Los talleres Babcock &
Wilcox.- 1924
Figura 2ª.- Vista general de los
talleres
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A pocos kilómetros
de Bilbao y próximo a la desembocadura del Nervión, en el valle del río
Galindo, último afluente de la margen izquierda de aquél, se levantan los grandes
talleres que la Sociedad Española de Construcciones “Babcock & Wilcox”
construyó para dedicarlos a la fabricación de las calderas que dan nombre a la
Sociedad, tubos de acero estirado sin soldadura, locomotoras, construcciones
metálicas en toda su extensión, calderería en general y fundición de hierro y
bronce.
DESCRIPCIÓN GENERAL.
Es el valle del
Galindo, en la parte donde están situados los talleres, una gran marisma, con
cota de unos 3 metros sobre las mareas bajas medias, que hubo necesidad de
terraplenar con el fin de establecer el piso de las naves a una cota lo
suficientemente elevada para evitar todo riesgo de inundación, pues ha de
tenerse en cuenta que la carrera de marea en las rías que circundan los
talleres pasa de 4 metros.
Sobre este
terraplén, asentado casi directamente sobre la capa de fango que forma el
terreno de las marismas (capa de profundidad indefinida para los efectos de
construcción), fue preciso establecer los cimientos de las naves y edificios
anexos.
Forman los talleres
15 pabellones, todos construidos con entramado de hormigón
armado. Está constituido aquel entramado en 14 de las naves por robustos
pilares y nervios que enlazan sus cabezas de forma tal que al mismo tiempo que
los arriostran entre sí sirven de vigas sobre las que circulan las
grúas-puente; esto por lo que se refiere a los pilares interiores. Los de
fachada se enlazan por una serie de nervios horizontales formando entrepaños
que van rellenados con muro de ladrillo, de un asta de espesor.
Los pilares, a partir del plano de las vías de las grúas-puente,
se prolongan con menor sección, claro es, la necesaria únicamente para soportar
la cubierta, compuesta de formas metálicas tipo inglés, con cubrimiento de
uralita y teniendo en el centro de los faldones amplias claraboyas que permiten
la iluminación de los interiores con luz cenital. Los pilares de cubierta van
asimismo arriostrados en sus cabezas mediante nervios.
Hay una nave, la
destinada a taller de modelos, cuya construcción difiere de las demás;
es también su estructura de hormigón, pero los pilares, de sólo 6 metros
de altura, aunque van enlazados unos con otros en sus coronaciones por medio de
nervios, no han de soportar grúas de ningún género, y en cuanto a la cubierta,
en cielo raso, está formada por un forjado de hormigón.
Para la cimentación
del conjunto sobre terreno de tan pésimas condiciones hubo necesidad de emplear
grandes basas, también de hormigón armado, que permitieron cargar al terreno
con 0,4 kg. por cm2 tan sólo.
Los 15 pabellones que integran la
factoría están distribuidos tres grupos: una nave aislada, de 85 por
15 metros, que se destina a taller y almacén de modelos; un grupo de
diez formando los talleres generales, de las que una, la destinada a fundición,
tiene 200 por 20,90 metros, y las nueve restantes 100 por 20,90
metros, y otro grupo de cuatro, destinadas a la fabricación de tubos de
acero estirado, con dimensiones de 95 por 20 metros.
Todos los talleres
están enlazados entre sí por un haz de vías, y que permite llevar los distintos
materiales de uno a otro sin más que sencillas maniobras, de las que se
encargan una locomotora Maffei de 4.350 kg. de esfuerzo de tracción, y
dos grúas locomóviles, de cinco toneladas de carga, de la Babcock & Wilcox
Ltd., de Londres-Renfrew.
Pasemos una ligera
revista a las distintas instalaciones auxiliares de la fábrica antes de entrar
de lleno en la descripción de cada nave y de su utillaje correspondiente.
La maquinaria de la
factoría está movida eléctricamente por motores individuales para cada máquina
en la mayoría de los casos, y sólo en algunos especiales sirviendo un motor,
mediante la transmisión correspondiente a un grupo de ellas.
La energía
necesaria, recibida bajo la forma de corriente alterna trifásica a la tensión
de 3.000 voltios, se transforma a 220 voltios, que es el voltaje
que emplean casi todos los motores, grúas y alumbrado de talleres, y a 110 voltios
para el alumbrado de oficinas y dependencias. Para dicha transformación hay dos
centrales de las cuales una sirve a los talleres generales y la otra a la
fábrica de tubos.
