viernes, 2 de diciembre de 2016

Babcock & Wilcox Mejora.- 1972

Babcock & Wilcox Mejora.- 1972

1.  Aspectos institucionales.

   La empresa que analizamos en esta ocasión se constituyó en Bilbao en el año 1918 para construir con arreglo a las patentes, estudios y demás elementos técnicos que la casa matriz Babcock & Wilcox, Limited, emplee para sus construcciones análogas diversos productos siderúrgicos en España.


   En su capital social, la participación de la Babcock inglesa, a pesar de ser mayoritaria, no es muy elevada, pues no alcanza siquiera el 10 por 100. Existen otros socios importantes por sus participaciones relativas, pero ninguno llega a alcanzar la correspondiente a Babcock.

   Sus factorías se hallan emplazadas en la Vega de Galindo, términos municipales de Sestao y san Salvador del Valle, con terrenos en Orduña y San Pedro de Galdames, localidad esta última en la que posee minas que abastecen de mineral de hierro a sus producciones siderúrgicas. Es propietaria de una central térmica para generar energía eléctrica para su propio uso, así como un ferrocarril de 23 kilómetros de longitud que enlaza la dársena de Portugalete con las minas citadas, así como una red interior sus factorías de Galindo.

   Sus producciones son amplísimas, abarcando una gama de, al menos, cincuenta productos diferentes. Estos se agrupan en dos fábricas: una de productos tubulares y otra de bienes de equipo. La primera de ellas tiene dos divisiones, una siderúrgica y otra de tubos y botellas. La primera de ellas incluiría producciones de acería, fundición, forja y laminación, mientras que la segunda incluiría la fabricación de tubos con o sin soldaduras, así como la de botellones para gases. Con relación a la fábrica de bienes de equipo incluye dos grandes producciones: por otra parte, mecanización, engranajes, motores, locomotoras, maquinaria pesada y válvulas; mientras que por otra, abarcaría la fabricación de calderas y de estructuras.

   Ya hemos señalado que la empresa se abastece de mineral en sus propias minas, al mismo tiempo que el taller de acería proporciona el acero a los otros talleres de la empresa, obteniendo de esta forma un suministro seguro y a menor coste.

   La empresa cuenta con asistencia técnica no sólo del grupo Babcock, sino que también tiene concertados diversos convenios de licencia y asistencia técnica con otras empresas extranjeras.


   Dentro de sus filiales destacan tubos Reunidos y Tubos del Nervión, empresas ambas en la que participa al 50 por 100 en su capital conjuntamente con Tubos Forjados. La primera, que comenzó a producir en 1969, fue creada, dentro de la colaboración mencionada, mediante el traspaso de parte de los activos de Babcock, incluyéndose casi 600 trabajadores. El 50 por 100 del capital de Tubos del Nervión fue cedido por Tubos Forjados simultáneamente a la operación anterior. Otras participaciones incluyen Helisold, para la fabricación de tubos de gran diámetro soldados en hélice, la Babcock portuguesa, por intermedio de la cual participa en las empresas Babcock de Angola y de Mozanbique, etc.


   Todo lo anterior sirve para poner de manifiesto cómo nos enfrentamos con una empresa de grandes dimensiones, al menos a nivel nacional, preparada desde el punto de vista técnico, por sus conexiones con empresas extranjeras de tecnología avanzada, pero inserta en un sector altamente problemático y con un futuro no demasiado claro, no solamente a nivel nacional sino mundial. Podrá parecer una paradoja el hecho de que precisamente uno de los sectores que pueden considerarse básicos en toda estructura económica deba enfrentarse con una serie de problemas que comprometen seriamente su rentabilidad, pero la empresa que analizamos es una prueba clara de esta situación. Los Excedente a nivel mundial, el encarecimiento de los costes, el problema de los precios, la práctica del dumping, su vinculación a las oscilaciones de la coyuntura, etc., son los problemas básicos que gravitan sobre el sector. 

   En el caso español, en los últimos años la evolución ha sido muy favorable al conjuntarse diversos factores, entre los cuales la reestructuración empresarial vinculada a los planes de acción concertada ha sido uno de los más importantes. De cara al futuro, el tratado comercial con el Mercado Común puede suponer una ayuda a la exportación, dado su trato favorable a los productos siderúrgicos. En cualquier caso, las empresas del sector deberán seguir enfrentándose con importantes problemas si quieren mantenerse por sí mismas, sin recurrir a la ayuda pública en un mercado con un alto grado de competencia y en el que la búsqueda de nuevos mercados se hace en condiciones francamente difíciles.


