miércoles, 3 de febrero de 2016

Catástrofe en Baracaldo.- 1929

Catástrofe en Baracaldo.- 1929


BILBAO 18 de Octubre de 1929. La catástrofe de Baracaldo cuyas causas aún no están bien determinadas, nos ha producido un hondo dolor, porque la fatalidad ha ido a encarnizarse una vez más en los hijos del trabajo.
   Espanta el pensar, y de ello es pálido reflejo la Información de nuestros corresponsales, los horrorosos sufrimientos que han privado de la vida o han herido cruelmente a tantos hombres que en los Altos Hornos peleaban bravamente con el metal para llevar a sus hogares un puñado de pesetas,  sostén de sus familias.
   Es ya tópico obligado, pero cada día más inexcusable, el exigir que se depuren las responsabilidades y el pedir que las labores de los obreros siderúrgicos se realicen con aquellas garantías necesarias en evitación de catástrofes como la que ahora enluta a Vizcaya y a España entera. Ese montón de cadáveres, esos heridos que toda la vida guardarán memoria y señales indelebles de la explosión ocurrida ayer viernes, son un grito de dolor, una angustiosa apelación. Por humanidad, y este ideal es el que informa siempre a LA LIBERTAD, es menester que los trabajadores rindan su esfuerzo con el máximo de garantías, con las mayores seguridades para su vida, que es sagrada, ya que tan brava y generosamente la exponen en aras del progreso y de la civilización.
   A Baracaldo, a toda Vizcaya, la industriosa, vaya nuestra condolencia, la expresión fervorosa de nuestro pesar.

Un aspecto de los Altos Hornos, donde se ha producido la catástrofe.
Bilbao. 18. La primera noticia.- Esta mañana, a las once, en los Altos Hornos de Baracaldo estalló un horno de alimentación.
   A consecuencia de la horrorosa explosión han perecido once obreros y han resultado heridos veintidós más.
   Se había dispuesto reparar el horno núm. 2, y a tal efecto, a las nueve de la mañana, se procedió a descargarlo. Terminada esta operación se instaló en el exterior un andamio de albañilería. Tomaron parte en el trabajo cuarenta obreros.
   De improviso, una fuerte detonación sorprendió a todos. Se derrumbó el horno con su andamiaje.
   A consecuencia de la explosión quedaron destrozados numerosos cristales de la fábrica y de los edificios cercanos. Créese que aquella se produjo por haber entrado por una grieta del horno de alimentación cierta cantidad de agua y mezclarse con el caldo de hierro.

El público estacionado ante los talleres de Altos Hornos para inquirir noticias de la catástrofe.
Enorme Impresión.- La noticia de la catástrofe produjo honda impresión en Bilbao.
   Los primeros rumores fijaban en 20 el número de muertos y en 50 el de heridos y desaparecidos.
   Muchas familias de Bilbao y de los pueblos que tienen parientes trabajando en la fábrica de Altos
Hornos, donde ocurrió el suceso, se trasladaron a Baracaldo para adquirir noticias de lo ocurrido.
   En las inmediaciones de la fábrica se congregó gran gentío, que comentaba el suceso con emoción.

Los primeros trabajos de socorro.- Inmediatamente todos los operarios de los hornos 1 y 3, así como el personal de oficinas, corrió al lugar de la catástrofe y comenzaron los primeros trabajos de socorro.
   Al botiquín de urgencia de los Altos Hornos fueron llevados los primeros heridos. Otros fueron por su pie. Fuerzas de la Guardia civil y miñones acordonaron el lugar siniestrado, impidiendo que centenares de obreros y gran número de mujeres se acercasen a los escombros. Aunque en los primeros momentos desconocíase el número de víctimas y la fuerza de la explosión hacía presumir que había ocurrido una gran catástrofe, la actitud del pueblo y de la masa obrera era tranquila.
   Caso de que la explosión se hubiera proyectado hacia la carretera en vez de hacia la ría, habría volado el pabellón de oficinas y la magnitud de la catástrofe hubiera sido mucho mayor.

Once muertos.- Sin embargo, a medida que se Iban llevando a cabo los trabajos de salvamento, crecían en la multitud la ansiedad y la dolorosa emoción.