La primera central
está constituida en esencia por tres transformadores de 400 kw. del tipo
acorazado, en baño de aceite, con relación de transformación 3.000/220;dos grupos
convertidores formado cada uno por un motor de 370 HP., 3.000 voltios
y 50 períodos, acoplado a una dínamo de 250 kw. y 220 voltios
para el servicio de los motores de corriente continua; un transformador para
los instrumentos y dos transformadores de 7,5 kw., también en baño de
aceite, y relaciones de transformación 3.000/220, 210,200 y 3.000/115,121,127.
Desde luego existen
en esta central los cuadros de alta y baja tensión necesarios para el servicio
de todos los aparatos y talleres.
Figura 1ª.- Plano general de talleres y
vías.
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La segunda central
cuenta con el cuadro de alta tensión para los cuatro motores de la fábrica de
tubos que trabajan a 3.000 voltios y
toman la energía directamente de la línea; con dos transformadores, el de entrada
e instrumentos, otros dos transformadores de 400kw. iguales a los de la otra central
y un cuadro de baja tensión.
La potencia disponible para toda la fábrica es en resumen: 1.710 k w. en
la primera central y 800 kw. en la
segunda, más 895 kw. correspondientes a los cuatro motores que la toman directamente
de la línea.
Estas centrales ocupan pequeñas casetas adosadas a la fachada principal
de los talleres.
Para las distintas clases de trabajo que se efectúan se precisa disponer
de fuerza hidráulica, neumática y de vapor, y a estos fines cuenta la factoría
con una central de vapor, otra de fuerza hidráulica e instalación de
compresores de aire. Consta la central de vapor de dos calderas Babcock &
Wilcox de 170 m2 de superficie de calefacción cada una, provistas de cargadores
automáticos, recalentadores de vapor, calentador de agua de alimentación, dos
bombas “Weir” para la alimentación, purificador de agua, aparato indicador de CO2
y el caballito para el movimiento de los cargadores automáticos. Estas calderas
suministran el vapor a los martillos-pilones de la nave de forja, tubos y a la
central hidráulica. Para el servicio de las calderas hay una chimenea de acero,
del tipo autoestable que construye la Sociedad, de 32, 4 6 metros de altura y
1.755 mm . de diámetro, que sirve así mismo a los hornos de recalentar, de
forja y estampado.
En la central hidráulica, que envía la presión de agua a las remachadoras y bancos de prueba de
calderas y tubos, existe una bomba “Simpson” de triple expansión y doble
efecto que impulsa el agua al acumulador hidráulico, que trabaja a una presión de 105 kg. por cm2. Dos grupos
electrocentrífugos movidos por motores de 5,5 HP. alimentan de agua a la bomba
principal.
Figura 3ª.-
Una de las naves de la fábrica de tubos.
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La instalación de aire comprimido la componen tres grupos compresores de
la “Fullerton, Hogart & Barclay Ltd.”,
con una capacidad de 8.500 litros
por minuto, a la presión de 7,75 kg.
por cm2, accionados por tres motores de 65
HP. , uno para cada compresor. Las tuberías de escape de los compresores
abocan a dos depósitos reguladores, de los que parten las tuberías de servicio con
más de 600 metros de longitud,
disponiéndose en ellas, a cada 5 metros,
de bocas de toma, a las que se enchufan las mangueras flexibles que sirven el
aire a los martillos, retacadoras, etc.
Citaremos, por
último, como otras instalaciones auxiliares los ¡generadores dé acetileno, uno
fijo con capacidad de 11.300 litros
y otro portátil de 500 litros,
con la correspondiente tubería de distribución de aquel gas a los aparatos de
soldadura y corte. La de soldadura eléctrica, compuesta por la máquina tipo “Alternac”
con su transformador bifásico. La de forjar y templar herramientas con los
elementos necesarios para templar con agua, aire y aceite. La de cementación
con un horno para cajas hasta de 1.450 por
800 y el secadero de madera, tinglado
que existe a continuación del taller de modelos.
Descritos a grandes
rasgos la ubicación de los talleres, la forma en que están construidos y las
instalaciones auxiliares, pasemos revista a las diferentes naves que los
forman.
FÁBRICA DE TUBOS.
Empezaremos
describiendo la fábrica de tubos, que es, sin género de duda, la más
interesante de todas las especialidades a que se dedican estos talleres. La
componen, como ya hemos dicho, cuatro pabellones de 95 por 20 metros,
contándose en cada una de ellas con grúas-puente de potencias distintas, dos de
5 toneladas y las otras dos de 10 toneladas.
Creemos interesante
decir algo acerca de estas grúas, todas construidas por la casa matriz de la
Sociedad: por la Babcock & Wilcox Ltd., de Londres. Cada grúa dispone para
sus movimientos de tres motores, uno para la traslación del puente, otro para
la del carro portador del gancho, y un tercero destinado a la elevación de la
carga. En las grúas de 5 toneladas las potencias de estos motores son,
respectivamente, de 8,4 y10HP., siendo estas potencias para las de 10 toneladas
18,8 y 18 HP.
