domingo, 19 de febrero de 2017

El Horno Vasco.- 1991

El Horno Vasco.- 1991


   Los informes técnicos que elabora la Administración recomiendan el cierre de la cabecera de Altos Hornos de Vizcaya. Las presiones políticas y sociales siembran de dudas la puesta en marcha de este plan, mientras los asturianos consideran un trato de favor hacia los vascos.

Manifestación en Barakaldo de los trabajadores de A.H.V.
   La supuesta marcha atrás que ha dado la Administración en el ajuste de Altos Hornos de Vizcaya (AHV), léase desmantelamiento de la cabecera, ha provocado las iras asturianas. La prensa regional no escatima críticas ante lo que considera un favoritismo en el trato del Gobierno al País Vasco. El sentimiento que históricamente embarga a las regiones del norte por el apoyo que revive el País Vasco en detrimento de sus vecinos, se ha recrudecido en Asturias.

   Desde el Ministerio de Industria se acusa directamente al Gobierno vasco y al PNV de estar intentando ganar la batalla política de un proyecto “que todavía está por decidir”. Lo cierto es que la Administración se ha sentado a negociar con las instituciones vascas, algo que hizo en el caso asturiano. Si se plantea el mantenimiento de la acería de AHV no sólo se perjudicaría a Ensidesa; quedaría en entredicho la futura fusión de las dos siderúrgicas. Presiones políticas han llevado a la Administración ha sentarse con los representantes vascos; éste ha sido el precio pagado por el Gobierno tras el apoyo del PNV a la polémica Ley Corcuera.

Plan técnico. A Industria no le falta razón cuando asegura que no hay plan oficial alguno que haya revocado. Pero lo cierto es que desde instancias oficiales se han estado lanzando píldoras sobre el futuro cierre de la cabecera de la empresa vasca. Desde el punto de vista puramente técnico, la media docena de estudios que se elaboran en este momento así lo dan a entender.
   En ellos trabajan desde la Nipon Steel a Mckinsey, pasando por los que realizan expertos de las propias empresas. La minuciosidad con que se están estudiando todos los detalles “línea a línea y producto a producto”, está alargando la solución definitiva.

   Los proyectos técnicos, dejando a un lado los aspectos políticos y sociales, apuntan al cierre de una de las cabeceras. Ensidesa tiene la mejor acería de toda Europa por ser la última que se ha construido, pero también es cierto que la de AHV ha sido reformada en los últimos años. Para los técnicos la más racional es cerrar la cabecera de AHV y mantener el proceso productivo a partir de su tren de bandas en caliente y la fabricación posterior de productos acabados.

Claudio Aranzadi
   Este tren se alimentaría con acero de Ensidesa lo que, para los diseñadores del proyecto, representaría una reducción de costes para AHV y un mejor aprovechamiento de la acería de Ensidesa. Al fin y al cabo se dice que “los vascos terminan mejor el acero que los asturianos”. Con todo, representaría para Altos Hornos un excedente aproximado de la mitad de plantilla y el tráfico del puerto de Bilbao se resentiría sensiblemente.

Aspectos políticos. Pero los informes técnicos de la Nipon Steel o de Mckinsey no serán, en ningún caso, decisivos. La penúltima palabra la tendrá José Manuel García Hermoso, presidente de Sidenor, el holding público que integra a las dos siderúrgicas. La última, Claudio Aranzadi. Aunque en Industria aseguran que la solución les vendrá dada a través de los informes, se reconoce que los aspectos políticos y sociales pesarán sobremanera a la hora de tomar una decisión.

   Así lo demuestran las negociaciones abiertas con el vicepresidente del gobierno vasco y consejero de Industria Jon Azúa y con el propio Arzallus. Además, existe la obligación reconocida de tener que pactar con los sindicatos. Para empezar, la Dirección General de Trabajo ha desestimado el expediente de regulación de empleo que afectaba a 3.000 trabajadores en Ensidesa. En estos momentos, se duda del éxito que acarrearía presentar un recurso ante el Ministerio de Trabajo. Por un lado, se dejaría la decisión final en manos del ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, implicando directamente en la guerra asturiana y, por otro, se perdería una importante batalla en el caso de que Trabajo también se pronunciase igualmente contra este expediente.

Jon Azúa
   Los posibles pactos en Euskadi vienen forzados por la crisis abierta en Acenor. Sobre este grupo de aceros especiales pende el cierre de dos acería, las de Hernani y Llodio, y una disminución de plantilla de 1.800 trabajadores. Tanto en este caso como en el del ajuste que se decida para AHV, el coste tendrán que asumirlo los accionistas: INI y Banco Exterior. Estos han intentando llamarse andanas a la hora de asumir la reestructuración financiera de Acenor pero en Industria tienen claro que los accionistas deben dar directamente la cara.

Invertir es fácil. Si en el caso de Asturias el problema más serio con el que se ha enfrentado la Administración es la ausencia de iniciativa privada para reindustrializar la región, en el del País Vasco es el fantasma de terrorismo el que subyace ante cualquier posible solución, Los instrumentos para fomentar las inversiones han sido los mismos para ambas regiones, pero con resultados dispares. El 50% de los proyectos presentados en Asturias a través de mecanismos como la ZUR o la ZID han estado directamente relacionados con la minería del carbón y el resto ha sido, por lo general, para pequeñas inversiones en el sector servicio. En cambio, en Euskadi, con una larga tradición industrial, la iniciativa privada ha aprovechado subvenciones para la puesta en marcha de un buen número de empresas para la fabricación de productos de alto valor añadido y con plantillas de, al menos, una decena de trabajadores. 

   De no mediar presiones políticas, reconvertir o urbanizar la margen izquierda del Nervión, sería cosa sencilla. Casi en su totalidad es terreno público y su lavado de cara permitiría acabar con los problemas de medio ambiente que sufre Bilbao. Pero los altos hornos de Sesta son utilizados por las instituciones vascas como el estandarte industrial de la región y no parecen dispuestos a admitir su desmantelamiento. Máxime cuando éste se hace en aras de la supervivencia de la propia Ensidesa.

A.H.V en Sestao. http://www.euskadi.eus/eusko-jaurlaritza/kultura/

   Para bien o para mal, el plan será presentado por Industria a finales del mes de diciembre. En este tiempo, se tendrán que sortear presiones desde diversos flancos. Queda por ver si los tecnócratas, esta vez, ganan la partida.


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Publicado por Carmen Monforte el 11 de noviembre 1991

En la revista El Siglo

Obra original perteneciente a los fondos bibliográficos de la Fundación Sancho el Sabio Fundazioa. (Vitoria-Gazteiz).

http://hdl.handle.net/10357/27265



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