de avión.

   Deliberadamente, buscamos uno: el de la proeza.

   El señor Sablier, joven ingeniero francés que dirige la construcción, nos lo señala. Un armazón.

   Cuando esté terminado, será nada más que un avión para ocho pasajeros, provisto de dos motores, con 370 caballos, para una velocidad de 180 kilómetros por hora. En este primer viaje los pasajeros serán substituidos por gasolina. Menos amenidad, si ustedes quieren; pero más seguro. Aunque, bien mirado, no mucho, porque el exceso de gasolina sobre la necesaria calculada para el segundo salto, o sea el margen de seguridad para una desviación o una jugarreta de los vientos, es bastante precario. Nada más que 500 litros de exceso sobre lo que se necesitaría para volar de Dakar a Natal. Por tanto, si entre estos dos puntos sobreviniese la desagradable contingencia de un pequeño error en la ruta o un viento desfavorable que obligase al aparato a consumir muchas energías en vencer sus efectos, el riesgo sería de gran importancia.

El corresponsal de CRÓNICA en Bilbao, nuestro querido colaborador Benjamín Núñez Bravo (2), examinando el interior
del fuselaje del avión que el ingeniero francés Mr. Sablier (1) construye para el vuelo trasatlántico que intentará
en breve el piloto Martínez San Vicente.
    Por lo demás, la capacidad y la fortaleza del aparato están, según los cálculos, fuera de toda duda. Su construcción se lleva a cabo bajo la dirección del señor Sablier y la orientación del señor Martínez San Vicente.

   Este, un joven de veintiséis años que lleva cuatro años como piloto aviador, no es un navegante improvisado. Su profesión genuina es marino, con el grado de capitán mercante, y su propósito de realizar este vuelo tampoco responde a una improvisación, sino que está concienzudamente estudiado desde hace años que lo meditó.

   Sus deseos fueron los de realizar un vuelo de esta naturaleza bajo el patronato particular, ya que por sus medios no le era posible sufragarlo. Creemos ocioso decir que su pesquisa en pos de quien organizase y sufragase la empresa fue todo lo penosa que inevitablemente tienen que ser las pesquisas de este género. Hasta que el señor Garay Sesúmaga, de espíritu propicio a todas las audacias, abordado por el señor Martínez San Vicente, ofreció su escarcela y sus talleres para la empresa proyectada.

Una de las primeras fases de la construcción de la aeronave qué utilizará Martínez San Vicente para realizar el vuelo
Vitoria-Buenos Aires.
   Hay que recalcar que en esta empresa hay un trance particularmente duro, sobre todo teniendo en cuenta que el avión va en manos de un solo hombre, que tiene que librar una titánica lucha con el sueño y el agotamiento en diez y siete o diez y nueve horas de vuelo, que suceden a otras horas de ruda faena y de angustiosa soledad sobre el mar, donde sólo la Providencia o algún barco guiado por ella pueden valerle en caso de percance.

   De todos modos, pese a todos los riesgos, el joven aviador tiene alientos para pensar en la temeridad de ir desde Vitoria a Nueva York—más de cinco mil kilómetros—en una sola etapa. Aventura erizada de dificultades, puesto que, sobre tratarse de una distancia poco asequible al radio de acción de un aeroplano, la ruta es un completo «cuesta arriba», como llaman los aviadores a los trayectos en los que es preciso volar contra el viento.

   Y henos aquí en la fábrica de aviones de Retuerto, que veníamos tras de unos datos sobre un vuelo  trasatlántico, y nos encontramos con una interesante información, que en este momento, por la premura del tiempo y el agobio del espacio, no nos es dable abordar: la primera fábrica española de aviones, de carácter particular. Es decir: el primer propósito de explotar la aviación, en su aspecto de construcción de aparatos, al margen del único cliente que la aviación tiene en España y que, como todo el mundo sabe es el Estado.

Perspectiva del ala que se está construyendo para el avión de Martínez San Vicente,
y en la que irán instalados los motores y algunos de los depósitos de esencia.
   Porque los demás clientes bien poco significan en la vastedad del territorio y en la cifra de su población.
  