Hay en total en la
fábrica de tubos 45 motores eléctricos con potencias diversas, alcanzando éstas
en algunos de ellos a 450 HP.
La fabricación en
esencia se reduce a perforar el redondo de acero, previamente calentado al
rojo, en perforadores ad hoc, y a su laminación en laminadores de
rodillos de perfil especial. El tubo ya laminado pasa a los trenes de estirar,
que pueden trabajarse bien frío o bien caliente.
Se dispone de
trenes para tubos de 51 mm. y de 102 mm. de diámetros exteriores, siendo esta
última la máxima dimensión que se construye.
El tren grande de
laminación ocupa la nave segunda del grupo, contando en dirección Norte a Sur,
y en esa misma nave, que dispone de una de las grúas de 10 toneladas, están las
máquinas para centrar los redondos de acero, los hornos para calentar las bocas
de los tubos, las máquinas encargadas de aplastar dichas bocas con el fin de
que las mordazas de los bancos de estirar agarren bien los tubos, y otras
varias, como la máquina de prueba, la encargada de cortar, un compresor de
aire, otra máquina para enderezar tubos, etc., etc.
En esta nave hay
también uno de los bancos de estirar en caliente con su correspondiente horno,
donde es caldeado el tubo previamente laminado.
El tren pequeño de
perforación y laminación ocupa la última nave del grupo, la situada más al Sur,
trabajándose en ella los tubos hasta de 51 mm. de diámetro exterior. Asimismo
hay en ella dos bancos de estirar en caliente. En la figura 3ª, que es una
vista de este pabellón, se distinguen perfectamente, al fondo, los hornos de
calentar los redondos; a la derecha, en último término, el perforador; a la
izquierda, también en último término, el tren de laminar propiamente dicho, y a
derecha e izquierda, delante de aquéllos, los dos bancos de estirar en caliente
con sus correspondientes hornos.
Esta nave tiene una
de las grúas-puente de 5 toneladas, y como instalaciones auxiliares, las
máquinas de centrar, mandrinar, abocardar y cortar tubos, sierras en caliente,
etc., etc.
Los tres bancos
dobles de estirar en frio ocupan la nave Norte del grupo. En ellos, el tubo
laminado, con una de sus bocas aplastadas, es pasado en frío a través de las
hileras. Como partes necesarias a esta forma de fabricación tiene esta nave los
hornos para recocer los tubos, y la instalación de decapado de los mismos. Se cuenta
también en este pabellón con máquinas de roscar, afiladoras, etc., y como parte
esencial de la fábrica, la instalación de galvanizado.
La nave tercera se
dedica exclusivamente a la maquinaria que se precisa para preparar todos los
elementos necesarios a perforadores, laminadores y bancos de estirar y en ella
cuatro martillos-pilones, fresadoras para trabajar los rodillos de los
laminadores, fraguas, yunques, etc., y el banco donde se prueban los tubos a presión
hidráulica, pudiendo alcanzarse presiones hasta de 105 kg. por cm2. En esta
nave se dispone de una de las grúas-puente de 5 toneladas.
Los hornos son
caldeados por gas, y para su obtención hay cuatro gasógenos que ocupan un
tinglado a espaldas de los pabellones. Una red de tuberías con sus válvulas y
puertas de explosión conducen el fluido hasta los hornos, y en la figura 3ª se
ven perfectamente esas tuberías. Para el servicio de los hornos cuenta la
fábrica de tubos con siete chimeneas de chapa de acero, de distintas alturas y
diámetro.
TALLERES GENERALES.
La parte de la
factoría, que hemos llamado talleres generales y que está formada por las once
naves restantes, comprende los pabellones destinados a fabricación de modelos y
su almacenaje, nave E, de la figura 1ª, y de la que la figura 4ª
representa una vista; fundición de hierro, nave A y figura 5ª; montajes
y fundición de bronce, nave M; construcciones metálicas en general y
montaje de ellas, naves B y C y figuras 6ª y 7ª; ajuste y maquinaria de locomotoras,
naves D y E; al fondo de estas naves están los talleres de herramientas, y
en un piso sobre éste el taller de bronces y cobres; montaje de locomotoras,
nave F y figuras
8ª, 9ª y 10; calderería y montaje de calderas, naves H y J, figuras
11 y 12, y, por último, la destinada a forja y estampado, nave K y figura 13.
TALLER DE MODELOS Y FUNDICIÓN.
