miércoles, 29 de junio de 2016

Compañía Anónima Basconia.- 1922

Compañía Anónima Basconia.- 1922

   Esta importantísima Sociedad, establecida en Bilbao desde el año 1893, es la segunda industria siderúrgica y metalúrgica de España.

   De su extraordinario desarrollo son testimonio irrecusable el constante impulso que ha ido adquiriendo, debido a exigencias de su clientela y el gran empuje que han ido tomando los negocios a que se dedica, que fueron siempre orientados y sostenidos por la acertada dirección de la misma y el competentísimo celo de sus administradores, que han hecho, y con justicia, que se coloque a la cabeza de las entidades similares; que sea preferida y mimada por la selección y cuidado de los artículos que fabrica y que goce en el mundo de los negocios del crédito y de la consideración a que son acreedoras las Compañías que dedicadas con asiduidad y escrúpulo al fin social que determinó su creación, han sabido a fuerza de trabajo llegar a imponerse por la bondad de sus productos y por la seriedad en el cumplimiento de sus deberes.

COMPAÑÍA ANÓNIMA BASCONIA.- Vista general de la fábrica.
   Creemos que no solamente debe ser un motivo de orgullo el contar entre nuestras industrias ésta de tanta importancia y necesidad para los pueblos, que con condiciones de capacidad entre sus hombres cuentan además con los elementos y primeras materias para poder rivalizar con los extranjeros por su importancia y por la moderna maquinaria y procedimientos empleados en la fabricación de sus productos, sino que también cumple altos fines si queremos conseguir de veras la emancipación económica que España necesita para poder producir, y bastarse a sí propia, siendo innecesarias las importaciones extrañas, que vienen siendo, y con razón, la pesadilla de los hombres de negocios, que dedican con plausible espíritu patriótico sus energías, sus desvelos y sus capitales a hacer de España una patria grande y envidiada, ya que le sobran elementos para alcanzar este loable fin.

   Y si es motivo de orgullo para los que dan vida a estas Empresas, ellas honran la región donde se implantan, y con justicia Bilbao, centro de estas potentes Sociedades, donde el espíritu mercantil y de grandes empresas tiene su principal asiento, ha de sentirse halagado al alcanzar en su suelo cuanto pueda ser admiración de propios y extraños.

   A estas Sociedades no se les puede ni se les debe regatear en ningún momento la necesaria protección, ya que nadie puede desconocer que devuelven multiplicadas a la economía social del país las ayudas que reciben.

   Da idea del desenvolvimiento adquirido por la Basconia el que su primitivo capital fue de 1,50 millones de pesetas, representado por 3.000 acciones de 500 pesetas nominales; se amplió más tarde a seis millones, en 12.000 acciones; posteriormente a siete millones de pesetas, dividido en 14.000 acciones, y por último, en 1913 se emitieron 5.000 acciones preferentes, al portador, de 500 pesetas cada una, que más tarde fueron convertidas en ordinarias, siendo, por tanto, el capital actual de 9.500.000 pesetas en acciones y 5.305.000 pesetas en obligaciones, contando con 12.100.000 pesetas en fondo de reserva.

   Entre la variedad de productos que elabora y transforma, merecen especial mención los siguientes:
Lingote al carbón vegetal, fabricación de acero Siemens-Martín, tochos, palanquilla, llantón, hierros comerciales y fermachine, chapa negra pulida, en calidad dulce y extra dulce; chapa comercial dulce, en tamaños corrientes y especiales; especialidad en chapa gruesa para construcciones navales, bajo la inspección del Lloyd's Register y Bureau Veritas; chapa aplomada y galvanizada, fabricación de hojalata, cubos y baños galvanizados, palas de acero, remaches y sulfato de hierro, grandes talleres de construcciones metálicas, montaje de puentes, armaduras, postes y toda clase de construcciones en cualquiera dimensión y peso, tuberías de chapa forzada para saltos de agua, vagonetas para vía Decauville, grúas eléctricas y aparatos de elevación y transporte.

   La última Memoria que tenemos a la vista, que es la correspondiente al ejercicio de 1920, menciona que dentro de las dificultades que en términos generales afectaron a todas las industrias funcionó con bastante regularidad, permitiendo atender debidamente a las importantes demandas de los diferentes productos que fabrica, a pesar de la grave crisis del mercado consumidor, que como es lógico suponer, puesto que no podía ser una excepción, le afectó, provocada por la menor demanda de su clientela, debido principalmente a las importaciones de productos similares procedentes de naciones cuya moneda se hallaba depreciada.