   Es -se dice- que en España no se ofrece ni el menor incentivo a los poseedores particulares de aviones y avionetas. No hay campos bien acondicionados, y los campos  en medianas condiciones son escasísimos. En las Guías aviatorias del Extranjero se ha llegado a consignar la advertencia de que los pilotos que deseen cruzar nuestro territorio vayan bien abastecidos de todo, para no tener necesidad de aterrizar en él, por la dificultad que esto entraña; baldón que sería de desearse borrase cuanto antes.

   Pero a esto replica el señor Garay:
  -Bien; pero hay que tener en cuenta que el automóvil precedió a la carretera, sin que esto sea ninguna paradoja. La carretera de la diligencia era impracticable para el automóvil de hoy. No importa. El automóvil necesita la carretera, y naturalmente, la impone. Cuando en España haya unos cuantos señores que verdaderamente necesiten campos de aterrizaje y despegue, España los tendrá por la misma ley biológica que supedita la creación de un órgano a la existencia de una función que lo reclama. ¿Cuándo llegará ese momento en que el avión esté difundido como medio particular de transporte? Pues esa es la cuestión. Nosotros, por si es ese el camino, nos preparamos a lanzar modelos sencillos y baratísimos, uno de los cuales fabricaremos en serie, para vender a tres mil...

Al mismo tiempo que en la fábrica de Retuerto se construye el avión trasatlántico
que realizará el vuelo Vitoria-Buenos Aires, se prepara la fabricación en serie de esta
«jaquita» aérea, que se venderá a un precio apenas superior al de una máquina de
escribir.
   -¿Duros?- interrogamos.
   -No, señor. Pesetas.
    Sonreímos.  -Indudablemente- pensamos para nuestro interior -se están arreglando las cosas de forma que uno se encuentre con todos los medios para romperse la cabeza. Todo son facilidades.
   Luego nos arrepentimos de haber pensado así. Es un comentario demasiado primitivo y en pugna con el entusiasmo y el valor que ese muchacho vitoriano pone al servicio de unas ilusiones de las que el progreso tendrá mucho que ganar.

Publicado por Benjamin Nuñez Bravo

El 10 de Febrero de 1.935 en CRÓNICA.

sábado, 9 de abril de 2016

Las mujeres del norte.- 1933

Las mujeres del norte.- 1933

De todas las regiones españolas, acaso sea la región vasca donde las mujeres forman una parte
mas activa en las contiendas políticas;  no hay acto publico al que ellas no asistan.
-Disen que Gobierno haser elesiones o así ya quiere... Y disen que nos pedirán el voto a nosotras...
-Y ustedes, ¿qué van a votar?
-Cada una votar su conveníensía tiene o así... Ya veremos.
-Quizá voten lo que les digan sus hombres, ¿no?
-Eso ustedes, las señoritas, que no hasen sino lo que ellos quieren, porque ellos  son los que las mantienen y compran trajes. Nosotras trabajamos bien y sabemos de todo. Al revés será quiza, que ellos voten lo que nosotras digamos o así...

En los pueblecitos vascos, la intervención de las mujeres en la cosa pública
 es algo ya resuelto que nadie discute. Al anuncio de un mitin,  se las
 ve por las calles camino del lugar donde éste se va a celebrar.
   Tiene razón esta vasca, alta, fuerte, curtida, que escalda la tierra en un pueblecito cercano a Vitoria.
   Aquí, en el Norte, la mujer tiene una preponderancia en la vida pública y privada como no la tiene en el resto de España. Particularmente en los pueblos pesqueros ellas han impuesto siempre los candidatos, a quienes luego votaban dócilmente sus maridos, sus hijos, sus hermanos, sus padres.
   Claro que esta preponderancia no significa una dejación de sus derechos por parte de los hombres, sino que es consecuencia de los méritos de las mujeres del país vasco. Ellas trabajan tanto como los hombres, en el campo, en las tiendas, en los puertos, en todas partes, y, además, tienen un espíritu mercantil y emprendedor de que ellos carecen. La mujer aquí lleva a casa tanto dinero o más que el  hombre. Es natural, pues, que la autoridad esté dividida y en algunos casos monopolizada por la mujer. En Vasconia, una casa sin mujer es casa perdida. Una campesina de Vizcaya me explicó la causa.