Figura 4ª.- Taller de modelos.
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En el taller de
modelos cabe considerar como partes constitutivas de él la destinada a almacenaje
y secadero de madera, la instalación de aserrar, el taller propiamente dicho y
el almacén de modelos.
La instalación de,
aserrar y el taller de modelos comprenden cinco sierras, de las cuales hay una
vertical con varias hojas y con longitud de carro de 9 metros, una de cinta, dos circulares y una de péndulo para hojas de 600 mm. de diámetro.
Cuenta asimismo
este taller con un cepillo para planear, otro para poner a grueso; tres tornos,
de los cuales dos son de bancada fija y el tercero con ella movible, con
distancias entre puntos variables de 900
mm. A 4.000 mm. de unos a
otros; tres taladros para madera con brocas hasta de 50 mm., seis guillotinas, seis escopladoras para ensamblajes y dos
lijadoras, una para lijar círculos interiores y la otra para los modelos en general.
En el almacén se
conservan perfectamente clasificados todos los modelos una vez que son
devueltos por fundición.
En la nave de
fundición aparecen perfectamente marcados los diferentes grupos de máquinas o
instalaciones precisas para la fabricación; y hemos de considerar primero el
grupo destinado a preparación de arenas y carbón formado por los tres molinos,
dos mezcladoras y seis cribadoras de arena y una trituradora de carbón; de
estas máquinas, las cribadoras son accionadas por aire comprimido y las
mezcladoras y molinos por un motor eléctrico de 25 HP. mediante la correspondiente transmisión.
Otro grupo, que
aparece claramente diferenciado, es el que forman las máquinas o instalaciones
encargadas de preparar machos y moldes, y dentro de este grupo este taller
cuenta con trenzadoras de cuerda para machos cilíndricos; macheras; máquinas
moldeadoras, de las que tres son neumáticas y tres hidráulicas, y tres estufas
de secar machos, de amplias dimensiones, con sus vías y plataformas de
servicio.
Figura 5ª.- Vista general de taller de
fundición.
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Como medios
auxiliares para el transporte y elevación de materiales hay en esta nave dos
grúas-puente de 20 metros de luz
y de 5 y 15 toneladas de potencia, de idénticas características que las de
la fábrica de tubos ya mencionadas; una grúa de pescante con movimiento a mano
y cinco grúas también de pescante de dos toneladas, aunque éstas accionadas
hidráulicamente.
La instalación base
de este taller la componen dos cubilotes con producción horaria de 5 y 10 toneladas respectivamente. Están provistos de antecrisol, y
para la maniobra de cargarlos hay un montacargas hidráulico de 2.500 kg. de capacidad, que asciende
los materiales, carbón, lingote o chatarra, desde la vía de servicio que corre
a lo largo de la fachada del taller, hasta la plataforma de carga de los
cubilotes. Se dispone para el servicio de éstos de una serie de cucharas con
capacidades crecientes desde 25 kg.
a 10 toneladas, y para insuflar el
aire necesario dos grupos electro-ventiladores con capacidad de 198.240 litros por minuto a la presión
de 838 mm. de columna de agua
con motores de 65 HP., uno por
grupo.
Las piezas
fundidas, una vez terminado el desmoldeo han de prepararse, quitándoles la
rebaba y mazarotas. En las piezas grandes se efectúan estas operaciones a mano
o con útiles neumáticos en ciertas ocasiones; en cambio, en las piezas pequeñas
se efectúa el rebarbado y su esmerilado a máquina, y a este fin el taller que
describimos cuenta con cinco tambores giratorios para rebarbar y seis
esmeriladoras dobles con la correspondiente aspiración de polvo. Estas máquinas
son movidas por una transmisión accionada por un motor de 40 HP.
Figura 6ª.- Taller de montaje general.
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NAVE DE MONTAJES.
Poco hemos de decir
de la nave de montajes, a cuyo fondo, ocupando un espacio de 25 por 20,90 metros, está la fundición de bronce en comunicación con la general
de fundición.
Siendo este
pabellón el lugar donde se presentan los cargadores automáticos para las
calderas Babcock & Wilcox y donde se montan las apisonadoras de vapor y gasolina
cuenta, aparte de los bancos de ajustar, con dos grúas hidráulicas de pescante
de 2.000 kg. de potencia y 6 metros de radio y una grúa-puente de
20 metros de luz y 10 toneladas de potencia.
Figura 7ª.- Vista parcial del taller de
montaje de grúas.
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FUNDICIÓN DEL BRONCE.
Para la fundición
del bronce se dispone de una batería de hornos crisoles con capacidades hasta
de 300 kilogramos, con sus
ventiladores movidos por un motor de 5 HP.
