jueves, 5 de enero de 2017

Vizcaya, falla la infraestructura.- 1975

Vizcaya, falla la infraestructura.- 1975

Actividad de en la ría del Nervión a la altura de Sestao.
    Cuando en estos momentos de crisis económica generalizada, tanto a nivel mundial como nacional, se examina la economía de Vizcaya, dentro del conjunto de su cada vez más extensa zona de Influencia, extendida ya no sólo a las Vascongadas y Navarra, sino a una gran parte de las provincias de Santander, Burgos y Logroño, sorprende comprobar que los problemas que afectan a otras zonas son aquí diferentes y en líneas generales menos graves que en la mayor parte del país. Lo que no resulta tan fácil es examinar las causas de estas diferencias.

   Conviene recordar primeramente que, según los estudios realizados por el Banco de Bilbao, la renta por habitante de las tres provincias que integran el País Vasco es la más elevada de todo el país. Por delante, desde luego, de Madrid y Barcelona. Es la consecuencia de una importante industrialización, en primer término, acompañada de una agricultura poco brillante, pero muy rentable, y un sector servicios de primera fila: Banca, seguros, transporte marítimo.

   Tal vez por ello, por ser bastante diversificada y por no haber resultado afectado ninguno de sus sectores clave por la actual crisis es por lo que se aprecia menos el parón general de la economía y especialmente el aspecto más lamentable del mismo, que es el paro obrero.

Sectores y paro.

   Fundamentalmente, los sectores más afectados por la actual recesión a nivel nacional son el textil, la construcción, el automóvil y -el año pasado pero parece que no el actual - el turismo. Ninguno de estos sectores tiene importancia grande en el País Vasco, salvo el de la construcción, en el que se han dado determinadas circunstancias especiales, como son la construcción del superpuerto y la central nuclear de Lemoniz, que han aliviado sensiblemente los problemas del mismo.

   No existe en Vizcaya industria textil alguna. Tampoco la confección reviste importancia. Por lo que hace referencia a la industria del automóvil, es evidente que la industria auxiliar del mismo había experimentado en otras ocasiones de crisis graves dificultades, que ahora no se han producido como consecuencia fundamentalmente de una cierta diversificación de producciones en muchos de los talleres y, por otra parte, porque el impacto no ha sido brusco, sino relativamente lento y, sobre todo, esperado. En consecuencia, se pudieron suavizar los efectos inevitables.

   El turismo en toda esta región es local, cuando no nacional. Los extranjeros no son excesivamente numerosos, y en aquellas zonas próximas, como Santander, no son clientes de hoteles, sino, por regla general, propietarios de apartamentos desde hace años. En consecuencia, han continuado viniendo, porque el costo en España es normalmente inferior que en el extranjero, especialmente en Francia.

   No ha habido, en consecuencia, paro. Los periódicos continúan publicando anuncios pidiendo personal, tanto cualificado como peonaje. Es esta la mejor muestra de que la actividad económica general mantiene un ritmo relativamente normal.



La inflación

   El problema más grave, como en todos los aspectos de la economía, es el de la inflación, que viene a ser idéntica a las de las otras zonas del país. Ahora bien, la consecuencia de esta Inflación ha sido un endurecimiento a la hora de negociar los convenios colectivos. Diciembre y enero han sido, a este respecto, meses muy conflictivos. Sin embargo, y a pesar de que las huelgas han sido muchas, no se ha producido ningún conflicto realmente grave y sobre todo excesivamente duradero, como fue en su día el de Laminación de Bandas. Finalizado el periodo de contratación colectiva, la conflictividad puede decirse que ha desaparecido, aunque existe un gran Interés sobre las normas concretas recientemente aprobadas sobre la regulación de la huelga.

   La entrada en vigor simultáneamente de centenares de convenios colectivos, en los que como mínimo se recogía la mejora salarial que suponía el aumento del coste de la vida, ha producido bruscamente un Incremento en la  capacidad adquisitiva de la gran masa de la población que ha hecho que en los primeros meses del año haya persistido la tensión inflacionista. Incluso no han disminuido las compras de determinados artículos de uso duradero como son automóviles y electrodomésticos. Sin embargo, a medida que van transcurriendo los meses, la situación tiende a normalizarse y el peso de los cada vez más elevados precios, incide sobre el público.

   Un fenómeno interesante es el de la demanda de pisos y apartamentos' ya 'construidos que se mantiene firme, pero sin excesivas alegrías, ya que los precios de los mismos se aquilatan al céntimo.

Buques en los Astilleros Euskaduna

El sector siderúrgico

   Tal vez una de las principales razones por las cuales el impacto de la crisis en Vizcaya no ha sido muy grande ha sido la situación del sector siderometalúrgico, que representa un 60 por 100, aproximadamente, de la actividad industrial. Mientras que determinadas ramas y especialmente la de electrodomésticos sufren los efectos de la recesión, otras muchas y especialmente todas las relacionadas· con el petróleo, como fábricas de tubos accesorios y derivados, tienen trabajo asegurado para tres o cuatro veces sus posibilidades.

   Los astilleros, que tienen un futuro un tanto difícil, ofrecen en estos momentos una actividad intensa. Y con ellos la industria auxiliar. Y, por otra parte, la exportación, cada vez más importante en esta zona, está sufriendo dificultades del mercado nacional. En definitiva, no existen problemas especiales, porque el de la inflación y las alzas de precios no son exclusivos de esta provincia.

Imagen aérea del Abra.
La infraestructura

   Cara al futuro, donde las dificultades van a ser mayores será en lo relativo a la infraestructura. El Estado ha dejado de realizar muchas obras fundamenta1es; que ha hecho suyas la iniciativa privada. El superpuerto y las autopistas son los ejemplos más claros. Pero en los años venideros se apreciará claramente lo que se ha dejado de hacer. Especialmente en acceso, en atenciones hospitalarias, en enseñanza, etcétera.

   El problema del aeropuerto es un problema vivo y diario que todos .padecemos. El laberinto y las dificultades del tráfico son probablemente los más intensos de España. Las nuevas autopistas de acceso a la Meseta y enlace con Cataluña y las otras provincias del Cantábrico facilitarán la comunicación “a larga distancia” pero aumentarán los problemas de los accesos y del tráfico interior. Y lo mismo sucederá con el superpuerto, el mayor de España y el peor comunicado.

   Estos problemas son los que han de resolverse en los próximos meses, no años, porque si  se espera a los años no es probable que tengan solución.

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Publicado el 27 de Mayo de 1975 por Fernando Barrena en la revista CAMBIO 16

Obra original perteneciente a los fondos bibliográficos de la Fundación Sancho el Sabio Fundazioa. (Vitoria-Gazteiz).

http://hdl.handle.net/10357/13591



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