Mitin nacionalista en Bilbao. La tribuna está ocupada por mujeres y mujeres son también las
 oradoras que dirigieron la palabra al público en dicho acto. 

-Es que aquí no llegaron los moros, ¿sabe?
Y otra de San Sebastián me aclaró más aún:
-Aquí hombres no hasemos tantas fiestas como a vosotras ni tanto enamoramiento, pero respetarnos y darnos más parte en negosios ya lo hacen.

Dos "emakumes" en la cárcel por haber proferido en un mitin
conceptos injuriosos en un mitin.
    Un remolino de gente en plena calle me llamó la atención. En el grupo había más de cien personas, la mayor parte mujeres. Todos miraban hacia un edificio con guardia de soldados a la puerta.

-¿Qué pasa?- pregunté.
-¿Pues no lo sabe?.
-No... Soy forastera- dije para justificarme.
-¡Ah, ya comprendo!- contestó mi interlocutor,un vasco cerrado y de pocas palabras.-  Si sería de aquí, de Bilbao, ya sabría, ya...
-¿Pero qué es lo que sabría?.
-Eso..., que van a salir las señoritas ahora mismo de ahí, de la cárcel de Larrinaga...

   Quise preguntar más, pero el vasco se desentendió de mí para colocarse en primera fila. Antes de que me diera tiempo a buscar otro informador un poco más expresivo, vi que en lo alto de la escalinata que da acceso al edificio aparecían dos muchachas que eran acogidas con aplausos. Cada una llevaba en la mano un gran maletín y se tocaban con velos.
Del grupo salieron algunos gritos.

Las "emakumes" en el momento de ser puestas en libertad.
-Gora Euzkadi!...
-¡Vivan las mártires de la patria!
-¡Viva Cristo Rey!

   Afortunadamente llegaron los guardias de Asalto y la cosa se simplificó mucho.
   Cuando, se disolvieron los grupos me explicaron que aquellas dos señoritas eran dos propagandistas del partido nacionalista vasco. El gobernador las había encarcelado por verter en un mitin de propaganda electoral conceptos injuriosos.

   En Bilbao todas las mujeres llevan insignias de carácter político en la solapa del abrigo o en la cinta del sombrero. Es un detalle curioso, que, sin duda, no se observa en ninguna otra capital española.
   No es extraño, porque Bilbao es quizá el sitio donde las mujeres se han lanzado a la lucha política de modo más decidido y belicoso.
   Hasta llevar dos o tres días aquí no he podido hacerme cargo bien de lo que representan los pequeños esmaltes que llevan en el pecho.
   La insignia roja, verde y negra, con dos cruces, quiere decir que su propietaria es una emakume; es decir, miembro de las Emakume Ábertzale Batza, que, traducido al castellano, significa Institución de Mujeres Patriotas. Las emakume son furiosamente nacionalistas y pertenecen al partido que fundó Sabino Arana.

Todos los días se reúnen en su circulo las republicanas bilbaínas y discuten acerca de la situación política...
...Mientras otras afiliadas se entregan a los placeres de la lectura en la biblioteca.

   También hay muchas señoritas que llevan sobre el pecho una margarita. Esta es la insignia de las mujeres tradicionalistas, en recuerdo de doña Margarita de Borbón, esposa de don Garios. Hay otras que llevan un triángulo con la bandera republicana, y encima tres iniciales, U. F. R. Son las afiliadas a la Unión Femenina Republicana que se ha fundado recientemente en Bilbao.
   Y por último, se ven muchas insignias rojas, comunistas y socialistas, que sus propietarias pasean por la ciudad con aire de reto. Cuando pasan estas muchachas con su círculo rojo sobre el pecho, las viejas se santiguan.
   Las insignias son, a veces, causa de graves altercados.
   Yo he visto a una señorita reñir acremente a su hermano en el salón de un hotel elegante durante el te dansant, porque el muchacho había sacado a bailar a una chica que lucía el distintivo republicano.
   Y he visto también a una jovencita que al saludar en la calle a una señora de edad se guardaba con disimulo en el bolso la insignia roja de la hoz y el martillo.