Benito Ávila y Antolín San Martín.
   El total de los muertos asciende al número de once. A ellos corresponden los nombres siguientes:
Eusebio López,  Antolín San Martín. Segundo León, Pedro París, Rafael Alcalde, Jacinto González, Benito Ávila, Marcelo Lesmes, Wenceslao Gámiz. Luis Cárdeno y Francisco Lombardero.
   Estos dos últimos se encuentran aún bajo los escombros.

Luis Cardañoso, Jacinto González, Segundo León, Esteban López.
Veintidós heridos.- Los heridos graves son: Venancio Espinosa. Pedro Bilbao, Florencio Martínez, José González y José Álvarez.
   Los heridos menos graves y leves ascienden a veinticuatro.
   Los trabajos de descombro se realizan con gran actividad. Se lucha con grandes dificultades a consecuencia de la enorme masa de materiales almacenada por la explosión.

Luis Garrido y Pedro Bilbao.
Auxilios a los heridos.- En el cuarto de socorro municipal han sido curados de diversas lesiones y quemaduras: Miguel González, de cuarenta y un años; Valentín Vayo, de cincuenta; Ramón Rodríguez, de diecinueve; José González, de veintiocho; Bonifacio Calvo, de veintiocho; Evencio Martínez, de veinticinco; Esteban Escobar, de veinticinco; Teodoro González, de veintiséis, y Pedro San Bartolomé, de treinta y ocho.
   En el Hospital Quirúrgico fueron asistidos; Venancio Espinar, de cincuenta años; Pedro Bilbao, de veintidós; Florentino Martín, de cuarenta y tres; José González, de veintiocho, y José Álvarez, de veintidós.
   Todos presentan heridas y contusiones diversas.
   Se ignoran aún los nombres de los otros heridos.

Un obrero loco de espanto.- Junto al horno fue encontrado un obrero con síntomas de locura, debido al espanto que le produjo la explosión.

La actuación del Juzgado.- A las tres de la tarde se presentó en el lugar de la catástrofe el Juzgado para proceder al levantamiento de los cadáveres encontrados entre escombros y en el agua recogida para las operaciones de enfriamiento del horno.
   Los cadáveres aparecen mutilados y presentan horribles quemaduras.

Escenas desgarradoras.- Como antes dijimos, fuerzas de la Guardia civil y miñones rodeaban el lugar de la catástrofe. Impidiendo el acceso de los familiares de los obreros.
   Entre la multitud aumentaban a medida que eran encontrados en los trabajos de salvamento los obreros víctimas del trágico suceso la inquietud y el dolor.
   Se desarrollaron escenas desgarradoras al ser extraídos los muertos y al ser conducido los heridos, para su curación, a la Clínica de urgencia.

Lo que cuenta el capataz del horno Fernando Barainóa.- El capataz del alto horno donde ha ocurrido la catástrofe, Fernando Barainca, nos ha hecho las siguientes manifestaciones con relación al trágico suceso:
   Los ingenieros – manifiesta - advirtieron que el horno necesitaba una urgente reparación. Dispusieron que la operación fuera realizada según costumbre. Comenzaron los trabajos a las ocho de la mañana. Una hora después se hablan descargado cuarenta toneladas de materias fundidas.
   La catástrofe ocurrió cuando, después de pasar lista a la brigada de reparación, iba yo con dicho documento a la Dirección. El descargue fue realizado normalmente. Al efecto hablan sido adoptadas las precauciones de rigor. Cabe pensar únicamente que por una grieta de la parte destinada a la circulación del agua para la refrigeración se filtrase determinada cantidad da liquido por debajo de la última capa en fusión y que se quedara en el horno. Vaporizada el agua instantáneamente, sin que el vapor encontrase salida, sobrevino la explosión. Nada de esto hubiese acontecido si alguna grieta hubiese dejado paso al agua sobre la materia fundida.

Investigación oficial de las causas de la catástrofe.- Por la tarde estuvieron en el lugar del suceso el gobernador civil y las autoridades de Bilbao.
   El gobernador civil ha ordenado que el inspector del Trabajo y el ingeniero Jefe de Minas realicen una investigación en el lugar del suceso para aclarar las causas del siniestro.

