miércoles, 24 de agosto de 2016

La Sociedad Española de Fabricaciones Nitrogenadas.- 1951

La Sociedad Española de Fabricaciones Nitrogenadas.- 1951

   Hagamos constar de entrada que la importancia de Bilbao en orden a la producción química crecee por mese, por días, a pasos de gigante. Son ya muchas las entidades industriales, de mayores o menores vuelos, que a la presente hora han tomado asiento en la márgenes de la ría, o en uno u otro lugar del territorio vizcaíno para dedicarse a la fabricación de productos químicos en su más diversa nomenclatura y gamas. Y los capitales comprometidos en esta faceta industrial suman ya, allí, muchos cientos de millones de pesetas.

   Creemos, sinceramente, a la vista de los acontecimientos, que en una época no lejana, la tradicional y opulenta industria pesada de Bilbao compartirá su hegemonía con la industria química, ya en pleno desarrollo y con horizontes insospechados.

   Es natural que en estos derroteros químicos se hayan canalizado hacia Bilbao, por tres razones fundamentales, a nuestro juicio: por la categoría de que se inviste ya cualquier actividad fabril o manufacturera al instalarse allí, al abrigo de prosapia industrial de Vizcaya; por el buen emplazamiento de las factorías, a punto de todas las comunicaciones, y por la estrecha ligazón de la producción química con las actividades sidero-metalúrgicas, en mutua prestación de colaboraciones en su proceso de fabricación.


    Sentada esta premisa, vamos a ocuparnos de una firma industrial química, que es honra de Bilbao y excelente reserva para la economía española: La SOCIEDAD ESPAÑOLA DE FABRICACIONES NITROGENADAS, generalmente conocida por el hombre de la calle por SEFANITRO.

Maqueta de la fábrica SEFANITRO en Luchana-Baracaldo.

ANTECEDENTES FUNDACIONALES

   Esta empresa, cuyo capital social es de 150.000.000 de pesetas, fue constituida por iniciativa de “Altos Hornos de Vizcaya”, el 26 de septiembre de 1941. Al mes –el 25 de octubre de 1941-. Fue declarada industria de interés nacional.

   Como queda consignado, la entidad matriz “Altos Hornos de Vizcaya”, a cuyo esfuerzo se suman esas fortalezas económicas que se llaman Banco de Bilbao, Banco de Vizcaya y Banco Urquijo.

   Comenzaron las obras de la nueva planta industrial el año 1943, ocupando una extensión de mas de 270.000 metros cuadrados, con enlaces ferroviarios con la RENFE y con la vía estrecha en la estación de Luchana-Baracaldo, lo que permite tener acceso a los Ferrocarriles de la Robla, y estar en contacto, por consiguiente, con todo el país.


OBJETO Y CAPACIDAD DE LA FÁBRICA

   La finalidad industrial, el objetivo fabril de SEFANITRO es la producción de productos nitrogenados sintéticos, pariendo del hidrógeno contenido en el gas de los hornos de coque de las baterías de “Altos hornos de Vizcaya” y el nitrógeno atmosférico.

   La fábrica está preparada técnicamente para una fabricación de 120.000 toneladas por lo que a sulfato amónico se refiere, obteniéndose por la reacción del amoníaco sintético y el ácido sulfúrico. L a producción de sulfato amónico se inició a mediados de julio de 1951, habiéndose alcanzado una montante a la hora presente- esto es, en cinco meses -. De 12.000 toneladas.

Almacén de sulfato amónico con capacidad para 40.000 toneladas.

CONSUMO Y ABASTECIMIENTO DE ESPAÑA, ANTES DE CREARSE SEFANITRO.

   Para darse una idea evidente y real del impulso considerable que ha venido a dar a estas fabricaciones la firma SEFNITRO, y del alivio profundo que su puesta en marcha ha representado para el mercado nacional, vamos a estampar brevemente unas cifras.