La junta directiva de la Unión Republicana Femenina del Norte.

LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE PAGAZAURTUNDÚA
   Mientras una dependienta envuelve mi pequeña compra, otras dos charlan confidencialmente.

-Ayer te vi con un chico muy guapo...
-¡Ah!, ¿sí?... Es un novio que me ha salido; dice que le gusto mucho y que quiere casarse conmigo...
-Enhorabuena, chica. Ya estarás contenta ya.
-No lo creas. Si sería de aquí ya me casaría con él, pero es extranjero. Es de Madrid.
-Anda ¿y eso qué importa?
-¿Cómo que no? ¿Pero es que te crees que yo puedo casar con un maqueto?
-¿Y por qué no?
-Pues porque no. Vamos a ver. ¿Casarías tú con un negro?
-Mujer, no es lo mismo...
  
   A  las muchachas no les ha hecho mucha gracia que yo me meta en su conversación, a pesar de que lo he hecho de un modo suave. Al cabo de un rato transigen con la intromisión y una de ellas hasta me da explicaciones.

-Ha sido por decir, ¿sabe? No es que yo compare a los maquetos con los negros. Es que, como usted comprenderá, yo, que soy vasca de pies a cabeza, no puedo casarme con un hombre que no tenga por lo menos cuatro apellidos de los de aquí.
-Eso se arregla-dice la otra. Y luego, volviendo a mí, añade-: Es que aquí, el que no se llama Larrinagarrigoitia, Pagazaurtundúa u otra cosa por el estilo no está bien mirado por los nacionalistas,
Claro que para todo hay solución, y los apellidos maquetos se arreglan poniéndoles detrás el goitia de los vascos. Que uno se llama López, pues se pone Lopezgoitia. Que se llama García, pues Garcigoitia, y así sucesivamente. Yo conocía uno que se llamaba Pérez, y como le daba vergüenza llevar ese apellido siendo del partido nacionalista, pues fue y pensó que Pérez era un derivado de "pera", y como pera en vascuence se dice udaria, pues Udaria se llama él desde entonces. Por eso le decía yo a ésta que lo del apellido es fácil de arreglar.

Una manifestación de nacionalistas vascas.

"EMAKUME ABERTZALE BATZA"
   Todas las muchachas que piensan como esta dependienta, que desdeña a un hombre por ser maqueto, están afiliadas a Emakume Abertzale Batza.
   Esto es una institución exclusivamente femenina que depende del partido nacionalista vasco. En Bilbao se las conoce solamente por las emakume.
   A mí me dijeron que esto de emakume, traducido al castellano, quiere decir "hijas del país", pero después me han aclarado que esta palabra significa sencillamente "mujer".
   Un miembro destacado del partido nacionalista vasco me dijo:

-Usted no sabe lo satisfechos que estamos de cómo actúan las emakume. Trabajan sin descanso. Constantemente organizan mítines y conferencias, en las que hablan ellas mismas. Los domingos se van a los lugares más apartados del país. Son muy valientes, y, además, no se limitan a lo puramente político, sino que realizan una labor social muy útil y provechosa para la gente sin recursos.


"NO QUEREMOS SER ESPAÑOLAS"
   En el domicilio social está reunida la Junta Directiva de las emukune. La presidenta empieza a hablar.

-Nuestra organización es la más fuerte de Euzkadi, que es nuestra patria. Porque nosotras no somos españolas; somos vascas. Queremos a España como queremos a Francia, a Inglaterra, etcétera, porque nuestras ideas son de fraternidad entre todos los pueblos. ¿Quiere usted que en líneas generales le explique nuestro programa?
-Sí..., encantada...
-En el orden, que para nosotras es lo primero, las emakume, como el partido nacionalista, al que pertenecemos, somos católicas-apostólicas-romanas.
   Reconocemos la excelencia de los fines de la Iglesia sobre los del Estado y nos oponemos a toda intergerencia cualquiera de los órdenes religioso-políticos en esfera que no les corresponda.
   Soberanía plena y sin limitaciones de la Iglesia para cumplir su elevada misión. Soberanía plena del Estado en el orden político.