Hay, además, como maquinaria auxiliar, una trituradora de cok, un molino, una
máquina magnética y tambor de rebarbar, movidas todas por un motor de 15 HP. También este taller tiene su
cribadora neumática de arena, varias estufas portátiles para secar machos, así
como una serie de bancos de moldear.
Figura 8ª.- Vista general de la nave de
montaje de locomotoras.
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TALLERES DE CONSTRUCCIONES
METÁLICAS DE TODO GÉNERO.
Una rama muy
interesante de la fabricación es la construcción de grúas eléctricas,
transportadores para toda clase de áridos y construcciones metálicas de todo género.
Dos naves completas se destinan a estos fines y para el servicio de cada uno de
ellos una grúa-puente de 10 toneladas.
Las diversas operaciones
que hay que verificar para la construcción de estructuras metálicas pueden
resumirse en las siguientes: trazado; corte de plantillas y marcado de chapas y
perfiles; corte de éstos bien a tijera o sierra, bien con los aparatos
oxiacetilénicos; cepillado de cantos de chapas, barrenado o punzonado;
escarpado, curvado, las de armar y remachar; y por último, el retacado en las
construcciones que así lo exijan.
En esta clase de
talleres ha de disponerse por de pronto de un amplio espacio para el trazado de
las monteas, y en los que describimos se dedica a este fin un piso situado
encima de la sala de herramientas, existiendo en el taller una máquina
guillotina para la preparación de plantillas. El grupo de las herramientas destinadas
a cortar chapas y perfiles lo integran las dos sierras de cinta y de disco, y
las tres tijeras para chapas y perfiles, siendo una de ellas universal, y
aparte, claro es, la batería de corte con oxiacetileno.
Hay para el
cepillado de cantos una cepilladora con una carrera útil de 5 metros, movida por su motor de 10 HP.
El barrenado verificase
en la batería de seis taladros radiales de 2.438 mm. de radio con motores independientes de 7,5 HP. cada uno, provistos de sus
plataformas sobre vías que permiten el desplazamiento transversal de ellas, y
en el taladro horizontal con motor propio de 10 HP. La operación de punzonar corre a cargo de una punzonadora
para agujeros hasta de 25 mm. En
chapas de 20 mm. como máximo,
movida por un motor de 7,5 HP.,
y de una de las tijeras antes citadas que permite punzonar chapas de 22 mm. con agujeros también de 25 mm.
Hay necesidad para
escarpar las chapas de caldearlas en sus esquinas, y a este fin dedícanse dos
fraguas con su electroventilador de 4 HP.
y varias otras fraguas de ladrillo.
Disponiéndose en
otro de los talleres de un rodillo para curvar y enderezar chapas más potentes,
sólo se hace uso en este taller de uno “Craig” para chapas hasta de 12 mm. de espesor, con largos de 1.500, accionado por un motor de 18 HP., y otro “Bertands” para chapas hasta
15 mm. de espesor, con su motor
de 20 HP. El curvado de perfiles
corre a cargo de dos máquinas, una de ellas con motor de 20 HP.
Con la ayuda eficaz
de las grúas-puente se arman todas las estructuras, y para remacharlas, aparte
de los martillos neumáticos, existe una batería de remachadoras hidráulicas de
pescante, y para servicio de ellas, plataformas que corren sobre vías
dispuestas para el caso.
El retacado se
efectúa siempre con los útiles neumáticos. Para el servicio de este taller se
cuenta con varios bancos de ajustadores, hornos para remaches, un
martillo-pilón neumático, dos esmeriladoras, una doble y sencilla la otra, una
máquina de roscar, varias mesas para enderezado de chapas, y por último, y para
el montaje de grandes estructuras que por su tamaño no quepan en el taller, una
grúa tipo pescante para 4 toneladas
de carga, con radio de 12 metros
y altura del gancho de 23 metros,
adosada a la fachada de estas dos naves.
Como también se
reparan y construyen ténders de locomotora hay necesidad de las vías necesarias
de acceso y fosos de visita y montaje.
Figura 9ª.- Montaje de locomotoras.
Fresadora universal de largueros de
bastidores.
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TALLER DE AJUSTE.
También el taller
de ajuste ocupa dos naves, y también para el servicio de cada una de ellas hay
una grúa-puente de 20 metros de
luz y 10 toneladas de carga.
Tiene este taller
en total 40 motores con una
potencia aproximada de 700 HP.,
habiendo sólo 8 que muevan transmisiones,
siendo los restantes particulares para cada máquina.