Dos obreros milagrosamente salvados.-  Entre los casos curiosos registrados con motivo de este triste suceso se refieren los tres siguientes:
   Un maquinista debe su salvación al hecho de haber ido a buscar una herramienta que le faltaba en el momento de ocurrir la explosión; otro obrero tuvo la ocurrencia de fumar un pitillo en el momento de estallar el horno, al ir a buscarlo a la chaqueta, que había colgado en lugar lejano, y otro, por fin, al cual se le prendieron las ropas y fue desnudado rapidísimamente por los compañeros que acudieron en su auxilio.

Entierro de las víctimas.- A las tres y media de la tarde se verificó la conducción del cadáver de León Eusebio López al depósito del cementerio.
   Figuraban en la fúnebre comitiva más de 15.000 obreros. La presidían el conde de Zubiria, el marqués de Zubiria, el conde de Motrico, D. Antonio Churruca y el alcalde de Baracaldo.
   Todos los establecimientos cerraron sus puertas.
   A las ocho y media de la noche se verificó el traslado al depósito del cementerio del resto de los cadáveres.
   Concurrieron a la fúnebre manifestación más de 30.000 obreros.

Son extraídos otros dos cadáveres horriblemente destrozados.- Durante la noche continuaron los trabajos de descombro.
   A las once y media fueron extraídos, completamente carbonizados, los cadáveres de Luis Cárdeno y de Francisco Lombardero. Fueron trasladados también al depósito del cementerio.

Obreros en el interior de la fábrica esperando noticias de la extracción de las víctimas.
El Consejo de Administración de los Altos Hornos, ante la catástrofe.- Se sabe que el Consejo de Administración de los Altos Hornos se reunirá mañana y que tomará el acuerdo de costear el entierro de las víctimas y de sufragar los funerales.
   Acaso también establezca pensiones en favor de las viudas, madres e hijos de los muertos. .

Las pérdidas materiales.- Las pérdidas materiales que ha ocasionado la explosión sobrepasan, según nos ha manifestado un alto empleado de los Altos Hornos, a más de un millón de pesetas.

Se suspende el trabajo en señal de duelo.- En los demás hornos se suspendió el trabajo en señal de duelo. No se ha paralizado totalmente, para atender a la alimentación de los hornos y evitar que éstos se apaguen. La consternación en toda Vizcaya es grandísima.
   En muchos edificios se han colocado crespones negros.

El horno destruido por la explosión.- El horno número 2 es el que ha sido destruido por la horrenda explosión.

El Alto Horno donde se produjo la explosión.
   El conjunto de la explotación siderúrgica lo forman cuatro hornos. Tres están en actividad y uno en reserva.
   Las dimensiones principales del horno que ha hecho explosión eran las siguientes: altura total, 23,400 metros; diámetro del crisol, 3 metros; altura de vientre, 8,880; diámetros del vientre, 5,500; diámetro del tragante, 4,45; volumen en metros cúbicos, 380; capacidad del crisol, 40 toneladas de hierro.
   El horno número 2 tenía nueve toberas de un diámetro. Las primeras materias empleadas en este horno, o sean el mineral, la caliza y el cok, se depositan muy cerca del mismo, la carga se verifica por medio de carretillas de hierro de 750 kilos de cabida, que se transportan por los obreros cargadores hasta la plataforma del montacargas. Este aparato vertical y la ascensión doble está movida por una máquina de vapor de cien caballos de fuerza, elevando en cada operación dos carretillas con 1.500 kilos de carga. Para el servicio del horno número 2 hay un solo montacargas, y los aparatos para calentar el aire son 13, del sistema Cowper.
   Se calienta con los gases de los hornos altos, y su ciclo de acción es de seis horas, cuatro para recuperar calor y dos para cederlo al aire que a través de los mismos se Inyecta en los hornos.
   La temperatura del aire varía entre 750 y 850 grados, a la presión media de 8 a 10 libras por pulgada cuadrada, y se produce por seis máquinas soplantes, cinco verticales y una horizontal.
   Diariamente trabajan en cada horno alrededor de ciento cincuenta obreros; pero, como ya decimos
antes, el horno núm. 2 estaba en reparación, y hasta pasadas dos horas, o séase a las tres de la tarde, no entraba a trabajar en él la brigada de obreros. De haberse retardado la explosión unas horas, la catástrofe hubiera sido mucho mayor. Desde luego la causa de la misma, como ya apuntamos antes, fue el mezclarse el hierro líquido con el agua que allí había para la refrigeración, que al mezclarse con el mineral líquido se descompone y produce la materia explotante.
   El horno núm. 2 se dedicaba, como ya se sabe, a la producción de lingotes de hierro. Estos lingotes, en estado líquido, se vierten a unos calderos de diez toneladas de capacidad, los cuales, por medio de unas locomotoras, se conducen al mezclador del lingote, instalado entre el Bessemer y los hornos altos.
   Este departamento tiene por objeto principal unificar la calidad del lingote de hierro que se emplea en los convertidores de acero Bessemer.