La señora viuda de Landáburu, presidenta de las "emakumes", habla de la agrupación que preside a nuestra compañera,
   En cuanto a la política, ya lo he dicho. Negamos para los vascos toda otra nacionalidad que no sea la nuestra. Aspiramos a la soberanía plena de Euzkadi, nuestra patria, y pretendemos, por tanto, la abolición de la ley del 25 de octubre de 1839 y la reintegración, no sólo legal, sino efectiva, de nuestra vida histórica soberana.
-¿Y en el orden social?
-En eso nos sentimos inspiradas por los postulados de la democracia cristiana y tratamos de reconstruir nuestro edificio social informado en el espíritu tradicional de una intensa vida familiar.
-Y caso de conseguir sus aspiraciones, ¿qué forma de gobierno darían ustedes a las provincias vascas? ¿República? ¿Monarquía?.
-En primer lugar, no admitimos eso de provincias que usted dice. Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y Navarra para nosotros no son provincias, sino estados. Desde luego, estableceremos una República federal.
-¿Y la Vasconia francesa?.
-También está con nosotros. Pero no se llama Vasconia francesa, sino Euzkadi sometido a Francia, como esto se llama Euzkadi sometido a España. Es decir, Euzkadi peninsular, que es éste, y Euzkadi continental, que es aquel.
   En nuestra actuación llevamos a cabo una labor social de profunda fraternidad racial. Hemos establecido comedores para mantener a los obreros en paro forzoso. También hemos montado clases de enfermera, talleres de costura y de plancha, escuelas, etc…

LAS ORADORAS Y EL CÓNSUL DE MAQUETANIA

La oradora nacionalista Srta. Zabala.
   Hasta el saloncito donde estamos reunidas llegan fuertes rumores y voces femenina. Es que el salón de conferencias se ha llenado porque esta tarde, como casi todas, hay mitin.
   Ha llegado la oradora. Es una muchachita fina, rubia, agraciada, que ni por asomo parece, si hemos de juzgarla por su aspecto físico, una tremenda agitadora nacionalista.
   Yo me marcho, porque, después de todo, no creo que mis deberes informativos me obliguen a quedarme a oír a la linda conferenciante, que, sin duda, lo mejor que va a decir de nosotros es que somos tiranos, opresores y maquetos.

   En la puerta me cruzo con dos señoritas que son ovacionadas por las mujeres.

-¿Quiénes son?.- pregunto a una.
-Pues dos de ésas que van a decir discursos por los pueblos. Propagandistas o así... Hace pocos días salieron de la cárcel. Las metió allí el cónsul.
-¿Qué cónsul?.
-¿Cuál va a ser? el de la Maquetania. Ese que le llaman gobernador.

   En medio de todo, es divertido pensar que el gobernador de la provincia se halla visto ascendido a diplomático por obra y gracia de las nacionalistas.
¡El cónsul de Maquetania!...
¿Verdad que esto parece el titulo de una novela por entregas?.

LAS INTERNACIONALISTAS DE SESTAO

Arriba los pobres del mundo
en pie los esclavos sin pan,
alcémonos todos al grito
de ¡Viva la Internacional!

La propagandista socialista
Aurora Arnáiz.

   Es un pueblo entero el que canta así. Las calles de Sestao se ven a estas horas llenas de gente. Hombres, mujeres y niños, vestidos de día de fiesta, caminan hacia la Casa del Pueblo, donde esta tarde se va a celebrar un mitin. Los altavoces situados en la fachada del edificio proletario repiten sin cesar la música de La Internarcionál y los socialistas de Sestao cantan hasta quedarse roncos.