Agrupemos las
máquinas-herramientas que se precisan en un taller de ajuste, aparte de los
bancos y tornillos para el ajuste a mano, en los grupos siguientes: 1º, máquinas dedicadas a operaciones
de cepillado; 2º, las de
tornear; 3º, de mandrinar; 4º, de rectificar; 5º, de fresar; 6º, de taladrar; 7º, de
roscar; 8º de limar, y 9º, las de aserrar, y enumeremos las
distintas clases de máquinas con arreglo a esta división.
Encontramos que en
este taller se dispone, como máquinas pertenecientes al grupo 1º, de cuatro cepilladoras horizontales
con capacidades máximas de 4.500 milímetros
de longitud por 1.500 mm. de
anchura y 1.500 milímetros de
altura, con una carrera de 4.000 mm.
Y tres cepilladoras verticales destinadas al trabajo de cigüeñales, sectores,
etc.
La batería de
tornos, máquinas que entran de lleno en las agrupadas en la partida núm. 2, la componen veinticinco tornos
horizontales, los mayores de 460 milímetros
de altura de puntos y 5.000 mm.
de distancia entre ellos; dedícanse las máquinas de este grupo especialmente al
trabajo de ejes, muñequillas, tapas de cilindros, émbolos, sus vástagos,
segmentos, etc., etc. Los ejes montado se trabajan en dos tornos especiales y un torno
al aire; aquéllos permitiendo el trabajo en ruedas hasta de 2.000 mm. y este último, potentísimo,
para diámetros hasta de 3.700 mm.
con bancada de 3.700 mm. Y servido
por dos portaherramientas. Los bandajes se trabajan en un torno vertical para
diámetros hasta de 2.150 mm.
Cuatro
mandrinadoras horizontales universales son las máquinas representantes del
grupo 3.°; son de los últimos
modelos construidos y se dedican especialmente al trabajo de cilindros de
locomotoras, pues en ellas se barrenan, refrentan, taladran y roscan dichas
piezas. Tienen como características 1.000
mm. de altura de centros, 860 mm.
de diámetro de plato y 2.700 milímetros
de luz libre.
Interesantísimo es
el grupo que forman las distintas máquinas rectificadoras, y merecen especial
mención entre ellas dos verticales, una de ellas con movimiento planetario,
dedicada a rectificar taladros en bielas y mecanismos, y la otra, radial, en la
que se rectifican sectores, una vertical de disco y otra tipo “Norton”,
dedicada al trabajo en ejes, bielas, vástagos y crucetas.
El grupo dedicado a
operaciones de fresar está representado por varias máquinas interesantes en
grado sumo, descollando entre ellas una con fresa sin fin para el fresado de
engranajes, tres fresadoras verticales y cuatro horizontales, todas ellas máquinas
potentes y modernas.
Todas las
operaciones de taladrar que en este taller se efectúan corren a cargo de una
batería de seis taladros radiales y dos horizontales; las primeras máquinas,
dignas de especial mención por su potencia y por ser del último modelo en su
género, tienen un radio útil de trabajo de 2.400 mm. con altura máxima del brazo de 1.700 mm.; en cuanto a las segundas, puede juzgarse de su
importancia teniendo en cuenta que su capacidad máxima alcanza a 2.700 por 2.700 mm. Con una altura del portaherramientas de 1.500 mm. Las divisiones 7, 8 y 9 están integradas por dos máquinas de roscar, cinco limadoras de
varios tamaños y dos sierras, existiendo otra dedicada a taladrar y cortar chaveteros
en vástagos, bielas y crucetas.
Figura 10ª.- Detalle del montaje de
locomotoras.
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SALA DE HERRAMIENTAS.
Hemos dicho que la denominada sala de herramientas ocupa un
espacio al final de los dos pabellones de ajuste. En ella se agrupan una serie
de máquinas accesorias a las que forman el ajuste, y como núcleo el más importante
destaca el grupo de veinticinco tornos automáticos, en uno de los cuales se
estalonan toda clase de herramientas, siendo otro de ellos especial para
roscar, taladrar y cortar virotillos para las calderas de locomotoras.
También en esta
sala se dispone de dos cepilladoras, dos fresadoras horizontales y diez
rectificadoras de distintas capacidades y para distintos usos, dedicándose una
de ellas a la fabricación de herramientas.
Existen otras
máquinas de aplicación inmediata en una sala de herramientas, y entre ellas,
destacando, cuatro esmeriladoras, una pulidora, una sierra en frío, así como
una máquina de roscar de cuatro husillos que se emplea para la fabricación de
tuercas, y otra máquina también muy interesante es la destinada a soldar las sierras
de cinta.
Figura 11ª.- Taller de calderería
general.
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CALDERERÍA.