Bilbao, 19. Luto en Baracaldo. -El pueblo de Baracaldo se encuentra bajo la impresión tremenda que ha producido la catástrofe ocurrida en la fábrica de Altos Hornos. El dolor se refleja en todos los rostros. En balcones y ventanas se ven crespones negros, y en los edificios públicos se ha colocado la bandera a media asta.
   Los festejos que iban a celebrarse han quedado suspendidos en señal de duelo.
   Jamás hubo en la factoría indicada un accidente de tan terribles consecuencias, pues tan sólo ocurrió otro hace algún tiempo, en el que perecieron dos hombres. En este trágico accidente han perecido, como dijimos ayer, once personas.
   Las causas de la explosión aun no se conocen de una manera concreta, y son varias las versiones que circulan acerca de cómo se pudo producir la catástrofe.

Lo que dice el encargado de Altos Horno.- El encargado de Altos Hornos, D. Pedro Elías, ha dicho que le había extrañado mucho que la explosión se produjese en el homo núm. 2, casi descargado, pues estos estallidos se suelen producir en pleno funcionamiento y lleno el homo de carga, como ocurrió recientemente en el núm. 3, cuya explosión fue muy aparatosa, pero no hubo víctimas.
   Añadió que hasta ahora se había logrado que en las explosiones apenas si hubiera desgracias  personales, porque cuando los hornos están funcionando, los obreros permanecen alejados de los mismos.
-Tan ajeno me hallaba yo a lo que iba a ocurrir- ha dicho el Sr. Elías -, que me marché a la oficina y le dije al encargado: “Aquí no hago falta, pues este horno no ofrece peligro alguno.” Cuando oí la primera explosión no creí que el ruido procediese del homo núm. 2. Ya enterado, me encaminé hacia él, y se me ofreció un cuadro aterrador.

El estado de los heridos.- Todos los heridos que se encuentran hospitalizados siguen mejorando. El de más gravedad no ofrece peligro su vida, es Luis Garrido, que presenta quemaduras generalizada.

Un grupo de obreros a la puerta de la clínica de los Altos Hornos,
 esperando noticias del estado de los heridos.
Continúa el paro.- Una nota del Sindicato Metalúrgico.- Esta mañana se tocó la sirena, y todos los operarlos de las fábricas que la Sociedad de Altos Homos tiene establecidas en Baracaldo entraron al trabajo; pero poco después abandonaron sus tareas. Por tanto, el paro ha continuado hoy.
   El Sindicato Metalúrgico, domiciliado en Erandio, se reunió esta mañana en sesión extraordinaria y acordó editar una boja, que fue distribuida profusamente entre los pueblos de la zona fabril.
   El gobernador autorizó que se hiciese pública dicha hoja. La nota del Comité del Sindicato Metalúrgico dice así:
   “El Comité del Sindicato Metalúrgico, profundamente conmovido por la tragedia ocurrida ayer, y no queriendo complicar innecesariamente la situación, y considerando que ha sido cumplido el duelo por tal desgracia, cree que debe restablecerse la normalidad en los trabajos lo antes posible; es decir, hoy, a las dos de la tarde, y a lo más tardar a las diez de la noche, sin perjuicio de que, realizada la información que sea menester respecto a las causas de accidente, se exijan las responsabilidades a qué hubiese lugar, si éstas existiesen.
   Conviene en momentos como los presentes dar la sensación de serenidad, de disciplina y fortaleza, cualidades que tanto enaltecen a las clases trabajadoras.”

