sábado, 14 de enero de 2017

Vizcaya, la industria en picado.- 1975

Vizcaya, la industria en picado.- 1975


   Ante la recesión actual en la industria vizcaína que afecta a casi todos los sectores, especialmente el del metal, han sido numerosas las voces de alarma oídas estas últimas semanas en esta provincia.

Altos Hornos de Vizcaya
   En reunión celebrada el día 15 del pasado mes los 65 empresarios del sector del metal, en el que están encuadrados sectores como la siderurgia, electrodomésticos, construcción naval, herramientas, aceros, bienes de equipo, etc., han anunciado: “la gravedad de los problemas comunes y sin que se vislumbren mejores perspectivas en un futuro inmediato. Desde hace meses se ha observado una continua recesión en la demanda, con el consiguiente incremento de stocks, que alcanza, en bastantes casos, niveles muy superiores a los normales y provocan, asimismo, una fuerte reducción en la producción, llegando a infrautilizaciones de la capacidad productiva en algunas situaciones del cincuenta por ciento”.

   La creciente inflación y la crisis económica internacional, con la elevación de costes de producción dificultando la autofinanciación, hacen difícil no sólo las exportaciones, sino también cualquier medida reactivadora. A estas serias dificultades, que provocan el pesimismo industrial vizcaíno del momento, se añaden la imposibilidad o la renuncia a invertir. Inversión considerada en estos momentos como prácticamente nula.

Altos Hornos y Sestao al fondo.
   Por otra parte, la continua recesión de la demanda ha provocado una gran acumulación de los stocks, sin gran esperanza de liquidarlos normalmente a corto plazo.

   La industria pesada suele ser la última en entrar en este tipo de crisis a nivel nacional. En este caso, la vizcaína se puede ver, y de hecho se resentirá de la doble crisis nacional e internacional. Si en Europa el hundimiento de la siderurgia está llevando consigo el paro, que se traduce en una reducción de los horarios de trabajo y en una disminución de las importaciones y exportaciones (en la CEE, por ejemplo), nuestro país puede verse sometido a una ola de paros forzosos que incrementaría una tensión social de todos ya conocida. En muchas empresas vizcaínas se plantea ya la posibilidad de reducir plantillas y suprimir horas extraordinarias. Los empresarios que han dado su voz de alarma consideran que si a nivel nacional muchos sectores han tocado fondo, las empresas vizcaínas, por su parte, no lo han hecho todavía: “La situación es suficientemente crítica como para que se tomen medidas urgentes antes de tocar fondo”, comentaba a CAMBIO16 un empresario de la margen derecha. También este debilitamiento económico se resiente en los sectores químicos, del papel y la madera, previéndose en empresas medianas o pequeñas expedientes de crisis o hundimientos espectaculares.

La industria entre Baracaldo y Axpe.
   En otro orden de cosas y según fuentes bancarias, la evasión de capital en la provincia de Vizcaya en los últimos meses se cifraría en la suma de trescientos millones de dólares.

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Publicado el 6 de Octubre de 1975 en la revista CAMBIO 16

Obra original perteneciente a los fondos bibliográficos de la Fundación Sancho el Sabio Fundazioa. (Vitoria-Gazteiz).

http://hdl.handle.net/10357/13591
     


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