domingo, 12 de abril de 2015

Las Minas de Somorrostro. IV - 1882

LAS MINAS DE SOMORROSTRO. IV - 1882

   Ciertas pendientes que no han sido lavadas por las aguas intensas
Tranvía aéreo al lavadero de Pobeña. (Revista minera, metalúrgica y de ingeniería. 1912)
 y por las que resbalaran las caidas de los surtidores ferríferos hay mucha altura de rubio, pero debe tener escasa profundidad. De conformidad con lo indicado, puede suponerse que las minas que dan rubio solo  están lejos de los puntos de emergencia de los geisers ó manantiales; que las que producen vena y rubio recibieron el grueso de la caída de los surtidores, y que por las que presenta el campanil y vena circularon y debieron salir las corrientes subterráneas, que con su fuerza de impulsión lanzaron a grandes distancias las areniscas que las cubrían, o dejaron al rededor de los cráteres intacto el suelo con su capa de caliza arcillosa, que quedó entera y sin mineralizar debajo de la curva que formaron los surtidores.

Por último, en el seno de la vena y del campanil se hallan, aunque en pequeña cantidad, algunos
ejemplares del primitivo carbonato de hierro ó hierro espático, que indican que no toda la masa disuelta sufrió las trasformaciones indicadas.

Tenemos, pues, que hay en Somorrostro, y demás criaderos, estas clases de mineral: que contiene de 8o a 90 por 100 de óxido, y que da de 58 a 61 de hierro puro. El campanil, hematites roja, óxido férrico anhidro, con 73 a 84 de óxido, y que produce de 53 a 57 de metal limpio. Y el rubio, hematites parda, óxido férrico hidratado, que contiene de 75 a 83 de oxido y de 54 a 56 de hierro.

La mina “Concha Nº 3”
  Además, según los análisis practicados en la fábrica de los Sres. Ibarra, en la Escuela de Minas de París, y otros por los Sres. Cock, Montgomerv, Krupp, Cockerill y Czyszkowski, que tengo á la vista, esas diversas clases de mineral contienen también, en pequeñas y muy variadas proporciones, ácido carbónico, agua, sílice, alúmina, cal, óxido de manganeso, magnesia, fósforo y azufre, abundando, como es natural, la sílice y el agua en el rubio, el manganeso en ciertas zonas del campanil, y la cal en la vena. En muchas minas aparecen unidas dos clases distintas, y entonces el producto explotado recibe el nombre de vena rabiada, rubio avenado ó campanil avenado, según la proporción en que entren respectivamente. 

Vizcaya: Mina de Ortuella
   En el lenguaje de los mineros, la vena se divide en dulce y dura, ó en vena roja, negra y rojo-azulada, y  llaman toba al ocre amarillo; ollon, al óxido en forma de flores ó granos ampulosos pedrisco, a la roca caliza un tanto mineralizada, y calon a la arenisca ferruginosa. La masa de óxido de hierro que cubre toda la zona minera parece estar distribuida de este modo : rubio, minas de Ollargan, Bilbao, Iturrigorri, el Regato y Galdames; campanil, vena y rubio, minas de Triano y Somorrostro ; vena y rubio, minas de Matamoros ; de modo que la proporción existente viene á ser: rubio, 6/10; vena,8/10 y campanil, 4/100; de cuya distribución detallada hablaré al tratar de las minas en particular.

Diversos tipos de cargadores de mineral diseminados por las costas de Vizcaya y Santander
  La forma en que está repartida la zona es muy irregular, aunque en una especie de línea continuada. En las cercanías de Bilbao constituye cuatro manchones de bastante extensión, en los altos de Ollargan, el Morro y Miravilla; después, aparece muy poco intensa en Iturrigorri y Castrejana ; se amplía considerablemente en Matamoros, en una superficie de más de 2.000 metros de longitud por unos 700 de anchura en su parte más dilatada, y adquiere su mayor desarrollo desde Triano al Cadegal y á Pucheta, espacio separado del anterior por el barranco Granada, y que ocupa 4.000 metros de largo por i.ooo en su máxima anchura, prolongándose por Torre-Moje y San Lorenzo, y estrechándose en una faja de cerca de 200 metros de larga. E n las areniscas que se extienden en los montes al O. de ambos grandes criaderos hay numerosas manchas pequeñas de rubio, y, en fin , al O. de Somorrostro aparecen las abundantes zonas de Galdames, como, casi en la costa misma, y en el límite de la provincia de Santander se ven los yacimientos que surten al embarcadero de Pobeña. Solo los dos grandes manchones de Matamoros y Triano comprenden una superficie de más de tres millones de metros cuadrados, que contienen ciento sesenta millones de toneladas de mineral, según quedó ya dicho. No se sabe, ni es fácil probar, hoy por hoy, si estos montes sufrieron algún trastorno de posición, posterior á la formación de los criaderos de hierro, aunque es de suponer que sí, ya que aun se sucedieron en los continentes los levantamientos colosales de los terrenos terciarios, y ya que los diluvios y las trepidaciones duraron largo tiempo, después de surgir este macizo cretáceo.

Galdames: Cueva y mina de  “La Magdalena”
   En esos movimientos parciales, y en las denudaciones que tanto han alterado la superiicie del globo, debió adquirir la cordillera de Somorrostro su forma actual, y debieron formarse los barrancos que hoy vemos, y en los cuales, el arrastre impetuoso de las aguas descompuso y barrió todo el mineral de la
superficie existente en ellos, mientras que las corrientes subterráneas, operaban el lento y secular trabajo de la descomposición del carbonato de hierro, formaban el campanil y la vena y llenaban las cavernas de preciosas estalactitas, que hoy son la admiración de los operarios, como en los primeros tiempos de la emersión de los manantiales calientes se formaron en el seno de las rocas esas preciosas geodas, en las que el hierro, casi en ebullición, ha dejado sus burbujas en relieve, sus delicadísimas agujas ordenadamente agrupadas y sus caprichosas flores de pyrolusita, y que excitan la curiosidad y causan el encanto de los hombres instruidos.

RICARDO BECERRO DE BENGOA

Publicado el 22 de Diciembre de 1882 en la revista:

LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA


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