Doscientas mil pesetas y solemnes funerales.- A las once de la mañana se ha reunido en sus oficinas de Bilbao el Consejo de Administración de la Sociedad Altos Hornos de Vizcaya, bajo la presidencia del conde de Zubiria. Se acordó conceder a las familias de las víctimas de la catástrofe una indemnización extraordinaria, aparte de la fijada en la ley de Accidentes del trabajo, por importe de 200.000 pesetas, y celebrar mañana en todas las iglesias de Baracaldo solemnes funerales.
   Una Comisión, compuesta por el conde de Zubiria, Sr. Gandarias y marqués de Triano, visitó al gobernador civil para darle cuenta de estos acuerdos e invitarle a los funerales.

El Ayuntamiento de Baracaldo dirigiéndose en Corporación a los funerales por las
víctimas de la catástrofe.
Mueren después de prestar más de treinta años de servicio.- De los once muertos en la catástrofe, tres de ellos llevaban más de treinta años al servicio de la Empresa: Juan León, treinta y ocho años; Francisco Lombardero, cuarenta, y Eusebio López, treinta y dos.

Telegramas de pésame.- Esta tarde se ha reunido en sesión extraordinaria el Pleno del Ayuntamiento de Baracaldo. Acordó suspender todos los festejos anunciados para mañana y encabezar una subscripción pública a favor de las familias de las víctimas con 5.000 pesetas.
   En el Ayuntamiento se han recibido numerosos telegramas de pésame y ofrecimiento. Entre ellos figura uno de Valeriano León, que se ofrece a dar algunas funciones benéficas.
   En la fábrica de Altos Hornos se han recibido también centenares de telegramas de pésame de la mayor parte de las Industrias españolas y de muchísimos clientes de la Sociedad.

Dos telegramas del presidente del Consejo.- El Jefe del Gobierno ha dirigido un telegrama a la Sociedad Altos Hornos de Vizcaya dando el pésame por la catástrofe y acosijando a los obreros que, sobreponiéndose a su dolor, se reintegren a sus deberes.
   El gobernador civil ha recibido otro telegrama del presidente del Consejo de ministros, en el éste solicita que se le remitan con frecuencia noticias acerca del estado de los heridos y detalles que puedan ofrecer interés.
   Encarga al gobernador civil que represente al Gobierno en cuantos actos piadosos se verifiquen con tan triste motivo.
   El Gobierno Indemnizará a las familias de las víctimas con 600 pesetas a cada una.

Telegrama del presidente do la Diputación.- El presidente de la Diputación ha dirigido un telegrama al presidente del Consejo de Administración de Altos Hornos y al alcalde de Baracaldo, expresando la condolencia de dicha Corporación por la catástrofe de ayer.

Una subscripción.- El Ayuntamiento de Baracaldo se ha reunido en sesión extraordinaria y acordó abrir una subscripción popular a favor de las familias de las víctimas de la catástrofe de Altos Hornos, iniciándola con 10.000 pesetas.

La referencia oficial de la catástrofe.- A las cinco y media de la tarde han dado en el Gobierno civil una nota relacionada con la catástrofe de Baracaldo.
   Se dice en ella que el gobernador civil ha enviado al presidente del Consejo de ministros y a los ministros de la Gobernación, Fomento y Trabajo un telegrama, del cual son los conceptos siguientes:
   “Acabo de regresar de Baracaldo, acompañado del fiscal de la Audiencia, y las noticias que hasta ahora puedo comunicar son de que los obreros fallecidos en la catástrofe de Altos Hornos son 11. Los heridos hospitalizados, seis, ninguno de ellos grave, y los leves no hospitalizados, nueve.
   El accidente ocurrió en un horno parado y estando en reparación la tubería de aire caliente del mismo, opinando los técnicos que puede atribuirse el suceso a la filtración de la masa de hierro liquido por las grietas de la solera del crisol al ponerse en contacto alguna humedad con el agua de la filtración interior, produciéndose la disociación del agua y la combinación de los elementos gaseosos del mismo, dando lugar a diversas explosiones.
   Desgraciadamente, la zona del andamiaje que se hallaba en el radio de acción de la explosión estaba ocupada por los obreros que resultaron victimas de ella.
   A continuación el gobernador dio cuenta de la visita hecha por el Consejo de Altos Hornos al lugar del suceso y de los acuerdos relacionados con el donativo extraordinario a las familias de las víctimas.
   Dice que también él ha visitado a las familias de las víctimas, que le han expresado su gratitud al Gobierno por su acuerdo de contribuir con 500 pesetas al socorro de cada una de ellas.
   Añade que los obreros parados ayer por orden de la gerencia han continuado parados hoy por confusión, que ha quedado desvanecida, y esta noche se reintegrarán al trabajo.
   Continúa diciendo que el Ingeniero jefe de Minas y el inspector provincial del Trabajo continúan sus investigaciones en la fábrica de Baracaldo, donde la actitud del vecindario es completamente normal, y que, por su parte, ha entregado 100 pesetas a cada una de las familias que han perdido a alguno de sus deudos en la catástrofe y 85 a las que han tenido heridos.