-Por lo que se ve, en este pueblo hay un gran fervor socialista.
-¡Que si hay!...-me contesta una chica jovencita que también va al mitin-. Sestao y La Arboleda son los dos pueblos más socialistas de toda Vizcaya. Claro que tampoco hay que olvidar a Baracaldo. ¿Ve usted aquel grupo de hombres y mujeres que caminan por la carretera hacia acá?. Pues son "compañeros" y "compañeras" de Baracaldo que vienen al mitin. En este pueblo nuestro no hay lucha política. Todos somos socialistas.
-¿Y también las mujeres?
-Nosotras más que los hombres. En la agrupación se da un caso, único seguramente en España.
-¿Y es?
-Que un sesenta por ciento de sus afiliados somos mujeres. Es decir, que hay más mujeres socialistas que hombres Ahora lo verá usted. Aquí no queda una mujer esta tarde en su casa. Todas van al mitin. Hasta mi abuela, que tiene ochenta y tres años, me ha dicho que vaya a buscarla.
    Es cierto; la viejecita de las ochenta y tres primaveras está en la ventana con cara de Pascuas esperando a la nieta para acudir al mitin.

-Me gusta mucho oír esas cosas, porque yo soy socialista de verdad. Tengo que ponerme siempre en primera fila, porque si no, no oigo bien. Si esto del socialismo se hubiera inventado siendo yo más joven, ya "echaría" yo discursos, como esos "compañeros" que vienen de Madrid y de Bilbao. Y menos mal que no me voy a morir sin votar a los de mi partido. Vieja y todo, yo iré el domingo con mi papeleta más contenta que unas castañuelas.

   Mucho trabajo me cuesta llegar hasta el salón donde se va a celebrar el mitin. La calle, el portal, las escaleras de la Casa del Pueblo; tan invadidas por la gente. Una vez arriba me quedo asombrada. El salón de conferencias está ocupado totalmente por mujeres. Ni un solo hombre se ve allí.

-Los hombres se quedan en la calle y escuchan por los altavoces. Aquí, en el salón, sólo cabemos las mujeres.

   Las hay de todas edades y tipos. A pesar de llevar dos horas largas de espera envueltas en una atmósfera irrespirable, las socialistas de Sestao están contentísimas y esperan con ansiedad el momento de oír a los oradores. Van a hablar dos. Una muchacha de Bilbao y un “compañero" de Madrid, nuevo entre ellos.

-¿Qué tal habla?- pregunta una.
-Yo le he oído esta mañana en Baracaldo. Ha estado bien.
Luego, volviéndose hacia mí, me explica:
-Es el tercer mitin que oigo hoy. Siete oradores llevo en io que va del día. Les domingos voy a todos los actos que hay en estos pueblos de por aquí.
-¿Y no se cansa usted?
-Cansarme... Me pasaría la vida así... Y luego,  que se adquiere mucha cultura, que es lo que hoy día nos hace falta a las mujeres proletarias.

LA "COMPAÑERA" AURORA ARNÁIZ

Junto al árbol de Guernica, la propagandista Aurora Arnáiz explica a
Josefina Carabias, como están organizadas las agrupaciones femeninas
socialistas de Vizcaya.
   Cuando termina el mitin, el pueblo en masa aplaude a la señorita Aurora Arnáiz y reclama su presencia en el balcón de la Casa del Pueblo.

   La "compañera" Arnáiz, no obstante sus veinte años escasos, lleva camino de ser tan famosa en Vizcaya como Indalecio Prieto. Raro es el día en que la "compañera" Arnáiz no pronuncia un fogoso discurso en las Casas del Pueblo de la provincia. Aparte de sus estudios, la carrera de comercio, no tiene más afán que ganar adeptos para la causa. Después de hacernos amigas me acompañó un día de excursión a los pueblos costeros.
   A la vuelta hacia Bilbao venía muy contenta, y me mostró su cuaderno de notas.

-No he perdido el viaje, vea usted. Siete nombres nuevos traigo para la Agrupación.
-Vaya..., pues que sea enhorabuena..,
-Gracias..., y si no le molesta, vamos a detenernos aquí, en Guernica, donde hay tres mujeres que están al caer...

   Mientras se desaloja la Casa del Pueblo, asunto bastante laborioso, las mujeres me muestran las listas de afiliadas para convencerme de que no me han engañado. Después recorremos la casa. Toda
está llena de símbolos. Banderas, estandartes, retratos, muchos retratos: de Galán, de García Hernández, de Ferrer. De Pablo Iglesias solamente he contado hasta docena y media.