   La producción española antes de fundarse la poderosa entidad que nos ocupa era de 15.000 a 18.000 toneladas al año de sulfato amónico; contrastamos con estas cifras la de 120.000 toneladas que puede producir SEFANITRO, o sea, siete veces más que la totalidad de la anterior capacidad española. Para tener un plano de referencia con respecto a producción y necesidades, digamos que en nuestro país, antes de 1936, el consumo era del orden de las 500.000 toneladas.

   Ahora, a base de SEFANITRO y con la estrecha colaboración de la nueva fábrica de “Nitratos de Castilla” (NICAS) y la ampliación de la “Ibérica del Nitrógeno”, puede afirmarse que se atenderá debidamente el mercado nacional, liberándonos de las importaciones a este respecto.

Vista parcial de la fábrica de ácido sulfúrico.

LO QUE REPRESENTA ESTE ESFUERZO PARA LA ECONOMÍA ESPAÑOLA.

   Aparte del valor que intrínsecamente entraña el adecuado y rítmico abastecimiento del país en orden a los productos químicos que nos ocupan, ha de hacerse presente el ahorro de divisas extranjeras que para la Tesorería nacional supone la elaboración en territorio patrio de estos productos, por disminución o eliminación total de las importaciones que tradicionalmente se hacían al respecto. Este es un dato que no escapará a la consideración de los lectores.

   Véase este botón de muestra: las importaciones españolas en los años 1934-1935 ascendieron en miles de pesetas ORO, a 50.407 y 63.967, respectivamente. Este empeño industrial merece ya todo el respeto y todos los alientos, si no fuera por otras muchas razones, por el patriótico afán autártico y liberador que representa. 

Compresores de la sala de fraccionamiento de gas y aire.

DATOS COMPLEMENTARIOS.

   A título de curiosidad y en refuerzo de las evidentes realizaciones que hemos consignados en los anteriores apartados, nos es grato anotar que todas las primeras materias empleadas en el proceso de fabricación son nacionales, desde las piritas onubenses hasta los gases de las baterías de coque, con un consumo estos, diario, del orden de los 400.000 metros cúbicos.

   Y otro dato elocuente lo constituye la energía eléctrica que la Sociedad consume al año: 80 millones de Kilovatios. La mitad, aproximadamente, de “Altos Hornos de Vizcaya”.


PROYECTOS PARA EL FUTURO.

   Este capítulo no puede ser, naturalmente, muy apretado a la hora actual. No serán necesarios granes razonamientos para poner de relieve que una Empresa tan joven como SEFANITRO no puede tener grandes proyectos, porque los proyectos todavía de ayer son las relevantes realidades de hoy.

   No obstante esto, se abriga la iniciativa de instalar en Sagunto (Valencia) una nueva fábrica de sulfato amónico, de una capacidad de 55.000 a 60.000 toneladas al año, descansando en los mismos procedimientos de fabricación de Luchana-Baracaldo.

   Esta continuidad en la zona levantina se llevará a efecto al amparo de la operación crediticia que el “Export-Import Bank”, de Estados Unidos de Norte América, ha constituido a favor de “Altos Hornos de Vizcaya”.

Torre de síntesis del amoniaco.

COLOFÓN.

   Acabamos de estudiar con la concisión que marca un trabajo de esta índole una de las más potentes empresas químicas de España, la SEFANITRO.

   Habrá observado el lector que no hay en ninguno de nuestros apartados ni una palabra de más, que nos hemos limitado a exponer las brillantes realizaciones de una gran firma, con estilo sobrio, en algunos momentos casi telegráfico. Porque en ocasiones como la presente huelgan las ampulosidades y la retórica cuando los guarismos tienen un valor definitivo e insobornable.

    A los guarismos nos remitimos. Ellos habrán dado idea de una manera convincente de la envergadura y del porvenir de esta fábrica que se fundara entre las verdes montañas vizcaínas al soplo del más bello y patriótico afán.

   Y las fotografías con que ilustramos esta información, dirán el resto…


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Publicado en 1951 en la revista METALÚRGIA Y ELECTRICIDAD.

Obra original perteneciente a los fondos bibliográficos de la Fundación Sancho el Sabio Fundazioa. (Vitoria-Gazteiz).

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