La Cámara de la Industria de Madrid da el pésame a la de Bilbao.- La Cámara de la Industria de
Madrid ha dirigido un sentido telegrama a la Corporación hermana de Bilbao, lamentando profundamente, en nombre de toda la industria madrileña, la horrible catástrofe de la factoría de Altos Hornos, que ha causado numerosas víctimas al elemento obrero bilbaíno, motivando la natural consternación en aquella villa.

Bilbao, 21. Entierro de las víctimas.- Ayer por la mañana, en el cementerio de San Vicente de Baracaldo, fueron inhumados los cadáveres de las víctimas de la catástrofe de Altos Hornos.
   El enterramiento se hizo en dos filas paralelas y se colocaron cinco cadáveres a un lado y seis a otro.
   A las once de la mañana, en la iglesia parroquial de San Vicente Mártir, cercana al cementerio, se celebraron las honras fúnebres dispuestas por la Sociedad de Altos Hornos. Asistió a ellas tanto público, que muchas personas no pudieron penetrar en el interior del templo, y quedaron en la calle aguantando el aguacero que caía.
   Presidió la ceremonia en nombre del Gobierno, el gobernador civil, y acudieron el Consejo de Administración de Altos Hornos, el Ayuntamiento de Baracaldo en pleno, todos los alcaldes y la mayor parte de los concejales de los otros seis pueblos de la ribera del Nervión, el vicepresidente de la Diputación y varios diputados, el de la Cámara de Comercio, representantes de la Confederación Regional del Norte de España y otras varias representaciones.
   Terminada la ceremonia, la mayoría de los que asistieron a ella se trasladaron al cementerio para depositar sobre las tumbas de las víctimas coronas y ramos de flores.

Entierro de las víctimas de la catástrofe.
Más telegramas de pésame.- En el Ayuntamiento de Baracaldo, en el Gobierno civil y en las oficinas de Altos Hornos se siguen recibiendo Infinidad de telegramas de pésame tanto de España como del Extranjero.

La actuación del Juzgado.- El Juzgado de Instrucción del distrito del Hospital, que es el que  instruye el sumario incoado con motivo de la catástrofe, estuvo ayer en los Altos Homos acompañado de varios peritos y realizó numerosas diligencias.
   En el informe de autopsia se dice que las víctimas del suceso fallecieron a causa de quemaduras de tercer grado.
   El Juzgado municipal de Baracaldo, por orden del de instrucción, tomó el domingo declaración a los heridos no hospitalizados, todos los cuales declararon que se hallaban algo alejados del lugar de la catástrofe, y que al producirse las explosiones fueron lanzados lejos del radio de acción de los humos, gases y llamas que produjeron la catástrofe.

El trabajo quedará normalizado, probablemente, hoy o mañana.- A consecuencia del paro de estos días no han podido normalizarse los trabajos en la fábrica de Baracaldo, por ser precisas algunas operaciones de preparación.
   Las cuadrillas de reparaciones trabajan ya normalmente, así como varios hornos. Se cree que el martes o miércoles todas las dependencias de la factoría habrán recobrado la actividad normal.

Subscripción y Ofrecimientos.- Entre los telegramas recibidos en el Gobierno civil figuran uno del gobernador militar de esta plaza, que se halla ausente; otro de la actriz Camila Quiroga ofreciendo una función benéfica para las familias de las víctimas; otro de D. Manuel Morales, al parecer maestro de El Carpio, ofreciendo encargarse de la educación y alimentación de uno de los huérfanos de Pedro Paris.
   La subscripción encabezada con 10.000 pesetas por al Ayuntamiento da Baracaldo ha quedado abierta en todos los Bancos de la villa.