   En el cuadro numero 1 hemos recogido la evolución de las magnitudes fundamentales para definir la política productiva y comercial de Babcock. Su expansión, fundamentalmente a partir de 1968 ha sido importante, a pesar de la mala situación coyuntural de los años 1968 y 1970. Como reflejo de esta expansión puede aducirse el hecho, reflejado en el cuadro citado, de que la facturación tanto por hombre-año como por pesetas de inversión neta industrial no ha dejado de crecer.

2. Magnitudes Fundamentales.


   Si tuviéramos que escoger una palabra para calificar la evolución de magnitudes fundamentales de Babcock, que recoge el cuadro número 2, ésta sería la de estancamiento. En efecto, en el periodo analizado la sociedad no ha realizado ninguna ampliación de capital, las reservas se mantienen prácticamente inamovibles, y como consecuencia, los recursos propios siguen un comportamiento análogo. Solamente se observa un incremento, si bien hay que decir que relativamente moderado, en el exigible, lo que permite que los recursos totales de la empresa hayan aumentado ligeramente en el periodo que abarca nuestro análisis.

   Descendiendo a un nivel de mayor profundidad, la composición de las diferentes partidas de la estructura financiera de la empresa muestran ciertas particularidades que es necesario destacar. Dentro de los recursos propios, las reservas suponen prácticamente el doble del capital; este extremo se explica en gran medida por el hecho de que la sociedad no haya ampliado su capital desde abril de 1951. Creemos que es la primera empresa de cuantas hemos analizado en esta sección que ha permanecido un periodo tan dilatado de tiempo sin realizar ninguna ampliación de capital. En este sentido hay que tener en cuenta que, aunque a priori ese extremo pudiera obedecer a un deseo implícito por parte de los responsables de la empresa de mantener la autofinanciación al máximo sin recurrir al mercado de capitales, han sido en cierta forma las dificultades que han atravesado la empresa en los últimos años y como es lógico han tenido su consiguiente reflejo en la Bolsa, los que, en cierto modo, han cerrado esta posible vía de financiación. En efecto, para que una empresa se comprometa a ampliar su capital social tiene que tener las suficientes expectativas de rentabilidad que le permita remunerar el nuevo capital captado y éste no parece haber sido el caso de la empresa que analizamos, al menos en los primeros años de periodo considerado.


   Tampoco debe, en este sentido, darse una interpretación desorbitada a la importancia de las reservas con respecto a capital dentro de los recursos propios de la sociedad. Prescindiendo de consideraciones sobre el mucho o escaso significado económico que pudiera tener la diferenciación entre reservas y capital que nos llevaría a plantear el problema a unos niveles que no corresponden a este breve análisis, en la composición de las reservas ocupa una posición preponderante el fondo de regularización y las reservas por prima de emisiones de acciones. Es interesante consignar que el fondo de regularización supera el 50 por 100 del capital de la entidad; este porcentaje tan elevado tiene su origen en la propia actividad de la empresa que necesita de un inmovilizado considerable y, por otra parte, en la consideración que antes mencionábamos de que la sociedad no ha realizado ampliaciones de capital en los últimos años.

   Como comentábamos al iniciar el presente apartado, el exigible ha registrado un cierto incremento, aunque es mayor en el caso del endeudamiento a corto plazo, no puede decirse que las diferencias sean significativas, constituyendo un objetivo expreso de la empresa en los últimos ejercicios el ir sustituyendo recursos de origen bancario por otros de mayores vencimientos. En este sentido han ocupado un lugar de primer orden dentro de la financiación de la empresa los créditos de acción concertada. Dicho crédito ofrece beneficios de orden fiscal, arancelario y de expropiación forzosa y supone el poder financiar con crédito oficial el 70 por 100 del valor del programa de inversiones, con un interés del 6,5 por 100 al mismo tiempo que se otorga libertad en la política de amortizaciones. A cambio de ello, la empresa se compromete a aceptar el programa siderúrgico nacional, así como a facilitar información técnica, financiera y económica a la Administración. Aunque dicho crédito se ofrece en condiciones bastante ventajosas en relación a las alternativas que ofrece el mercado, la baja rentabilidad que ha caracterizado a la sociedad en los primeros años del periodo que abarca el análisis, ha hecho que la remuneración de 6,5 por 100 resulte relativamente elevada.

   Así como la sociedad no ha captado recursos el mercado en los últimos años por via capital, sí lo ha hecho a través de emisiones de obligaciones, suponiendo dicha partida la más importante de cuantas integran el exigible a largo plazo. En ese sentido, en abril de 1971 realizó una emisión de obligaciones parcialmente convertibles por un importe global de 200 millones de pesetas.