   El negocio se animó a primeros del año 1921, debido a la publicación del arancel provisional de Mayo último.

   La fábrica está valorada en 19,30 millones de pesetas.
  
   Entre las mejoras llevadas a cabo figuran los nuevos talleres de construcciones metálicas; se adquirió el utillaje necesario para la fabricación de toda clase de tuberías de chapa, y especialmente para las destinadas a saltos de agua, con cuyo motivo se reformaron las instalaciones de estos talleres, ampliándolas con una nave de 22 por 70 metros.

   Se amplió también la fábrica de hoja de lata, efectuándose reformas en los trenes en consonancia con las necesidades que la fabricación de este producto requiere, y se adquirió material fijo y móvil con el fin de facilitar los transportes, tanto en el interior de la fábrica como en el servicio a los ferrocarriles que enlazan con la misma.

   Se terminaron los talleres de carpintería, cubos y baños, introduciendo algunas mejoras en los mismos.

COMPAÑÍA ANÓNIMA BASCONIA.- Central temo-eléctrica de 1.500 kilowatios.
   Para evitar la irregularidad de la falta de energía eléctrica, especialmente en las épocas de estiaje, lo que traía como consecuencia un mayor costo en los productos fabricados, adquirieron del Extranjero una Central Termo-Eléctrica de 1.500 kilovatios de potencia, con lo que atiende a todos los servicios de la fábrica en condiciones que aseguran el buen funcionamiento de sus talleres.

   Para asegurar parte del combustible de su fábrica, y principalmente el destinado a la central Termo-Eléctrica, se constituyó la Sociedad anónima Basauri, que tomó en arriendo la explotación de un grupo de minas de carbón en jurisdicción de Prado y Puente Almuhey, en la línea de los ferrocarriles de la Robla, permitiendo colocar en los departamentos de la fábrica de la Basconia este carbón directamente desde el apartadero instalado al pie de los pozos de extracción.

   Adquirió la Basconia 4.000 acciones de esta nueva Sociedad de 500 pesetas nominales cada una, satisfaciendo como primera entrega un dividendo pasivo del 25 por 100.

   Compró algunas parcelas de terrenos colindantes con sus talleres; adquirió la fábrica de hierro La Merced, de Guriezo provincia de Santander, de la que se hizo cargo en condiciones muy ventajosas.

   La producción de acero obtenida en el ejercicio, transformada en las variedades de fermachine, perfiles laminados, hojalata, chapa negra y aplomada, construcciones metálicas, chapas para buques de todas clases, chapas comerciales, galvanizadas, cubos y baños y palas de acero, fue colocada en el mercado, atendiendo a las demandas de sus clientes.

   Con cargo al fondo de renovación se invirtieron en el ejercicio que reseñamos la cantidad de 1.896.443 pesetas.

   En cumplimiento de la ley de Accidentes del trabajo abonó 112.982 pesetas por indemnizaciones y asistencia facultativa a sus obreros.

   Con el fin de acogerse a los beneficios de la ley de Retiros obreros, aseguró el personal en el Instituto Nacional de Previsión, con fecha 1 de Octubre de 1920.

   Durante el año 1920 abonó por gratificaciones y subvenciones destinadas a fines de cultura y beneficencia la cantidad de 126.962 pesetas.

   Los beneficios obtenidos durante el ejercicio importan la cantidad de 3.526.299 pesetas, a las que añadidas 333.686, remanente del ejercicio anterior, suman 3.859.986 pesetas, cuya aplicación fue la siguiente:
Fondo de amortización, 400.000 pesetas; fines estatutarios, impuestos, etc., 582.629; fondo de reserva, 600.000; ídem de previsión, 86.099; dividendo de 75 pesetas por acción, 1.350.000; remanente, 841.256 pesetas.

El Consejo de Administración lo componen:
Presidente, D. Juan T. de Candarías; vicepresidente, don José Joaquín de Ampuero; vocales: D. Vicente Llaguno, don José Galíndez, D. José F. de Lequerica, D. Valeriano Balzola, D. Joaquín de Lizárraga, D. Mauro Alonso y D. José María de Gondra; secretario, D. José Luis Costa.


Publicado en Abril de 1922 en EL FINANCERO.




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