-Aquel sí que era un hombre, ¿eh? Si viviera hubiera llegado a presidente de la República...
-¿Ve usted aquel señor de la melena?- me dice una jovencita señalando hacia una litografía de Carlos Marx-. Ese fue el que se sacó de la cabeza todo esto del socialismo. ¡Qué talento!, ¿eh?.

Una propagandista explicando marxismo a las mujeres de Bermeo.

MÁS DE MIL REPUBLICANAS MILITANTES
   A las siete de la tarde, el domicilio social de las republicanas bilbaínas empieza a animarse y a las ocho está completamente lleno. Unas charlan en el salón grande bajo la mirada serena de don Niceto Alcalá Zamora, que les sonríe desde un gran retrato colocado en el testero principal. Otras se entretienen haciendo chalecos de punto, y las más pacíficas se van a leer a la biblioteca. Como la mayoría son señoras casadas y con niños, se los llevan allí, y mientras ellas discuten los problemas racionales, los chiquillos juegan en una habitación decorada para el caso con muñecos y cretonas de vivos colores.

Mujeres republicanas, reunidas en su círculo bajo la mirada serena de don Niceto Alcalá Zamora,
Que les sonríe desde un gran retrato colocado en el testero principal.

  La Junta Directiva se reúne también en su despachito. La secretaria, señorita Luisa de Fatrás, me pone al corriente.

-Esto aumenta de día en día. Primero fuimos unas pocas; ni siquiera teníamos casa y nos reuníamos en la sociedad El Sitio. Después tomamos ésta, que nos pareció muy grande, y ahora resulta insuficiente. El día que vino Victoria Kent a hablar seríamos unas quinientas y ya pasamos de mil. Todo esto en el espacio de un mes. A este paso no sé a dónde llegaremos.
-¿Y qué matiz tiene este partido?
-Matiz, ninguno. Es una Agrupación de mujeres republicanas y nada más, por ahora. Aquí las hay desde radicales hasta socialistas, pero todas nos llevamos maravillosamente, porque estamos unidas por un ideal común, que es el amor a la República. La gente creía que en Bilbao no sería posible conseguir una organización de este tipo, sobre todo tratándose de mujeres de la clase media. Nuestros mismos amigos nos auguraban que tendríamos que desistir del empeño. Afortunadamente no ha sido así.

En este mitin republicano se puede observar que los palcos están totalmente ocupados
por mujeres que han acudido a él con las banderas de las agrupaciones femeninas
adictas al Régimen al que pertenecen.


   Cuando vuelvo al salón donde conversan animadamente las señoras, una de ellas me dice, confidencial:

-En Madrid, la gente pensará que todas las mujeres vascas, a excepción de las obreras, somos ultraconservadoras y ultraclericales, ¿verdad?.
—Algo de eso se piensa, sí.
-Pues ya puede usted decir que no es cierto. Claro que tenemos que luchar mucho y que tenemos muchos enemigos o, mejor dicho, enemigas; pero somos las suficientes para que los diputados se convenzan de que no hicieron ninguna tontería al darnos el voto. Entre nosotras y las socialistas, es seguro que doblamos los votos que puedan tener las de la acera de enfrente.
-¿Usted cree?
-Yo sí. Y faltan muy pocos días para que crea igual toda España.

EL EXTREMISMO
   Los que ganan con los votos de las mujeres son los de la extrema derecha y los de la extrema izquierda. La mujer no conoce el término medio. Los comunistas y los monárquicos van a tener un éxito enorme...
   Esto lo vengo oyendo y lo viene oyendo todo el mundo desde aquel día en que casi inopinadamente las Cortes concedieron el voto femenino. Lo hemos oído en los pasillos del Congreso y en los vagones del ferrocarril, y en los "círculos" de provincia, y en los casinos de pueblo. Lo repite todo el mundo con un convencimiento triste. ¿Es esto verdad?... Yo, rotunda y categóricamente, no puedo afirmar que no. Pero lo que afirmo, desde luego, es que durante mi viaje a través de España he visto mujeres de todos los matices republicanos, desde la extrema derecha a la extrema izquierda. He hablado con mujeres nacionalistas, socialistas, anarcosindicalistas, pero en honor a la verdad tengo que declarar que de lo que menos he visto han sido monárquicas y comunistas. No me refiero a las señoritas que más o menos sienten vagos anhelos restauratorios ni a las que verían con agrado una dictadura roja, sino a las monárquicas y comunistas militantes. De éstas he visto muy pocas.