3. Política de amortizaciones, resultados y rentabilidad.


   Las amortizaciones han constituido, sin lugar a dudas, una de las principales fuentes de financiación de las inversiones realizadas por la sociedad. Como puede deducirse del cuadro número 3, éstas han seguido una marcha muy progresiva, incrementándose a una tasa anual de 8,5 por 100, lo cual es relativamente elevado si tenemos en cuenta la evolución del inmovilizado.

   En la actualidad, la sociedad tiene amortizado el 36,6 por 100 del inmovilizado, y de seguir éstas a su ritmo actual tendría amortizado la totalidad del mismo en el plazo de 10,7 años. Dichas cifras son bastante favorables dentro del sector, sobre todo teniendo en cuenta que han seguido una evolución francamente progresiva en los últimos años, como puede deducirse del cuadro antes citado.


   En cuanto a los resultados de la empresa que recoge el cuadro numero 4, siguen una evolución muy favorable en los últimos ejercicios, si bien es verda que se partía de niveles francamente bajos en los primeros años del periodo. Los ingresos de explotación aumentan a una tasa anual de 20,4 por 100, aunque los gastos inherentes a la misma loa hacen en una cuantía comparable.

  Las cargas financieras se mantienen prácticamente estacionarias, a pesar del incremento en el pasivo exigible de la empresa que comentamos en el apartado anterior. La explicación de este fenómeno se encuentra en la progresiva sustitución de créditos bancarios a corto plazo por otros pasivos de menor coste financiero, que comentamos, asimismo, anteriormente. En cuanto al beneficio neto que registra un crecimiento espectacular, debe tenerse en cuenta que en los primeros años de éste fue negativo, lo que hace que al entrar la empresa en rentabilidad, la incidencia sobre resultados se haga notar con mayor intensidad. E Cash-flow (beneficio neto + amortizaciones) o conjunto de recursos generados por la empresa crece a una tasa también considerable (2,5 por 100) aunque con mayor regularidad como consecuencia de la política financiera de la empresa que ha tendido a dar en todo momento primacía a la autofinanciación.


   Las cifras de rentabilidad de la empresa, que refleja el cuadro número 5, muestra al igual que las de resultados, la orientación que en la evolución de la misma marcó el ejercicio de 1969, en el que puede decirse que se situó en rentabilidad. En este sentido, aunque las diferente relaciones se mantengan todavía a niveles relativamente modestos, su evolución es claramente progresiva a lo largo de los últimos ejercicios, haciendo presagiar que el cambio de tendencia que se inició en 1969 no es puramente circunstancial. Ello adquiere particular relevancia si tenemos en cuenta que en los dos últimos años la situación de la economía española no ha sido muy halagüeña, en particular en lo que se refiere a la inversión que, como es lógico, es el mayor condicionante de una empresa que concentra su actividad en el sector de bienes de equipo.

4. Evolución bursátil.

   Las acciones de Babcock cotizan oficialmente en las bolsa de Bilbao, Madrid y Barcelona, sin embargo es en Bilbao donde lo hacen con mayor frecuencia y, por tanto, donde tienen mayor significación su cotización. La cotización se ha mantenido por debajo de la par en los dos primeros años del periodo analizado, para revalorizarse fuertemente en 1969, ano en el que alcanzó el máximo nivel del periodo (134 por 100). Posteriormente, y a pesar de la favorable situación económica de la empresa, se vio afectada por la crisis general del mercado de valores, sufriendo una apreciable disminución, estancándose en el ultimo ejercicio en torno al 80 por 100. En el año en curso ha registrado un alza considerable, en gran medida como consecuencia de la euforia general que ha caracterizado a la bolsa.


   La rentabilidad por dividendos es muy elevada en los últimos ejercicios (anteriormente y siguiendo con la tónica de forzar la autofinanciación al máximo la empresa no había repartido dividendos) y muestra claramente la mejoría en la siuación de la empresa. En cuanto a la rentabilidad para el inversor que incluye tanto dividendo como plusvalías ha seguido una evolución irregular, adaptanose a las variaciones en la cotización, aunque su balance final es bastante positivo. El P.E.R. o pesetas que paga el inversor en Bolsa por cada peseta de beneficio obtenida por la empresa es reducido en los dos últimos ejercicios, aunque está bastante en línea con las cifras normales del sector (el P.E.R. de 1969 no es significativo dado lo reducido del beneficio en dicho ejercicio).




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Publicado en 1972 en la revista CAMBIO16

Obra original perteneciente a los fondos bibliográficos de la Fundación Sancho el Sabio Fundazioa. (Vitoria-Gazteiz).



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