La calderería, que
después describiremos, y el ajuste envían las diferentes partes de las
locomotoras a la nave destinada a su montaje, cuyas dimensiones son como todas
las del grupo. Gracias a las dos grúas-puente, de 40 toneladas de carga cada una, las maniobras del montaje se
facilitan extraordinariamente. Son estas grúas de 20 metros de luz y tienen, además del mecanismo para la elevación
de las 40 toneladas, uno
auxiliar para 10 toneladas. Las
potencias de los motores que las mueven son: 20 HP. para la traslación del puente, 8 HP. para la del carro y 15-20
HP. los motores de elevación de las cargas; la altura máxima que pueden
alcanzar los ganchos es 9 , 5 0 metros.
Para mayor
facilidad del montaje de las locomotoras y reconocimiento de las que entran a
reparar se emplean tres fosos de 75 metros
de longitud cada uno, el central con vías anchas y de un metro, y disponiéndose
en todos ellos de tomas de corriente, conexiones de aire comprimido y
alumbrado.
Cuenta este taller con
diversas herramientas portátiles, como mandrinadoras para cilindros, fresas,
taladradoras y rectificadoras eléctricas y neumáticas, y con una potentísima
fresadora de largueros de bastidores representada en la figura 9, con mesa de 1,5 por 2 metros, carro
portátil para fresa vertical accionado por un motor de 25 HP.; con movimientos de traslación a lo largo de la mesa y transversalmente
a ella, y dos taladros radiales de 2.896
mm. de radio movidos por motores independientes de 7,5 HP. y 4 HP., los primeros para el trabajo y los segundos para su
traslación a lo largo de la mesa, captando la corriente mediante los correspondientes
“trolleys”. Esta máquina termina a la vez y con una sola maniobra de colocación
cinco largueros de bastidor con espesor cada uno de 32 mm.
No dejaremos de
mencionar los bancos de ajustadores, la sección dedicada a la preparación de la
tubería de cobre, así como la prensa hidráulica horizontal de calar ejes,
muñequillas, manivelas, etc., con una potencia de 350 toneladas y presión de trabajo de 105 kilogramos por centímetro cuadrado, adscrita a este taller, no
obstante estar en el de maquinaria de locomotoras.
De las dos naves
que ocupa la calderería, una se dedica a la construcción de ellas, reservándose
la otra para su montaje. Es la primera una nave de 110 por 20,90 metros,
siendo la segunda de las mismas dimensiones que todas las demás, es decir, 100 por 20,90 metros.
Siguiendo la marcha
que señalamos en el estudio de los talleres de estructuras cabe también en éste
considerar las operaciones que allí indicábamos y los grupos de máquinas que a
ellas se dedican.
Siendo las piezas que en estas naves han de
trazarse de dimensiones relativamente reducidas para esta operación se emplean
varias mesas de trazado y caballetes y no una sala especial.
En cambio, la
instalación de corte de perfiles y chapas precisa aquí más elementos y más
poderosos que en estructuras; por eso se destinan a estos fines una sierra circular de 762 mm. de diámetro para cortar en frío, una sierra de cinta, una
máquina especial para serrar los fondos estampados de las calderas de locomotoras,
una tijera para chapas hasta de 25 mm.
de espesor movida por un motor de 15 HP.
y otra máquina para el corte de piezas con oxiacetileno, de novísimo modelo.
Como los demás, cuenta también este taller para el corte con las instalaciones
para oxhídrico y oxiacetileno.
Cepíllanse los cantos de las chapas en una máquina que
cuenta con una serie de pistones hidráulicos para fijación de ellas y que puede
trabajar hasta 5 metros de longitud;
recibe el movimiento de un motor de 25 HP.
Figura 12ª.- Taller de calderería.
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Otra operación que
ha de hacerse en las piezas de calderería es el biselado de sus cantos,
habiendo necesidad de disponer de una máquina especial para ello, que no es más
que una fresadora apta para aquel trabajo.
Ejecutan las operaciones
de taladrado una batería de cuatro taladros universales con motores
independientes de 10 HP. de
potencia, colocándose los materiales a taladrar en mesillas que pueden correr a
lo largo de una vía de maniobra; otra batería de cuatro taladros radiales con
radios máximos de trabajo de 2,50 metros,
movidos por motores independientes de 8
HP; un taladro horizontal múltiple de 6 husillos, con motor de 25
HP., y otro taladro horizontal para tambores de calderas Babcock, con
mesa giratoria de 1.855 mm. de
diámetro y 3 metros de altura,
movido por motor de 10 HP.