Los heridos mejoran.- Los heridos hospitalizados en el sanatorio de Altos Hornos siguen mejorando.

Los heridos en la Sala del Sanatorio Quirúrgico de la factoría de Baracaldo con sus familiares y amigos.
Bilbao, 23. Para las familias de las víctimas.- El presidente de la Diputación ha dispuesto que de la consignación para gastos de la presidencia se destinen 2.500 pesetas para la subscripción abierta a beneficio de las víctimas de las victimas ocurridas en la catástrofe de Baracaldo.
   Mañana celebraran un partido de fútbol entre las selecciones de los regimientos de Valencia y Garellano, destinándose los ingresos a beneficio también de las victimas de Baracaldo.
   Los empleados de Teléfonos se han ofrecido para organizar un festival a beneficio de las familias de las víctimas. La Asociación de estudiantes de ingenieros industriales ha hecho entrega esta mañana de un donativo de cien pesetas con el mismo fin.

Las causas da la catástrofe.- El Inspector del Trabajo visitó ésta mañana al gobernador civil, dándole cuenta de que continúan los trabajos para averiguar las causas del accidente ocurrido en Altos Hornos y que en cuanto estén terminados le dará cuenta de su resultado.

Calladamente
¡Con llanto ardiente
mi rostro escaldo!...
¡Pobres obreros
de Baracaldo!

¡Fueron contentos
a su faena,
y en un instante
surgió la pena!...
¡Rápido, el fuego
los achicharra!...
¡La muerte en ellos
clava su garra!...
¡Es hierro y carne
líquido caldo!...
¡Pobres obreros
de Baracaldo!

¡Nadie te explica
lo que ha pasado!...
¡Siempre estas cosas
las causa el Hado!...
¿Fue alguna quiebra?,.,
¿Fue alguna mota?...
¡No sé!... Es lo cierto
que el horno explota!...
¡Y el crisol brilla,
rojizo y gualdo!...
¡Pobres obreros
de Baracaldol

¡Ante sus tumbas
y ante sus fosas,
calladamente
pongo unas rosas!...
¡Ante esta pena,
que reverencio,
no hay otra ofrenda
que un gran silencio!...
¡Sobran las viejas
frases de saldo!...
¡Pobres obreros
de Baracaldo!

LUIS DE TAPIA

El cortejo fúnebre, en el que figuró todo el pueblo de Baracaldo, a su paso por las calles.
Bilbao, 30.- El gobernador civil facilitó esta mañana una nota oficiosa sobre el informe emitido por los técnicos oficiales respecto a la explosión de Altos Hornos. En la nota se limita a decir que, ultimado el dictamen por los ingenieros de Minas de la provincia y por el inspector del Trabajo respecto a la catástrofe ocurrida en el alto honor número 2 de la Sociedad Altos Hornos de Vizcaya; ocurrida el día 18 del corriente, ha sido remitido a la superioridad para su estudio y resolución.
   El gobernador civil se ha negado a facilitar detalles del citado informe.

Publicado en Octubre de 1929 en La Libertad.

BILBAO 19 de Noviembre de 1929.- Los ingenieros de la Inspección de trabajos de minas designados por el gobernador han informado respecto a las causas que motivaron la explosión ocurrida el día 18 del pasado mes en el homo número 2 de la fábrica de Baracaldo.
   Dichos informes han sido remitidos a Madrid. Parece ser que los inspectores del Trabajo, señores Campozano y Petrirena estiman que el Gobierno deba enviar técnicos especializados que reconozcan el mencionado horno.
   El informe del ingeniero de Minas de la provincia es más concreto. Manifiesta éste que la catástrofe sobre cuyas causas informa se produjo por haberse puesto en contacto por la fisura abierta el hierro, a una temperatura de 1.600 calorías, con la humedad procedente de la refrigeración del crisol.
   Afirma que los servidores del horno afirman que no observaron anomalía alguna. Parece ser que se ha llegado a la conclusión de que se trata de un accidente completamente imprevisto, del que no se deriva responsabilidad alguna.

Publicado el 19 de Noviembre de 1929 en El Heraldo de Madrid.


1 comentario:

  1. Muchas gracias por la publicación. Entre las víctimas se encuentra mi bisabuelo y he podido conocer gracias a esta página lo que ocurrió en realidad.

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