LA PASIONARIA
   En Somorrostro vive Dolores la Pasionaria.
   Dolores es comunista.
   El día que fui a Somorrostro, la Pasionaria había ido a Madrid a unos asuntos de partido.

Dolores Ibarruri. La pasionaria.


-Esa mujer es la más grande de España- me dijo una vecina de Dolores-. Si usted la viera..., si la oyera hablar, de seguro que se convencía...
-¿Usted también es comunista?...
-¿Y quién no lo seria al lado de la Pasionaria?... Ella nos ha convencido a todos, hombres y mujeres. Pero no con discursos, sino aquí, sentadas tranquilamente, cosiendo al sol. Dolores sabe mucho. En los ratos libres no hace más que leer libros, que luego nos da a nosotras para que tengamos instrucción, que buena falta nos hace.
-¿Y qué vida hace Dolores aquí?...
-Pues la de una obrera honrada y trabajadora como pocas. Ella y su marido son muy buena gente y muy buenos padres de familia, y luego que no pueden ver una necesidad, porque en seguida dan su pobreza al que lo necesite.
-¿Sacarán ustedes diputada a Dolores?...
-Votos sí que tenemos bastantes, porque en esta zona todos somos comunistas. Pero temo que Dolores no quiera ir al Parlamento porque ella quiere es vivir aquí, entre los obreros, siendo una trabajadora más. El día que hagamos nuestra revolución..., entonces sí que será lo que nosotras pidamos. Créame usted, Dolores va a ser la Lenina de España...

A NOSOTRAS NOS DA IGUAL
   Por toda España hay repartido muchos millares de mujeres afiliadas a la organización política que se llama Acción Popular. La gente las cree monárquicas, pero lo cierto es que no actúan como tales. El partido de Acción Popular es conservador, pero no le preocupa mucho la forma de Gobierno. Si la República les garantizara que cumpliría los postulados fundamentales de su programa, serían republicanas.

La señorita ingeniero, Pilar Careaga, en un  acto politico.

   En Extremadura, una señora de las que más han trabajado por el partido me dijo:

-Nosotras comprendemos que la restauración sería una calamidad.
-¿Entonces son ustedes republicanas?
-Le diré a usted. Republicanas de esta República, desde luego que no. Ahora bien, si se respetase la religión, el clero, la propiedad privada y se nos asegurase el orden tal y como nosotras lo entendemos, nos daría igual que el señor que habita en Palacio se llamase rey o presidente de la República.

LAS MARGARITAS
   Las mujeres monárquicas de verdad, las que ponen su esfuerzo al servicio de la restauración, son las afiliadas al partido tradicionalista. Las margaritas, como se les llama en Vasconia.



La presidenta de las margaritas,
Doña Felisa Lezama Leguizamon.
-Sencillamente, en recuerdo de doña Margarita de Borbón, esposa de don Carlos. Hace años se fundó en Bilbao una agrupación, de mujeres solamente para fines benéficos que se llamó La Margarita, por lo que antes he dicho. Hoy subsiste nuestra organización, ya con carácter político e incorpora al partido tradicionalista.-¿Por qué ese nombre?- pregunté a la presidenta.
-¿Son ustedes muchas?.
-Muchísimas; más en Vizcaya que en ninguna parte. Sin embargo, ahora se están constituyendo grupos de margaritas en toda España.
—Para usted, lo principal es la restauración, ¿verdad?
—Sí, pero en ningún caso restauraremos a la familia destronada. Nuestro rey es don Alfonso Carlos, que ha heredado de don Jaime el derecho a la corona de España. Nosotras, mejor dicho, el partido tradicionalista, es el heredero del antiguo carlismo con idéntico programa.

Las margaritas de Baracaldo.
   Estos son, lectores, los partidos y las mujeres que mañana van a intervenir por vez primera en la contienda política.

Publicado el 22 de Abril de 1933 por Josefina Carabias

en La Estampa.