Otra clase de
trabajo que hay necesidad de efectuar en todo taller de calderería es el
curvado y enderezado de chapas, y a este objeto, en los que describimos se
destina un poderoso rodillo capaz de efectuar aquellas operaciones en chapas de
4.572 mm. de ancho y 30 mm. De espesor, siendo accionado
por dos motores.
La instalación para
remachar es completísima, pues además de que puede hacerse neumáticamente, hay una
serie de remachadoras hidráulicas que efectúan este trabajo a perfección.
Creemos interesante mencionar una remachadora hidráulica de pozo con altura útil
de 3.800 mm. y otra del mismo
tipo, pero de menores dimensiones, ya que su capacidad máxima es 1.866 milímetros. Para servicio
exclusivo de ellas se cuenta con una grúa-puente de 15 toneladas de carga con tres motores de 45, 12 y 5 HP.; el
primero, para la elevación de la carga; el segundo, para la traslación del
puente,
y para la del carro el tercero; la altura máxima que puede alcanzar
el gancho es 14 metros,
permitiendo, por tanto, el remachado de las mayores calderas. Otras dos remachadoras
portátiles completan la instalación, de las que una cuenta con cinco mesillas
para la presentación de las chapas y la otra con un pescante para dos toneladas.
Suelen presentarse
casos de tener que pestañear en frío las chapas, y este trabajo está
encomendado a una prensa hidráulica de pestañear.
Claro es que para
que sean completos estos dos talleres han de tenerse secciones dedicadas a las
pruebas hidráulicas y de vapor de las calderas, y para este objeto parte de la
nave de montaje de calderas está dedicada exclusivamente a esas operaciones.
Sólo nos falta,
para completar el estudio del taller de calderería, hacer mención de las tres
grúas-puentes de 10 toneladas, idénticas a las de otras naves, y la de 30 toneladas,
estando dos de 10 toneladas adscritas al pabellón de construcción y una de 10 y
la de 30 al de montaje.
La potencia de los
motores que tienen estos dos talleres llega a 455 HP.
Figura 13ª.- Taller de forja y
estampado.
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TALLER DE HERRERÍA y
FORJA.
Terminemos la
descripción de esta gran factoría dedicando algunas líneas al taller de
herrería, forja y estampado, última nave del grupo de diez que forman los
llamados talleres generales.
Comprende la
sección primera doce fraguas con sus tuberías de refrigeración, de ventilación
y aspiración de humos. Él agua necesaria para la primera se toma de un depósito
elevado que hay en la parte exterior del taller. Un electroventilador con motor
de 10 HP. verifica la segunda operación, mientras que un aspirador movido por
motor de 4,5 HP. se encarga de la aspiración de humos.
Dedicadas a caldear
las piezas grandes que hayan de forjarse, hay ocho fraguas que reciben el
viento necesario de dos grupos electroventiladores con motores de 5 HP.
La forja,
propiamente dicha, cuenta con cuatro martillos-pilones de vapor; uno de 225
kg., otro de 381 kilogramos, contando para las maniobras con un pescante hidráulico
de dos toneladas; otro más de 763 kg., también con su pescante de idéntica
potencia que el anterior, y, por último, otro de 1.527 kg., servido asimismo por
su correspondiente pescante.
En la sección de
estampado se cuenta con dos prensas hidráulicas, una de 170 toneladas y otra de
500 toneladas; ambas trabajan a 105 kg. por cm2 y se destinan al estampado de
fondos, domos, etc., etc.
Para el servicio de
las prensas y martillos-pilones existen tres hornos de recalentar, uno de ellos
de 5,20 por 4 metros para el caldeo de chapas grandes.
Esta nave cuenta
también con su grúa-puente de 10 toneladas y una pequeña máquina de hacer remaches
con su horno correspondiente.
OTRAS INSTALACIONES.
Plano general de talleres y terrenos.
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Tiene además la factoría un pequeño laboratorio químico,
otro de prueba de materiales y un botiquín, y para los servicios de oficinas,
un amplio edificio de tres pisos y sótano.
La red de vías que
sirve a los talleres se enlaza con las del ferrocarril de Triano, que por ser
de vía ancha permite el paso sin transbordo de todos los materiales que se
fabrican, y como dicho ferrocarril está enlazado con el de Bilbao a Portugalete
y éste con el del Norte de España en Bilbao y con los de La Robla y Santander
a, Bilbao, se tienen grandes facilidades para el envío de mercancías a toda la
Península, y esto sin contar que estando rodeados los talleres por las rías del
Galindo se facilita aún más la expedición de mercancías usando dichas vías
fluviales, que desembocan en la ría de Bilbao, a poca distancia del puerto exterior.
Publicado en Noviembre de 1.924
Por E. Pérez Villamil en INGENIERIA Y CONSTRUCCIÓN.
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